5. Amigas.

64 8 27
                                    

-¿Te gustó la sorpresa?.- pregunta Andre mientras entro a la cocina con una sonrisa en mi boca sin mostrar los dientes.

-¡Me encanto! Fué una gran sorpresa. De verdad gracias.- Dijè mirando a mi padre, quien habìa entrado unos segundos despuès de mì.

Sonrie.-No fuè nada, no siempre puedes andar en patines. Ademàs, eres la adolescente màs responsable que conozco, se que hicè bien en regalarte ese coche.

Sonreí sin poder evitarlo.

Mi padre y Andre intercambiaron miradas còmplices, los mirè expentante.

¿Y ahora qué?

-Y eso no es todo, tu padre me dijo que uno de tus sueños es ir a los parques Disney...- pausa dramàtica- ¡Nos vamos a Orlando!.

¡¿Es enserio?! ¡O POR MERLÍN!.

No dije nada, sòlo empeze a dar saltitos en la cocina. Nada màs.

Sùper normal.

-¿Cuando nos vamos?.- digo tratando de no gritar de la emoción.

-Dentro de 2 semanas, justo después de tu examén de conducir.

-Ok. ¡Gracias, gracias, graciaaass!.- dije abrazándolos.

Me separé de ellos.

-Bueno, nosotros nos tenemos que ir. Tengo que ir a la empresa y llevar a Andreina al trabajo.

- ¿Y quién va a cuidar a las niñas?, porque yo quería nadar un rato.- digo tratando de que no suene mal.

-Tranquila nena, ellas saben que tienen y que no tienen que hacer. Ve tranquila.- dice Andre restándole importancia.

-Ah... bueno, chau.

-Chau.- dicen y los veo desaparecer por la cochera.

Salgo de la cocina y paso por la sala, donde se encuentra mi segunda hermana menor: Ada.

-¿A dónde vas?.

-A nadar.

-¿Puedo ir contigo?.

-Nop.

- Okey.- dice y dirije su atención a Hannha Montana.

¡Oh los viejos tiempos!

Me siento vieja...

Abro la puerta corrediza de cristal (la cual da al patio) y de inmediato me golpea el aire salado. El aire salado imnunda mis fosas nasales.

Cierro la puerta y me dirijo al muelle.

-¡Oye tú!.- grita una voz femenina-¡Oye espera!.- vuelve a gritar y me detengo.

Una chica rubia (no natural) llega a mi lado con la respiración un poco agitada. Levanta la mirada.

Tiene los mismos ojos que Ethan...

Esperen... ¿¡Por qué carajos estoy pensando en sus ojos!?

Toma una bocanada de aire antes de hablar- Hola soy Salma, la melliza de Ethan. Tu vecina.- dice con una sonrisa.

Con razón...

Sonrio-Soy Isabella.

-Perdón por haberte llamado así, lo que pasa es que mi hermano me hablo de ti ayer y me diste curiosidad.

-No hay problema.

-¿Quieres venir a mi casa? Para conocernos mejor, no te preocupes mi hermano salió con sus amigos y mi mamá no vuelve hasta las 8.

Sanando HeridasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon