Capítulo 74

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Capítulo setenta y cuatro
"De vuelta en Francia"

Con el peso de su decisión pesando en su corazón, Leah se levantó temprano esa mañana, decidida a no contarle a Tom sobre su partida inminente. Cada palabra compartida parecía llevar consigo el eco de un futuro que pronto se desvanecería, un pasado que ya no existiría en la realidad que ella estaba destinada a crear.

Mientras observaba a Tom dormir pacíficamente, sintió una mezcla de dolor y gratitud. Dolor por lo que estaba a punto de perder y gratitud por los preciosos momentos que habían compartido juntos. Con cada respiración de Tom, Leah se aferraba desesperadamente a esos recuerdos, sabiendo que pronto se convertirían en cenizas en el fuego de una nueva realidad.

Decidió dejarlo descansar, sin perturbar su sueño con el peso de su partida. Silenciosamente, se vistió. Cada movimiento estaba imbuido de un sentido de urgencia y determinación, como si el tiempo se estuviera acabando rápidamente y cada segundo contara.

Cuando estuvo lista para partir, se detuvo un momento en la puerta de la habitación, observando a Tom una última vez. Una lágrima solitaria escapó de sus ojos mientras se despedía en silencio de la vida que estaban destinados a compartir juntos. Con un suspiro tembloroso, se alejó, dejando atrás todo lo que había conocido en busca de un futuro incierto pero lleno de esperanza.

Con el giratiempo en mano, Leah se enfrentó al espejo de Augurio, el portal a su destino deseado. Con movimientos precisos, desplazó el dial del giratiempo hacia el año en el que todo había cambiado, el punto crucial en el que su madre ya no estaría destinada a morir.

Una vez ajustado, cerró los ojos, dejando atrás el presente que conocía y abrazando el futuro incierto que le esperaba. Con un último suspiro, se entregó al giro del tiempo, sabiendo que cada vuelta del reloj la llevaría más cerca de su destino final, lejos de todo lo que había conocido pero con la esperanza de un mañana mejor.

(•••)

Al llegar a 1935, Leah se vio inmersa en el hogar que alguna vez fue su refugio seguro, donde cada rincón resonaba con recuerdos entrañables. La urgencia la llevó rápidamente a las escaleras al percibir un malestar en la planta baja. Al llegar, presenció a su madre enfrentando un peligro inminente. Sin dudarlo, desató su magia con una determinación feroz, enfrentando al atacante y salvando así la vida de su madre. Pero en ese acto de valentía, alteró irrevocablemente el curso de su propia existencia.

Al despertar en París, se encontró en un mundo desconocido, donde los recuerdos de una vida que nunca incluyó a Tom la rodeaban. A pesar de estar rodeada de amigos y compañeros de Beauxbatons, su corazón latía con una melancolía sin nombre, un vacío que parecía anhelar algo o alguien que su mente no lograba recordar. En ese nuevo presente, cada rincón le susurraba sobre una vida que ya no le pertenecía, dejando en su alma la sombra de lo que una vez fue y ya no volvería a ser.
Todo volvió a la normalidad, la vida que existió, existencia residual que solo había sido creada por un error, ahora solo vivía como un sueño en su cabeza.

The secret of Tom Riddle.Where stories live. Discover now