Alex es un exitoso empresario, millonario y casado con la mujer perfecta o eso creía hasta que la encuentra en su departamento teniendo sexo con su mejor amigo. Sin saberlo una llamada caliente reforzará la relación con su secretaria Jenna a la cual...
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Eran las 20:05 de la noche y Alex estaba estacionado una cuadra antes del departamento que Jenna le había pasado por mensaje de WhatsApp. Tenía las manos sobre el volante y con el cuerpo ligeramente inclinado hacia adelante. Estaba ahí hace más de veinte minutos. Tenía la mirada perdida en la pantalla del celular que reposaba sobre sus piernas.
—Jenna, soy Alex :) ¿me pasas la dirección de la calle dónde vives?
Enviado a las 18:45.
—¡Hola! Te envío el mapa por google earth :D
Visto a las 18:55.
Su pulso estaba acelerado al igual que su corazón. Tenía ganas de ir y romper la puerta del departamento y gritarle que era una maldita traicionera al igual que todas las mujeres. La dirección que marcaba en el mapa era el de Nicolas. Se sentía dolido, traicionado y enfadado, muy enfadado.
***
Jenna no saludó. Simplemente la observaba perpleja. ¿Qué hacia esa mujer en la puerta de Nicolas? ¿Se conocían? No estaba celosa, para nada. Sabía de sus aventuras con otras mujeres, pero... ¿la esposa de Alex? Lo único de que estaba segura era que no quería otro enfrentamiento con esa mujer. Intentó cerrar la puerta rápidamente pero la mano de esa mujer lo impidió.
—¡¿Qué quiere?! —Preguntó exaltada y temerosa, Jenna.
Angelina empujó la puerta con sus manos y Jenna retrocedió sin saber bien que hacer, se sentía intimidada ante ella; era tan hermosa como mala. Angelina entró lentamente, con pasos cautelosos, mirando el ambiente que la rodeaba y luego a Jenna.
—Creo que estabas esperando a alguien más, querida —La miró de pies a cabeza. Y sonrió nuevamente de manera venenosa.
—Si ha venido junto a Nicolas, ¡él no está! —Dijo rápidamente, cambiando de tema y echándola de manera sutil. Definitivamente si se enteraba que iba a salir con su marido le arrancaría la cabeza.
—¿Quién te dijo que venía junto a él? —Preguntó de forma sarcástica levantando la ceja derecha y Jenna sintió envidia, siempre intentó hacer lo mismo con la ceja y no pudo.
—...Entonces, ¿a qué vino? —Preguntó, con el ceño levemente fruncido. Sin entender nada.
—A decirte que te largues. Él es mío —Recalcó en la última palabra, refiriéndole a Nicolas —, al igual que Alex.
Jenna tembló levemente. Esa mujer se notaba que era capaz de cualquier cosa, si la secuestraba y la llevaba lejos a torturarla ¿quién la buscaría? Quizá sea Zoey la única que lo haría, ¡pobre Zoey! Se imaginaba a su amiga llorando lágrimas de sangre por su desaparición. Ambas se habían vuelto como uña y mugre en menos de un mes.
—Señora, no sé de qué está hablando —Dijo, nerviosa y sacó el celular de su bolso —. Llamaré a Nicolas y le diré que usted está aquí...
—No es necesario —Habló Nicolas, entrando —. Estoy aquí —Su voz sonaba más fría de lo normal y observó a ambas mujeres.
Angelina se giró para mirarlo con una sonrisa lasciva. Caminó hacia el con pasos de gata, rodeó su cuello con sus brazos y le dio un casto beso sobre los labios.
Jenna simplemente miraba boquiabierta la escena, sabía que Nicolas tenía aventuras con otras chicas pero jamás imaginó que se estuviera entrometiendo con la mujer de su jefe.
— ¿Yo regreso mañana? —Preguntó Jenna, observando a Nicolas. Sabía que esa noche ellos dos tendrían una pequeña noche apasionada.
Angelina se giró rápidamente, con una sonrisa maliciosa en los labios. Mirando fijamente a Jenna.
—No —Contestó por Nicolas —. Yo viviré aquí.
—¡¿Qué?! —Jenna y Nicolas exclamaron al unísono.
Nicolas no podía permitir aquello aunque lo deseara con toda su alma. Estaba enamorada de Angelina; pero aquello no significaba que iba a echar a Jenna en la calle, sin nada. Tampoco se hubiera imaginado que Angelina iba a aparecer en su departamento cuando ella le preguntó la dirección, y que con quien estaba viviendo.
—Jenna, si vas a salir, hazlo —Dijo Nicolas —. Te estaré escribiendo al celular.
Jenna afirmó con la cabeza y pasó a lado de ellos para salir del lugar. Su corazón latía rápidamente. No lo podía creer. La esposa de Alex y Nicolas. ¿Qué le diría a Alex cuando lo viera esta noche? ¡La noche! Dentro del ascensor sacó rápidamente su celular del bolso, esperando encontrarse con cientos de llamadas y mensajes ya que eran las 20:25 de la noche, pero no encontró nada.
Buscó rápidamente su nombre en la agenda de contactos y lo llamó.
— El teléfono al que está llamando se encuentra apagado, por favor, inténtalo más tarde —Habló la contestadora, luego de un par de tonadas.
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¡¡Disculpen!! Estaba sin inspiración u.u estaré contestando los comentarios en breve ya que no tuve tiempo para nada últimamente :c ¡¡¡LAS ADORO!!! ¿que les pareció el capitulo de hoy? ¡¡No olviden de votar!! *-*
