Te Encontré [ 2°T de TLA]

Capítulo 13 - El demonio seguirá siéndolo sin importar que traten de cambiarlo.

Jace aparcó el vehículo a un lado de la entrada, y me ayudó a bajar. Revisando el entorno, lo seguí mientras avanzaba a la entrada. Sujetó la puerta para que pasara y los dos cruzamos por el local. El humo de cigarros era casi tan espeso que me fue necesario tapar mi nariz con la manga de la chaqueta de Jace.

—Podemos recurrir a otro método, Jace. —dije mientras avanzábamos entre la gente.

—Por favot, dímelo. —gruñó deteniéndose.

Ya lo habia pensado antes, durante el viaje aquí. No quería cambiarme de nombre como si fuera alguien fuera de la ley. No debíamos llegar a eso.

—Contarle a Joseph y a Evans. Ellos lo entenderán.   

La risa que emitió Jace me confundió.

—Eres ingenua, Laila. ¿De verdad crees que esos detectives nos ayudarán? Estás equivocada. Lo primero que harán será meterme en una puta celda.

—Pero...

—Ya basta, Laila. Ahora sígueme en silencio.

Permanecí a su lado como un perrito, Jace se sentó en los asientos de la barra y me indicó que me sentara que su lado. 

—¿A quién esperamos? —pregunté, observando a los alrededores.

—A mí, claro. —dijo de repente una voz masculina.

Me volví y me topé el barman. Un moreno de una sonrisa arrolladora. Quedé boquiabierta y creo que mi expresión fue la causante de que sintiera cierta mano en mi muslo y luego unos dedos encajandose en mi piel. No me importó, me vi sonriendo al chico ampliamente y a mi lado Jace murmulla una grosería.

—Soy Rech. —extendió su manos hacia mí y rápidamente la tomé. Rech tiene una frescura natural y sus ojos oscuros son prueba de ellos. Es guapo, eso no puedo negarlo, pero no tiene esa aura peligrosa que hace sobresalir a Jace.

—Así que tú eres la preciosa Joyce. —dice él.

—¿Joyce? —inquisitiva, observé a Jace mientras le rectificaba a Rech—. Creo que te equivocas, soy Laila.

Los ojos verdes de Jace me observaron para nada preocupado, ni siquiera reaccionó cuando Rech me confundió. Y además, ¿quién diablos era Joyce? No me hacia la idea de Jace teniendo a otra. ¿Y si la tiene? Oh, maldición. Creo que me duele el estomago.

—Deja tus tonteras, Rech. —Espetó Jace.

—Vienes por las identificaciones. —Dijo el otro y le pasó una botella de alcohol a un hombre.

Jace observó a todos lados con desconfianza.

—Podemos hablar en algún lugar menos público. Lo que menos necesito en estos momentos es que la reconozcan.

—No creo que la reconozcan. La imagen de ella en la televisión es más juvenil, en cambio, la que tengo en frente se ve más adulta.

La mirada de Rech se deslizó por mi cuerpo.

—Deja de mirarla si no quieres un balazo entre tus ojos.

Rech sonríe malicioso: —¿Es tu chica?

—Definitivamente es mía.

El hombre alzó las manos en son de paz.

—Me ha quedado clarito. —dijo, pero nunca perdió su sonrisa. Era muy sonriente me di cuenta por el poco tiempo en que estaba aquí, me recordaba a Travis. 

De un segundo a otro la sonrisa que tenia en la cara se esfumó, sentí un nudo horrible en la garganta cuando intenté evocar el recuerdo de Travis y fracasando al hacerlo. Sólo llevaba dos años y ¿no podía recordar su rostro al menos?