Capítulo 5. Una revelación

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James miró al rededor de el edificio vacío ¿Por qué alguien eligiria vivir en una vivienda vacía?, eso no lo sabía. Se movió en silencio hacia delante antes de hacer un señal a los otros aurores para revisar la parte trasera del edificio. 

Habían conseguido información acerca de un mortífago escondiéndose allí. La razón del mortífago para esconderse en un lugar tan frío como ese era un misterio. James y un equipo de 4 aurores habían sido enviados para apresar a el mortífago. James, su mejor amigo Sirius, un compañero de la orden Kingsley Shacklebolt, y dos aurores del ministerio Liam y Nathan conformaban el equipo.

Sirius y Kingsley se mantenían a los lados de James mientras que los otros 2 aurores en la parte trasera del edificio. Hasta ahora no tenían señal de Mortifago

En cuanto James giró en una esquina vio a un hombre bajo de cabello rubio sentado del otro lado de la casa con su espalda pegada a la pared. Su rostro estaba oculto entre sus manos y parecía estar temblando. ¿Era por el frío o por miedo? James no lo sabía.

James, Sirius y Kingsley sacaron sus varitas, intercambiando silenciosas miradas mientras se preparaban para aproximarse al hombre. Tenían que ver la Marca Tenebrosa en el brazo izquierdo del hombre para probar que era un Mortífago y podrían proceder al arresto.

Antes de que pudieran dar otro paso hacia el hombre escucharon un ruido muy fuerte, como el de una puerta cerrándose de golpe. El sonido hizo eco en el edificio, parecían muchas puertas y ventana cerrándose por sí solas. El supuesto Mortífago levantó su cabeza al escuchar el sonido y miró a todo su alrededor estudiando la casa., su varita temblaba fuertemente mientras la sostenía frente a él como si fuera un arma. James, Sirius y Kingsley se agacharon al momento, cada uno lanzándose detrás de algo que los mantuviera fuera de vista.

Miraron al hombre ponerse de pie, sus ojos escudriñaban todo el lugar, su varita seguía delante de él. De pronto se detuvo y un nuevo sonido se dejó escuchar. James también lo escuchó, claro e unconfundible.

Eran pasos.

Alguien caminaba hacia ellos. James estiró el cuello para ver sobre el mueble de madera detrás del cual se escondía tratando de mirar quien era el que se aproximaba a ellos. Pensó que podían ser Liam o Nathan, pero los Aurores sabían que debían de ser silenciosos y discretos. Ellos no estarían caminando tan ruidosamente hacia el Mortífago. Quien quiera que fuese no estaba haciendo ningún esfuerzo por ser silencioso.

El hombre rubio dejó salir un sonido lastimero, algo parecido a un suspiro y un lamento. Su pánico era inconfundible cuando se echó para atrás pegándose a la pared, su temblorosa varita seguía frente a él.

Los Aurores vieron lo que había asustado al hombre pero no entendían su reacción. Todo lo que veían era a un chico, vestido de negro, excepto por la máscara de plata que le cubría toda la cara, el muchacho caminaba hacia el supuesto Mortífago. Los pasos ruidosos y seguros eran del chico. El muchacho enmascarado se detuvo a una corta distancia del tembloroso hombre.

—¡Eres tú! — el asustado hombre habló con una voz llena de miedo, sus ojos azules estaban fijos en el chico.— ¡Eres él! ¡El Príncipe Oscuro!

James miró a Sirius y ambos compartieron la misma mirada de asombro. "Príncipe Oscuro", era un nombre bastante inusual.

—¿Esperabas a alguien más? — preguntó el chico enmascarado, su voz cargada de burla.

James fue tomado por sorpresa. La voz confirmaba que de hecho era sólo un joven quien se ocultaba tras la máscara plateada. Pero había algo más en la voz del muchacho que lo desconcertaba. Sonaba extrañamente familiar pero no podía entenderlo. De pronto, el Mortífago cayó de rodillas, su varita colgaba de sus temblorosos dedos.

Harry Potter y la Oscuridad DentroWhere stories live. Discover now