Capítulo 10. ¿Harry?

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Sirius se apareció en la entrada del numero 12 de Gridmmauld Pleace. Miró a su alrededor rápidamente, no había nadie así que corrió escaleras arriba hacia una de las habitaciones En cuanto entró pudo al chico en el suelo y corrió hacia la chimenea lanzando un puñado de polvos Floo en ella.

—¡OFICINA DE DUMBLEDORE, HOGWARTS!— metió la cabeza en el fuego y esperó que dejara de girar. Pronto estuvo mirando la oficina del profesor Dumbledore. —¡Albus! ¿Albus estás ahí?— preguntó Sirius rápidamente. No quería que el chico despertara.

—Sirius, mi muchacho, ¿qué pasa?— fue la respuesta de Dumbledore mientras se hincaba para mirar la cabeza de Sirius entre las llamas.

—¡Albus, lo tenemos! ¡Capturamos al Príncipe Oscuro.— Sirius se dio cuenta de lo emocionado que sonaba.

—¡Bien hecho muchacho! ¿En dónde está ahora?

—Aquí en el cuartel general, necesito que vengas de prisa y traigas a una enfermera si es posible.— dijo Sirius en voz baja ante la mirada de Dumbledore.

—¿Qué tan malherido está?— preguntó Dumbledore sin siquiera parpadear.

—Um... yo... no lo sé. Va a necesitar atención medica, es todo lo que sé.— finalizó Sirius sintiéndose realmente culpable.

—Estaré ahí con Madame Pomfrey en cuanto pueda.— Sirius sacó su cabeza del fuego y esperó a que dejara de dar vueltas. Miró hacia el chico y se sorprendió al ver a Moody y Kingsley en la habitación.

—Ey chicos, ni siquiera los escuché entrar. ¿En dónde están James y los demás?

—En el Ministerio, tenían que acompañar a los Mortífagos capturados.— fue la respuesta de Moody pero no le quitaba los ojos del chico inconsciente en el piso.

—Dumbledore estará aquí en cualquier momento.— dijo Sirius mientras Moody se aproximaba al chico. Sirius miró a Moody inclinarse sobre el chico y revisar su pulso.

—Esta débil, pero aún respira.— informó. Después se puso detrás del chico y tiró de los brazos del chico hasta dejarlos detrás de su espalda y comenzó a atarlos mágicamente. Un lamento cargado de dolor se escuchó del chico aún en su estado semiinconsciente. Sirius se puso de pie de inmediato.

—¡Espera! ¿Alastor qué estás haciendo?— preguntó mientras se dirigía hacia Moody que aún seguía revisando que tan apretado estaba el amarre sin prestar atención a los lamentos del chico ni a su respiración áspera.

—Asegurándome de que el mocoso no pueda huir o usar magia sin varita.— Moody ahora revisaba las ropas del chico y comenzó a sacar todas las armas ocultas entre ellas. Sirius miraba asombrado mientras Moody apilaba las numerosas estrellas ninja y diferentes tipos de dagas en un montón.

Sirius notó que el chico se había girado y miraba como le quitaban sus armas. Por instinto trató de detener a Moody pero entonces se dio cuenta de que no podía moverse. Trató de desatar sus manos pero en lugar de eso sólo pudo soltar un grito de dolor cuando su brazo y muñecas rotos se movieron bruscamente por el tirón que les había dado. Sirius miró con pesar como el chico comenzaba a entrar en pánico y sus ojos verdes, aún escondidos tras la máscara plateada, miraban a su alrededor intentando descubrir en donde estaba. Después, los ojos verdes se encontraron con los de Sirius y sintió su corazón romperse al verlos tan llenos de dolor.

Moody, sin embargo, no mostraba ningún tipo de simpatía. Caminó alrededor y tomó el montón de armas que había sacado y sin advertencia alguna comenzó a patear cruelmente al chico en las costillas. El muchacho jadeó de dolor. Se encogió sobre sí mismo en un intento de aliviar el dolor en sus ya rotas costillas.

Harry Potter y la Oscuridad DentroOn viuen les histories. Descobreix ara