Capítulo 45

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Capítulo cuarenta y cinco
"Regaderas"

El final del año escolar se acercaba rápidamente, y mientras los estudiantes se preparaban para sus exámenes TIMO y los últimos partidos de Quidditch, Leah se encontraba en un estado de completa soledad y desesperación. Aunque había logrado destacarse académicamente con un rendimiento excepcional, la admiración que antes recibía de sus compañeros se había transformado en miedo y distancia.

Para Leah, esta transformación era un recordatorio constante de la influencia oscura y destructiva que Tom Riddle había tenido en su vida. Se sentía como si hubiera perdido una parte de sí misma en el proceso, como si una parte de su alma se hubiera desvanecido junto con la humanidad y la bondad que alguna vez había poseído.

A pesar de su deseo de liberarse de la influencia de Riddle, Leah se encontraba atrapada en una red de oscuridad y desesperación, incapaz de encontrar una salida. La conexión que compartían los mantenía atados de una manera que ella no podía comprender, y aunque anhelaba separarse de él, sabía que era una tarea casi imposible.

En medio de su desesperación, Leah comenzó a planear algo que incluso ella misma encontraba sorprendente: la muerte de Tom Riddle. Había decidido que poner fin a su influencia sobre ella era la única manera de recuperar lo que había perdido, incluso si eso significaba acabar con la vida de quien una vez había sido su amante.

Para Leah, la muerte de Riddle no sería un acto de venganza, sino un acto de liberación. Sería una forma de reclamar su propia humanidad y poner fin al control que él ejercía sobre ella. Y aunque sabía que nadie lloraría su muerte, ella estaba dispuesta a sacrificarlo todo para recuperar lo que había perdido: su verdadero yo.

(...)

Con el corazón latiendo con fuerza, Leah se encontraba en una misión determinada: encontrar y destruir el único Horrocrux que mantenía a Tom Riddle anclado en este mundo. Había estudiado meticulosamente los hábitos de Riddle y sabía que el anillo de su abuelo, Marvolo Gaunt, era uno de sus objetos más preciados.

El plan de Leah era arriesgado pero necesario. Esperaría a que todo el colegio se despejara con la visita a Hogsmeade, dejando solo a los profesores en Hogwarts. Ella se mantendría oculta, esperando pacientemente su oportunidad para colarse en el baño de los chicos y buscar el anillo.

Cuando finalmente todos se hubieron ido y el colegio quedó en silencio, Leah se deslizó hacia el baño de los varones, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. Se escondió entre las sombras, esperando ansiosamente a que Tom Riddle hiciera su aparición.

El momento llegó cuando vio a Riddle entrar en el baño, envuelto en una toalla blanca. Con movimientos sigilosos, Leah se deslizó detrás del lavamanos, manteniéndose fuera de la vista mientras esperaba el momento adecuado para actuar. La tensión en el aire era palpable mientras se preparaba para enfrentarse a la oscuridad encarnada en forma humana que era Tom Riddle.

La presión aumentaba en el aire mientras Leah se movía con cautela entre las sombras del baño de los chicos. Notó con curiosidad la abundancia de espejos que adornaban las paredes, pero lo que más le llamó la atención fue la evidente incomodidad de Tom Riddle frente a ellos. Parecía evitarlos a toda costa, como si temiera lo que pudieran reflejar.

Mientras el sonido del agua de la ducha llenaba el espacio, Leah se concentró en su tarea. Sus pasos eran apenas audibles mientras exploraba cada rincón en busca del anillo de Marvolo Gaunt. Sin embargo, después de un tiempo infructuoso, se vio obligada a reconsiderar su enfoque y decidió revisar las ropas de Riddle.

Con el corazón latiendo con fuerza en su pecho, se acercó sigilosamente al saco gris de Tom, que colgaba descuidadamente de una percha. Con manos temblorosas, registró los bolsillos hasta que finalmente sus dedos tropezaron con la suave textura del metal. Una sonrisa de triunfo se dibujó en su rostro cuando extrajo el anillo de su escondite.

Pero su alegría fue efímera, ya que en ese preciso momento, el sonido del agua cesó abruptamente. Un escalofrío recorrió la espalda de Leah mientras se apresuraba a esconderse una vez más, su corazón golpeando en su pecho con una intensidad creciente.

The secret of Tom Riddle.Where stories live. Discover now