Capítulo 54

3.1K 299 78
                                    

Capítulo cincuenta y cuatro
"Boggart"

A Weily no le agradó en absoluto que la seleccionaran para Ravenclaw. Según ella, la casa de las águilas albergaba a unos idiotas que no merecían tal honor. Sin embargo, esto no impidió que mantuviera su amistad con Leah.

Dos días después del inicio de clases, Leah se preparaba para su última materia del día: Defensa contra las Artes Oscuras. Según los rumores entre los alumnos de último año, James Whitermore, el nuevo profesor, era conocido por su temperamento y capacidad para asustar.

Todos los estudiantes de Slytherin entraron al gran salón de clases y se quedaron de pie frente al profesor, ya que no había sillas dispuestas. James se encontraba frente a un gran armario con los brazos cruzados.

- Bienvenidos, serpientes -anunció James con su distintivo acento francés-. Mi nombre es James Whitermore, pero pueden...

Su discurso fue interrumpido por una chica que, en tono de reclamo, preguntó:

- ¿Qué pasó con el profesor Townsheed?

- Lo que haya sucedido con el profesor Townsheed no es asunto tuyo -respondió James con cierto tono de molestia-. Pero renunció.

Algunos alumnos comenzaron a murmurar acerca del comportamiento de Whitermore.

- Solo llámenme profesor, ¿entendido? -indicó con firmeza.

- Sí, profesor -respondieron al unísono los alumnos de Slytherin.

Luego de eso, explicó los detalles sobre lo que harían durante el año. Sin embargo, la atención de todos se desvió hacia la entrada cuando Tom Riddle ingresó al salón, caminando con tranquilidad y sosteniendo un libro en su mano izquierda. Su presencia provocó suspiros entre algunas chicas antes de que se sentara con indiferencia en una silla frente al armario.

- Me alegra que hayas venido, Tom -dijo James, aunque su tono dejaba claro que había cierta tensión entre ambos-. Junto con tu indiferencia y tu orgullo, por supuesto -añadió con un resoplido.

Quedó claro de inmediato que no se llevaban bien, y no faltaba razón para ello.

- ¿Qué hace él aquí, profesor? -preguntó un estudiante.

- Lo que Tom hace aquí es esperar a que ustedes se vayan... para luego limpiar todo el salón, ¿no es fantástico? -respondió James con una sonrisa dirigida a Riddle, que seguía absorto en su lectura-. Limpiará hasta que deje de aspirar a ser el mejor y aprenda a respetar a su profesor.

Entonces, el joven castaño sentado habló:

- Cuando aceptes que solo me separan cuatro años de ti y dejes de desear lo que está fuera de tu alcance... entonces, y solo entonces, empezaré a respetarte.

Leah frunció el ceño al escuchar aquella última respuesta de Tom.

- Espero que te gusten las escobas -respondió Whitermore, retomando la clase.

Se colocó junto al ropero y preguntó con tono firme: - ¿Alguien sabe qué es un Boggart?

El silencio reinó en el aula. Leah conocía la respuesta, pero prefería no llamar la atención.

- ¿Tom? - preguntó el profesor, esperando la respuesta del joven.

Riddle respondió sin levantar la vista de su libro de artes oscuras: - Un Boggart es un ser que adopta la forma de lo que más teme quien lo ve. Suelen encontrarse en roperos, armarios y casas, y son considerados más bien una plaga.

- ¿Alguien sabe cómo repelerlos? - preguntó de nuevo, sabiendo que nadie respondería. Luego, miró a Leah y dijo: - Linghood -. Tom finalmente levantó la vista, apretando los labios en silenciosa frustración ante la intervención de James. - ¿Puedes responder? -

Leah lanzó una fugaz mirada a Tom antes de contestar: - El hechizo para deshacerse de un Boggart aún no ha sido inventado, pero el conjuro "Riddikulus" convierte al Boggart en algo ridículo, haciendo que deje de asustar al espectador.

James asintió con aprobación y añadió: - Excelente -. Luego, miró al resto de los alumnos y negó con la cabeza. - Es decepcionante que no sepan esto, considerando que ya lo vieron en tercero -suspiró, pero antes de continuar, una chica lo interrumpió.

- Si ya lo aprendimos en tercero, ¿por qué volvemos a repasarlo tres años después? - cuestionó la estudiante.

- Porque quiero descubrir cuáles son sus mayores temores -respondió en un tono más oscuro, provocando que varios estudiantes se sobresaltaran.

Los alumnos se formaron en fila y Leah se colocó al final. James se posicionó al lado del primer chico y comenzó a explicar cómo repeler a un Boggart.

Cuando fue el turno del primer alumno, un chico pelirrojo avanzó tembloroso hacia adelante, blandiendo su varita con determinación. Al ver al Boggart transformarse en una serpiente gigante, sus ojos se agrandaron por el miedo, pero con un grito resuelto, pronunció: "Riddikulus". En un instante, la amenazante serpiente se convirtió en un perro grande, que en lugar de ladrar, emitía sonidos similares a los de un pájaro. La sala estalló en risas al ver al perro intentando volar con torpeza.

-¡Bien! Que pase el siguiente -incentivó James, mientras varios alumnos enfrentaban y transformaban sus miedos uno tras otro, hasta que finalmente llegó el turno de Leah, la última de la fila.

James se acercó y colocó su mano en el hombro de Leah, un gesto de apoyo que no pasó desapercibido para Tom, quien frunció el ceño y realizó una mueca de asco. -No temas -le susurró James a Leah con voz calmada.

Leah, cuyo mayor temor era la muerte, se enfrentaba ahora a su representación más personal y aterradora. El Boggart se transformó en un chico vestido con una túnica negra, cuyo rostro estaba oscurecido por una capucha. A pesar de la sombra, Tom reconoció de inmediato la figura representada: era él mismo.

La imagen de Tom bajo la capucha dejó a Leah completamente petrificada. En el momento en que iba a pronunciar "Riddikulus", la figura encapuchada hizo un movimiento ágil y su varita voló de sus manos. James, viendo que Leah estaba paralizada y sin medio de defensa, intervino rápidamente. Se colocó frente a ella y gritó con firmeza: -¡Riddikulus!- Al instante, el inquietante chico se convirtió en una rata que, asustada, corrió a esconderse de nuevo en el ropero.

-¡La clase ha terminado!- anunció James con voz fuerte, mientras Leah seguía inmóvil, con la mirada fija en el armario donde se había ocultado el Boggart.

Tom sabía que Leah había pensado en él como su mayor miedo debido a un incidente previo en el bosque donde casi la mata. Eso lo hacía sentir una mezcla de poder y resentimiento.

Mientras James intentaba hacer que Leah reaccionara sacudiéndola suavemente por los hombros, Tom se levantó bruscamente de su asiento y apartó a Whitermore con un gesto de desdén. Se colocó delante de Leah y chasqueó los dedos frente a su cara, lo que la sacó abruptamente de su trance. Leah abrió los ojos desmesuradamente y, al darse cuenta de que Tom estaba tan cerca, retrocedió instintivamente.

James y Tom intercambiaron miradas de claro desprecio y antagonismo, marcando una tensión que permanecía palpable en el aire mientras los estudiantes comenzaban a salir del aula, murmurando sobre lo sucedido.

The secret of Tom Riddle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora