Te Encontré [ 2°T de TLA]

Capítulo 36 - La Única Solución es la Muerte.

JACE

Cuentan que cada uno tiene un sabor favorito; te vuelve adicto y dejándote queriendo más y más. El mío era el sabor de los labios de Laila. Mi bella noche. La razón viviente de que estoy, en este preciso momento, deseando arrancar ese condenado vestido de su cuerpo y perderme en el sabor y en el olor de su piel. Bajo la palma de la mano Laila tembló, como si de pronto sintiera por primera vez mi tacto. Me miró con sus ojitos de conejito cazado. Una sonrisa lenta y llena de prohibición se formó en mi boca. Me encantaba la forma en que la alteraba.

—Jace...creo que deberíamos salir antes...—balbuceó ella mientras bajaba la cabeza y posaba mi boca en su sensible piel. Ella se estremeció.

¡Diablos, como extrañaba esto! La sensación de tenerla en mi manos, el sentimiento de que Laila me pertenecía en cuerpo y alma. Había extrañado el calor ferviente del deseo que sólo ella lograba sacar a relucir. Ya no había sangre seca en mi boca a causa de mis gritos silenciosos. Los grilletes de mierda ya no estaban en alrededor de mis muñecas. Y el no tener a Laila ya no es una pesadilla.

Ella colocó su mano en mi pecho y emitió un jadeo.

—Tu corazón late muy rápido. —Murmuró.

—Es por ti, siempre es por ti. —dije y la besé lentamente. Me perdí en ella y es la perdición más maravillosa que he experimentado en toda mi maldita vida.

Entre besos arrolladores y suaves, la escuché decirme: —¿Eso significa que me amas?

Me detuve.

—Laila. —Murmuré, sintiendo de pronto un incontrolable miedo.

Literalmente dejé de respirar.

Había quedando sin aire en los pulmones y olvidé como se respiraba por uno mismo. Su pregunta me había sorprendido, de la misma manera en que lo hizo cuando confesó amor por mí mientras yo seguía atado en una cama. ¿La amaba? ¿Ella hablaba de ese tipo de cosas que los humanos sienten por otra persona? ¿El tipo de sentimiento que te hace vivir y morir siempre por ella? ¿El que te hace sufrir cuando ella sufre y rabiar si la dañaban? ¿Eso significa estar enamorado?

Miré su preciosa cara y el corazón que nunca tuve hasta que la conocí, en mi interior, justo en mi pecho, dio un salto. Entonces, sí. Lo confieso. Estoy enamorado de Laila Jenner. La amaba. Siempre lo estuve y siempre lo estaré. Ella había llegado a mi vida como una calidad luz para robarse la poca alma que me quedaba. La única mujer que llegó a mi corazón y alivió mis temores y me amó a pesar de mis imperfecciones. Haría lo que fuera por ella, incluso morir si eso dependía demostrarlo.

Ella bajó su rostro: —No tienes que decir nada...

La silencié colocando un dedo en su boca. Mirándola intensamente, asentí con la cabeza.

—Sí, te amo —dije sincero—. Te amo hasta la locura, Laila Jenner.

Una tímida sonrisa se formó en sus dulces labios.

—¿De verdad? —preguntó. La ilusión de sus ojos siguió dejándome sin respiración.

No evité la sonrisa.