Capítulo 11

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Capítulo once
"Resurrección"

El hombre de gran porte, con el corazón latiendo con fuerza por el temor a lo que podía encontrar, se acercó al cuerpo inerte de Leah. Al principio, la escena le heló la sangre, pero pronto percibió un débil signo de vida en ella: un suave quejido de dolor y un tenue movimiento de su pecho al respirar.

Sin dudarlo, el hombre la tomó entre sus brazos con cuidado y determinación. Observó el escudo de Slytherin en su uniforme escolar, una señal que no pasó desapercibida para él. Confiando en su instinto, decidió llevarla de regreso a Hogwarts, albergando la esperanza de que pudieran ayudarla en el castillo.

Mientras tanto, en el corazón de Hogwarts, la angustia de Jordan, el padre de Leah, no conocía límites. Las horas se convertían en días y cada segundo sin noticias de su hija aumentaba su desesperación. La posibilidad de que Leah hubiera corrido la misma suerte que su madre, cuya muerte aún atormentaba sus pesadillas, lo atenazaba con un miedo indescriptible.

Sin embargo, en un giro inesperado del destino, la llegada de aquel hombre con Leah en sus brazos trajo consigo un rayo de esperanza. La noticia de que la joven había sido encontrada y llevada de regreso al colegio llegó a los oídos de Jordan, llenándolo de alivio y gratitud. Aunque aún quedaban muchas preguntas sin respuesta, por lo menos ahora sabía que su hija estaba viva y en camino hacia la recuperación.

Leah yacía en la cama de la enfermería, rodeada por sus amigos preocupados. Aunque su aspecto había cambiado ligeramente, emanaba una extraña sensación de tranquilidad y determinación. Su cabello rubio ahora tenía un matiz más oscuro, y su piel pálida reflejaba la luz de la enfermería.

Los ojos de sus amigos se posaron en ella con alivio y curiosidad, tratando de entender lo que había sucedido. A su alrededor, el rumor de su regreso se extendía rápidamente, llenando la enfermería con un murmullo de sorpresa y asombro.

Mientras tanto, en otro rincón del castillo, Tom Riddle seguía ajeno a lo que estaba ocurriendo. Absorto en sus propios pensamientos y planes, no tenía idea de la increíble transformación que acababa de tener lugar en la enfermería de Hogwarts.

Jordan, lleno de angustia y preocupación, finalmente llegó a la enfermería. Su corazón latía con fuerza mientras se acercaba a la cama donde yacía Leah, su hija inconsciente. Sus ojos se llenaron de lágrimas al verla en ese estado, pero también se sintió aliviado de verla viva.

Se acercó lentamente y tomó la mano de Leah con ternura, sintiendo el frío de su piel. Una mezcla de emociones lo invadió: el miedo por lo que le había sucedido a su hija, el alivio de tenerla de vuelta y la determinación de descubrir la verdad detrás de su misteriosa desaparición.

Miró a los amigos de Leah, agradeciéndoles con la mirada por estar allí para ella. Sabía que debía ser fuerte por su hija, pero en ese momento, su corazón estaba lleno de incertidumbre y temor por lo que podría deparar el futuro.

Los amigos de Leah se acercaron a Jordan con expresiones preocupadas, ofreciéndole palabras de apoyo y consuelo. Lydia Lans le tocó el hombro con suavidad, expresando su solidaridad en silencio, mientras Clous Coursell le ofrecía una silla para que se sentara junto a la cama de Leah.

- Estaremos aquí para apoyarla en todo lo que necesite, señor Linghood -dijo Newt Nell con voz firme, reflejando la determinación del grupo de amigos de Leah.

Jordan asintió con gratitud, sintiendo el calor reconfortante de la amistad que rodeaba a su hija. Agradeció a los jóvenes por su amabilidad y se sentó junto a Leah, observándola con cariño mientras esperaba ansioso a que despertara y pudiera contarle qué había sucedido.

The secret of Tom Riddle.Onde histórias criam vida. Descubra agora