CAPÍTULO 42 - ¿Y Esperas Que Acabe Bien?

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Si ven algún error o una incoherencia es debido que tomé una Redbull al escribir, así que no duden en decirme. 


JACE 



Las palabras que nunca creí decir fluyeron sin medidas, mezclándose con el líquido carmesí en un son tan atrayente pero peligroso. Los vidrios me rodean, el olor del alcohol me aturde y el rojo de mi sangre abundan en mis manos. Mi actuar es de un desquiciado. Estoy consciente de ello. Los sentimientos que oculté bajo un montón de tierra y piedras puntiagudas han sido removidas y devueltas a este corazón vacío que ya se encuentra manchado. Ella ha provocado que esto vuelva; ser de nuevo el niño temeroso de la vida, pero ansioso de ser un héroe. ¿Esto significa estar enamorado? Volverte indefenso...No tengo claro y tampoco quiero hacerlo. Por segunda vez en mi vida, no quiero saber lo que vendrá a continuación.

El monstruo se ha enamorado.

Oculto en las bodegas de licores que tiene Hamilton en su hogar, en la oscuridad que iguala mi mente, me encuentro sentado en un rincón final donde la luz que se proyecta debajo de las puertas me parece infinitas. Bebo otras veces esperando por fin que la negrura me tome en sus brazos y así olvidar.

El monstruo se ha enamorado.

¿Por qué me afecta tanto? ¿Por qué me enfurece? ¿Por qué tengo esta ansia de querer experimentarlo? Quiero preguntar a mi padre si esto fue lo que sintió cuando tuvo la desgracia de enamorarse de mi madre.

Me pongo en pie, aun sosteniendo la botella y me largo de la bodega dejando atrás mis pensamientos como también el desastre que he hecho para continuación retomar con habitual aspecto de siempre. No quiero que sepan que tengo emoción en mí. A medida que camino la inexpresión se vuelve mi arma. Más adelante veo a dos trabajadores de Hamilton arrastran algo, o más bien alguien, por los pasillos del club. Curioso, continué mi caminata mientras bebo licor. Cuando la distancia ya es corta, sonriendo burlón me aparto cediendo el paso para que puedan pasar. Antes debo ser un hombre amable. Bajo la mirada y fijo mi atención en el objeto que llevan consigo y veo que se trata de la mujer que degollé no hace mucho. La sangre fue limpiada del cuerpo femenino. Una risa pequeña brota de mis labios. Ellos con semblantes serios continúan su marcha ignorando mi presencia, y sí que lo hacen bastante bien porque también ignoraron el hecho que a la mujer se le cayeron ambos zapatos de tacón.

Me agacho a recogerlos.

—¡Hey! ¡Ustedes dos! —grito llamando su atención. Increíblemente se detienen, aunque solo uno me mira por encima de su hombro. Agito los tacones en alto—: Se te olvidaron estos. Me los quedaría, están lindos, pero no creo que sea mi número.

El tipo golpea su compañero haciendo un gesto para que vaya en su lugar a buscarlos, el otro no le queda otra más que obedecer a regañadientes. Suelta el cuerpo que sostiene y se acerca sin despegar la vista del piso y extiende su mano. Noto nerviosismo en él. Apesta a miedo. Le brindo los zapatos y él los toma rápidamente. Quiere alejarse, arrancar, lo veo en la tensión que ejerce su mandíbula, pero no se lo permito tan fácil. Antes de que corra lo agarro de su muñeca y enterrando las uñas en su piel lo atraigo hacia mí sin dejarle opción de rechazarme.

—Deberían tener más cuidado a la hora de desplazar un cuerpo, por si no lo sabes no hay que dejar ninguna pista ni siquiera un puto zapato. Piensa que hasta lo más inútil puede involucrarte —Lo oigo coger aire con fuerza y mis ojos captaron unos movimientos involuntarios por parte de él. Sintiendo la malicia correr por venas, lo apego muy cerca de mí y acerco la boca a su oído—. Utiliza una sierra eléctrica para cortar sus miembros y cuando la sangre fluya lentamente...piensa en mí.

Te Encontré [ 2°T de TLA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora