Alex es un exitoso empresario, millonario y casado con la mujer perfecta o eso creía hasta que la encuentra en su departamento teniendo sexo con su mejor amigo. Sin saberlo una llamada caliente reforzará la relación con su secretaria Jenna a la cual...
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Eran las nueve de la noche y Jenna observaba el último mensaje que le había enviado a Alex, a través de WhatsApp.
— ¿Dónde estás? :)
Enviado a las 20:29.
Suspiró tristemente. Solo aparecía una "palomita" lo que significaba que su celular seguía apagado. Tampoco quería volver a insistir. La había dejado plantada. Se acostó en el banco, en el cual estaba sentada ahora mismo; acurrucándose, y colocando ambas manos bajo su mejilla aplastada contra la madera.
Se había hecho tantas ilusiones con la salida de hoy, se había estado preparando con mucho cuidado. Él no iba a llamarla más hoy; probablemente le pida disculpas mañana inventando alguna excusa de porque no pudo pasar por ella o siquiera avisarle de que no llegaría.
Su celular comenzó a vibrar en su mano.
Ella rápidamente se sentó y observó la persona que lo estaba llamando vía WhatsApp. Alex. Con la mano temblando deslizo el icono verde, contestando la llamada:
— ¿Hola?
—Jenna, lo siento, me atrasé —Dijo fríamente, detrás de la llamada.
Jenna frunció el ceño antes de contestar. Él estaba actuando extraño, parecía molesto.
—¿Está todo bien? —Preguntó.
Hubo silencio durante cinco segundos. Algo que desconcertó totalmente a Jenna.
—Todo bien —Contestó, por fin —. Estoy a la vuelta del departamento.
Jenna se sobresaltó y se puso de pie rápidamente. Su corazón se comenzó a acelerar, la boca se le secó y sintió un molestoso nudo en el estómago. La esposa de Alex estaba en el departamento. Si la veía ahí, tal vez, se volvería loco y pensaría que ella tenía algo que ver con todo eso.
—Y-yo —Dijo nerviosa —; yo estoy otro lado. ¿Conoces el parque de "la magia"?
—No —Respondió —Envíame en el mapa —Tras decir aquello, cortó la llamada.
Jenna frunció nuevamente el ceño y le envió el mapa del parque en donde se encontraba ahora mismo y esperó sentada pensando en el motivo por el cual Alex se encontraba de esa forma, ¿quizá vio entrar a Angelina? Negó con la cabeza. No, eso no podía ser tan cierto... porque ¿cómo sabría él que ella fue al departamento de Nicolas? el departamento era grande, y vivían muchas personas.
Un toyota corolla xrs 2014, negro, se estacionó al costado del asfalto y le bocinó dos veces. Era él. Se puso de pie deprisa y caminó en dirección al vehículo. Las ventanas estaban polarizadas así que dudó un momento y se quedó de pie a lado de la puerta del chofer; este bajó un poco la ventanilla.
—Anda, sube —Pidió, Alex.
Jenna simplemente afirmó con la cabeza, rodeó el vehículo, pasando por enfrente. Una vez sentada observó a Alex con una sonrisa forzada, quien solo aceleró, sin mirarla siquiera. Estaba serio. Muy serio. La mandíbula la tenía muy apretada y se olía a alcohol. Se colocó rápidamente el cinturón de seguridad y lo siguió observando.
—Dime que está pasando —Exigió, intentando mantener la calma.
Él solo bufó, sonriendo por un momento y negó con la cabeza mientras tomaba más velocidad.
—Detén el vehículo —Pidió, su voz salió temblorosa; estaba asustada.
—¿Qué pasa? —Preguntó, con burla en su voz — ¿Tienes miedo? Pequeña —Recalcó la última palabra con sarcasmo, intentando molestarla.
Sintió como su estómago se estrujo con la última palabra, para ella no fue una ofensa ser llamada de esa forma. Fue excitante.
<<¡No es el momento, Jenna!>> Se regañó a sí misma.
—Por favor, detén el auto —Suplicó, suavemente. Sin dejar de mirarlo.
Alex no detuvo el auto pero si bajó la velocidad. Ella simplemente se mantuvo callada y mirando al frente hasta que él decidiera hablar o hasta llegar al destino. Se sentía muy nerviosa, nunca había pasado por esa situación tan "peligrosa" estar con su jefe, alcoholizado, molesto y en un vehículo.
Estuvieron sin decir nada, en un completo e incómodo silencio que duró aproximadamente veinte minutos, antes de llegar a un departamento... ¿cenarían ahí? ¿Es donde vivía Alex? Se desabrochó el cinturón cuando Alex apagó el motor y salió del vehículo.
— ¿Dónde estamos? —Preguntó, Jenna, una vez fuera del coche; queriendo que sus sospechas fueran confirmadas de una vez.
—En mi departamento —Le contestó y Alex notó el terror dibujado en el rostro de su secretaria —. He pedido delivery —Intentó tranquilizarla.
Su estómago gruñó como un león hambriento. Se llevó la mano avergonzada al culpable, intentando tranquilizarlo un poco.
<<¡Por Dios! ¿Justo ahora debías de gruñir?>> Pensó enojada.
Alex sonrió divertido ante la reacción de la muchacha por el gruñido provocado por su estómago.
—Aproximadamente en... —Dijo Alex, observando su reloj de muñeca —20 minutos nos traerán la cena —Bajó su brazo y la miró —.Por favor, pasemos, te invito algo, mientras.
Jenna afirmó con la cabeza y caminó con Alex.
***
¡¡¡Mis queridas lectoras y lectores!!! Inmensamente agradecida siempre con ustedes por todo el apoyo que me brindan y por sus hermosos comentarios *---* Las quiero muchísimo, en serio!! Este capítulo lo tenía pensado terminar dentro de cuatro días, pero ahora como la inspiración me ha venido, lo pude terminar hoy y aquí está :D pero no se acostumbren 7u7 jajajja
