Capítulo 51 - ¿Preparados?

13.2K 1.1K 722
                                    

Nunca he sido buena en esto, así que lo hice lo mejor posible...Ahora diré: "Falta Poco, Amores"




Ahora diré: "Falta Poco, Amores"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







JACE






Y volví a la realidad.

La visión aterrada de Lena se desvaneció convirtiéndose en un vacío en donde sólo mi agitada respiración se podía escuchar. Mis piernas cedieron y caí al duro cemento junto al cuerpo aún cálido de la mujer de cabello rubio. Miré su cuerpo por unos minutos y mi visión se vio de pronto empañados por lágrimas contenidas debido a los años de aguante. Y la luz que se había extinguido cuando apenas era un niño resurgió tan puramente que mi pecho se apretó doloroso y al mismo tiempo liberador. Eché mi cabeza hacia atrás y grité. Grité hasta sentir mi garganta a carne viva, grité al cielo despojando toda carga fuera de mi espalda.

Ella por años usó la palabra amor para justificar sus golpes y yo por mucho tiempo lo acepté, sin importar las cosas horribles que me hacía...siempre tenía la esperanza de que ella iba a amar a su hijo. Matarla dolió terriblemente. Tanto mente y cuerpo se torturaban por haber acabado con su vida a pesar de que en ese momento me encontraba maltratado por su múltiples castigos proporcionados por ella y tenía derecho a terminarlo y motivos para actuar de esa forma. Entonces, aquella se convirtió en una carga, una carga que duró largos años y que continuaba manejándome como un títere. Pero ese constante peso en mi espalda nunca debió ser real porque su amor hacia mí nunca lo fue.

Pero ahora ya no era una víctima, ni mucho menos un peón para ser maltratado una vez más. Después de mucho tiempo tuve la fuerza suficiente para no escuchar sus murmuraciones sangrientas en mi cabeza y gritar a mi madre que ya estaba harto y que había encontrado alguien mejor que ella, la cual el amor que entregaba no lastimaba ni mataba.

Entonces, a mi memoria llegaron las palabras dichas en algún momento mi padre: "Para que el día brille tenemos que conocer la oscuridad y para sentir felicidad tenemos que conocer la tristeza" Mi cuerpo se sintió agotado cuando acabé de explotar, solté el cuchillo manchado de sangre y limpié las lágrimas que habían caído por mis ojos. Mis labios temblorosos son retenidos por mis dientes. En mi mente pensé: Oh, padre, la felicidad ha sido difícil de encontrar.

De repente, una mano se posó en mi espalda. Me sobresalté y me enderecé, preparado para la lucha. Laila estaba de pie ante mí. Súbitamente me incorporo y retrocedo unos pasos atrás, tomando distancia entre nosotros. Mis labios formulan su nombre en un susurro que ni ella alcanza oír. Imposible creer que esté en frente de mí, pero lo está, Laila lo está. ¿Es una visión? ¿El cansancio está jugando conmigo?

-Para ser alguien que se oculta entre las sombras, no eres muy bueno detectando a otros que usan tu misma táctica -dice mientras acorta el espacio que he creado. Laila se posiciona ante mí. Su rostro hermoso queda justo a la altura de mi pecho por lo que tiene que elevar su cabeza-. ¿De verdad creías que te dejaría ir así no más?

Te Encontré [ 2°T de TLA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora