Capítulo 45

37.7K 2.3K 208
                                    

Zoey tenía la cabeza echada hacia atrás con los brazos extendidos a ambos lados del borde del jacuzzi; con los ojos cerrados disfrutaba del silencio y del masaje que le ofrecía este

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Zoey tenía la cabeza echada hacia atrás con los brazos extendidos a ambos lados del borde del jacuzzi; con los ojos cerrados disfrutaba del silencio y del masaje que le ofrecía este. Tenía las piernas extendidas a lo largo del agua al igual que Ryan, ambos podían sentirse. Las piernas de él eran peludas pero varoniles, tenía ganas de entrelazarlas. Abrió los ojos al darse cuenta de sus pensamientos y miró fijamente el techo.

Frunció ligeramente el ceño cuando se imaginó una escena de sexo desenfrenada en el agua, ella encima de él, dando saltos y gritando de placer mientras él la embestía con salvajismo y mordía uno de sus pezones. En cuestión de segundos su entrepierna se mojó con algo más que con agua.

Estaba caliente...

Su respiración se agitó y ella trataba de controlarlo. Desvió su mirada del techo y lo fijó sobre él quien la miraba sin pestañear, tenía el rostro neutro y la mandíbula ligeramente apretada. Él la había descubierto fantaseando en su mente ¿pero cómo? ¿Podía ser cierto eso? O ¿quizá estaba teniendo la misma fantasía que ella?

«Vamos, hazlo, tómame» suplicó con la mirada y él pareció entender porque la tomó de las piernas y la estiró con brusquedad hacía él, haciéndola gemir de la sorpresa y del placer cuando quedó sentada a horcajadas sobre él haciendo contacto con su pene erecto.

Él la tomó de la nuca y la besó vorazmente sin darle oportunidad de escapar... no quería escapar. Ella rodeó su cuello con sus brazos pegando su pecho al torso de él y lo besó con la misma intensidad.

Él separó sus labios unos centímetros y la miró sorprendido.

—Zoey...

—No digas nada.

Y él siguió besándola. Sintió como su pene estaba por estallar del placer, quería metérselo bien profundo, quería escucharla gritar de placer y pedirle más. Desató el nudo de su corpiño y se deshizo de esa molestia succionándole el pezón izquierdo, enseguida; dejando que sus dedos pellizcaran al derecho y apretando su seno, haciéndola jadear.

—Ryan... —lo nombró y él se sintió encantado.

Acto seguido él metió su dedo índice dentro de la boca de ella y esta lo comenzó a lamer y succionar. Su pene se movía sin control, se sentía tan bien todo pero quería metérselo ya y ella también lo estaba deseando porque levantó un poco el trasero y le deslizo los calzones hacia abajo. Tomó el cabello de ella en una cola y la puso de pie con él. Sus calzones se cayeron y la obligó a arrodillarse.

—Quiero sentir tu boca, tu lengua... —susurró y la obligó a chupársela.

Ella encantada lo hizo, chupo unos segundos, luego lo sacó de su boca y comenzó a lamer la punta en círculos luego en todo su largor de arriba hacia abajo. Estaba complacida escuchando los suspiros de él y sus constantes «mmm...» hace tanto tiempo que no estaba con un hombre había olvidado lo bien que se podía sentir.

LA ASISTENTE ©Where stories live. Discover now