Capítulo 9 - Apariciones sorpresivas en la oscuridad.

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Eran las dos de la tarde cuando nuestro jefe nos notificó que teníamos la tarde libre y regresamos al otro día. Andaba de un inusual buen humor, pero ninguna dijo nada. Era mejor quedarse callada en vez de hacerlo molestar y al final se arrepienta de darnos el día. Pensaba aprovechar mi día llamando Andrew y quedar con él para salir, si es que no estaba ocupado en su casa o con su padre...últimamente ha estado así estos días.

Cuando salí de baño tras cambiarme de camiseta, Katy no estaba por ningún lado e Isidora se encontraba en la caja contando el dinero recaudado cuando fui a por mis cosas. Tomé el abrigo del colgador, pero las llaves del apartamento cayeron de unos de los bolsillos. Me agaché para recogerlas.

—Laila. —Me llaman.

Me levanté del suelo. El jefe estaba apoyado en el marco de la puerta de su oficina, con la mano hizo una seña para que me acercara. Se hizo a un lado, dejándome pasar y él cierra la puerta. La oficina es pequeña, los libros yacían acumulados en su escritorio y las paredes con frases que el mismo escribió.

Lo veo abrir un cajón de su escritorio.

—Muchacha, toma —Mi jefe me extendió un sobre blanco—. Te lo has ganado.

Miré con asombro el sobre. ¿Es lo que creo que es?

—Pero hoy no es el día del pago, señor. —Digo y él sonrió mientras se encoge de hombros.

—Quise adelantarme, así que tómalo sin pena. Tu primer pago. ¡Vamos, muchacha, no me dejes con la mano extendida!

—Una disculpa —Tomé el sobre de sus manos—. No lo esperaba para nada.

—Te lo has ganado —Respondió él—. Lo que pido es que continúes como lo has hecho hasta ahora. Ahora vete de una buena vez antes de que me arrepienta de haberte dado la tarde libre.

Sonreí emocionada y me retiré de su oficina, mis manos temblaban cuando guardé mi sueldo en la cartera. 

Katy apareció a mi lado.

—Laila, antes de que te vayas, ¿puedes ayudarme en algunas cosas en la bodega, por favor? Se lo pediría a Isis, pero ella es muy bajita.

—¡Sí, por supuesto! —dije sonriente. Estoy de buen humor. Dejando mis cosas y las llaves en el mostrador, seguí a Katy a la bodega. 

Después de ayudarle a bajar unas cosas para la librería y facilitarle un poco el trabajo, al final me despedí de Katy y retomé el camino a la tienda. Al regresar escuché a Isidora hablar animadamente y luego el sonido del campanilla de la puerta abriéndose.

—¡Muchas gracias por su compra y vuelva pronto! —Isidora sacudió la mano con entusiasmo a la vez una persona salía de la librería y se marchaba rápidamente.

Un suspiro soñador salió de su boca mientras observaba la puerta por donde se fue el hombre.

—¿Y eso? ¿A qué se debe ese suspiro? —Pregunté con una sonrisa picarona.

—He visto el hombre más guapo de toda mi vida.

—Eso es nuevo —dije y me apoyé en el mostrador— ¿Cómo era el sujeto?

Te Encontré [ 2°T de TLA]Where stories live. Discover now