Capítulo 57

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Capítulo cincuenta y siete
"Distancia"

Mientras Tom trazaba mentalmente su estrategia para ingresar a la oficina de James Whitermore durante el baile, una mezcla de emociones lo envolvía. La urgencia de obtener respuestas competía con la anticipación del evento que se avecinaba. Aunque no era su interés principal, una parte de él también estaba consciente del baile y de la atmósfera cargada de expectativas que flotaba en el aire.

En el gran salón, la emoción era palpable. Risas y murmullos llenaban el ambiente mientras los alumnos se preparaban para disfrutar de la velada. El bullicio de las conversaciones se mezclaba con el suave tintineo de los vestidos y el ocasional crujido de los zapatos sobre el suelo de piedra.

Leah, al igual que Weily, se encontraba entre aquellos que no tenían pareja para el baile. A medida que descendía las escaleras de la sala común, podía sentir la tensión que se cernía sobre ella. Sus pasos resonaban por las escaleras y entonces al bajar a la sala, una vez más, solo estaba Tom ahí, como si la intención de el fuera encontrarla.

Tom esperaba en la sala común, consciente de que Leah nunca habría aceptado una invitación suya al baile. A pesar de la animosidad aparente entre ellos, su mente seguía tejiendo fantasías sobre ella, imaginando encuentros y conversaciones que parecían tan lejanas como imposibles.

Mientras observaba a los estudiantes entrar y salir, tratando de contener su impaciencia, una parte de él anhelaba ver a Leah, aunque solo fuera por un breve momento. Para él, cualquier interacción, por mínima que fuera, era un destello de conexión en medio de la oscuridad que parecía separarlos.

Finalmente, Leah apareció en la sala común, pero su presencia no pasó desapercibida para Tom. Aunque estaban distantes y ella mantenía su distancia, sus ojos se encontraron brevemente, enviando una corriente de emociones que ninguno de los dos podía ignorar.

- Tom - dijo Leah, su voz apenas un susurro en la atmósfera cargada de la sala común.

Tom la miró fijamente, sintiendo la tensión entre ellos. - Leah - respondió, su tono más suave de lo habitual, como si temiera romper el frágil equilibrio que existía entre ellos.

Un momento de silencio pasó entre ellos, lleno de palabras no dichas y emociones no expresadas. Aunque habían decidido mantener su distancia, la conexión entre ellos seguía palpable, como una fuerza magnética que los atraía irremediablemente.

Antes de que pudieran decir algo más, Leah desvió la mirada y se alejó, dejando a Tom con un nudo en la garganta y el corazón lleno de preguntas sin respuesta.

Tom sintió el impulso irresistible de detener a Leah antes de que se alejara. Con determinación, extendió la mano y atrapó la suya, evitando que se escapara. Cuando sus miradas se encontraron, un destello de sorpresa cruzó los ojos de Leah, pero no retiró su mano.

- Leah... - comenzó Tom, su voz suave pero cargada de emoción -. Sé que las cosas entre nosotros han sido complicadas, pero...

Leah lo interrumpió, sus ojos mostraban una mezcla de dolor y anhelo. - Tom, no... no podemos seguir así. Sabes que las cosas no pueden ser como antes. Ni siquiera se porque debería seguir escuchandote.

Tom apretó suavemente la mano de Leah, sintiendo la calidez de su piel. - Lo sé, Leah, lo entiendo. Pero... ¿realmente tenemos que seguir distanciados?

Leah apartó la mirada, luchando contra las emociones que amenazaban con abrumarla. - No lo sé, Tom. Las cosas han cambiado entre nosotros, y no puedo ignorar todo lo que ha pasado.

Tom sintió un dolor punzante en el pecho al ver la angustia en el rostro de Leah. Con un gesto instintivo, se acercó un poco más, reduciendo la distancia entre ellos. - Leah, yo... lo siento. Por todo. Pero necesito que sepas que... aún...

The secret of Tom Riddle.Where stories live. Discover now