Capítulo 6. Howarts

7.1K 506 119
                                    


-¡Esto es simplemente tan injusto! - se quejó Damien. Estaba sentado en la mesa de Gryffindor, desayunando con sus compañeros Gryffindors pero su inusual mal humor no lo dejaba disfrutarlo.

-Lo sé, eso apesta amigo, ¿pero que puedes hacer?- dijo Ron antes de tomar media docena de panques y ponerlos en su plato, los llenó de miel hasta el tope.

-¡No puedo creer que me lo voy a perder! - continuó Damien -, esperé semanas para ir a la final de la Copa Mundial. ¡Papá me prometió que vendría por mí y ahora decide no presentarse! Digo, ni siquiera una lechuza diciendo que se cancelaba.

-¿Sigues quejándote por eso Damien? En serio, es sólo un juego. Tu padre tiene cosas más importantes que hacer, ¿sabes? - dijo Hermione mientras ella y Ginny se sentaban enseguida de Ron y Damien.

-¿Sólo un juego? - preguntó Damien -, obviamente no sabes mucho sobre Quidditch, Hermione. No me sorprende ya que no es algo que puedes aprender de los libros.

La prefecta de quinto curso pretendió no escuchar la última parte de lo que su joven amigo había dicho. En su lugar se sirvió un par de tostadas.

-Estoy segura de que al señor Potter le surgió algo importante,- consoló Ginny a Damien -, después de todo él tampoco se perdería un juego tan importante.

"Ese es un buen punto" pensó Damien. ¿Por qué su padre se había perdido el partido? Él era el fan número uno del Quidditch, tanto le gustaba que hasta había sido nombrado el mejor cazador de Gryffindor en sus días de escuela. El trofeo seguía en el salón de trofeos en el tercer piso.

Damien sólo había visto a su padre una vez desde que había regresado de sus misiones de Auror. Lucía muy cansado y desanimado, pero Damien conocía a su papá y sabía que no se quejaría. Amaba ser Auror. Damien sospechaba que su cansado padre probablemente seguía durmiendo, olvidándose por completo de la Copa Mundial.

-Si algo importante se hubiese presentado me debió de haber mandado una lechuza,- murmuró Damien -, así no me quedaría esperándolo.- Ron levantó la mirada de su plato y miró la desanimada expresión de su amigo. Damien era tres años más joven que él pero eran amigos desde que eran pequeños. Ya que los padres de Ron y los de Damien eran miembros de la Orden, se veían muy seguido. Molly y Lilly se veían frecuentemente en sus casas y habían animado a sus hijos a hacerse amigos. Como resultado, Ron y Damien se habían vuelto tan buenos amigos que a Ron no le importaba que el chico más joven anduviera con ellos. Estaba acostumbrado a que Damien anduviera junto con él.

-¡Anímate, hombre! - dijo Ron.- Estoy seguro que el señor Potter te lo compensara. Hay muchísimos juegos por venir.

Con un suspiro, Damien asintió. Volvió su atención a su desayuno moviendo sus panques de lado a lado en su plato.

-¿Qué debemos hacer hoy? - le preguntó a Ron.

-¿Vamos a ver a Hagrid y después tal vez practicar Quidditch?- respondió Ron.

-Si, genial,- dijo Damien con una pequeña sonrisa dibujándose en su rostro-, si no puedo ver el partido siempre puedo jugar uno.

-Que dices Ginny, ¿te apetece jugar? - preguntó Ron a su hermana. Ginny dejó su conversación a susurros que tenía con Hermione y miró a Ron.

-¿Qué? Oh, um... no... no, gracias. Tengo que ir a la biblioteca.- respondió sonrojándose un poco. Damien y Ron compartieron una mirada antes de suspirar y rodar los ojos.

-¡Ginny, ya déjalo! No vas a encontrarlo.- trató Ron de hacerla reaccionar.

-¡Como sea Ronald! Ocúpate de tus asuntos- exclamó la pelirroja. Ron suspiró. Se había divertido ridiculizando y molestando a la chica por los últimos dos meses, pero ahora estaba comenzando a sentir lastima por ella.

Harry Potter y la Oscuridad DentroWhere stories live. Discover now