33. Hospital.

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Miro a Salma una vez más, me devuelve la mirada algo preocupada. Ambas miramos el asiento vacío al lado de Kika, como si esperaramos que en cualquier momento Barbie va a aparecer y decir que todo está bien y que somos unas drámaticas.

Desde que desperté tengo un nudo en el estómago, hace dos días que ninguna de nosotras tiene alguna noticia de ella, y Barbie es una persona que muy difícilmente se separa de su móvil. Ayer preguntamos en la coordinación y no nos dieron ninguna respuesta util; dijeron que estaba enferma y que volvía la semana que viene. Pero Salma nos contó que ella nunca hace eso, siempre avisa si viene y pide las tareas, cosas que no ha hecho.

Hemos ideado un plan: Kika va a distraer a la recepcionista, Salma vigila mientras yo busco en los archivos el número de su madre. Simple.

Creo que tienes un deseo oculto por ser espía.

Ojalá fuera eso, tengo un mal presentimiento Emma.

Lo sé, por eso no te estoy deteniendo.

Gracias.

La campana suena y nos da luz verde para ejecutar nuestro plan. Ya en el pasillo nos dirijimos a coordinación, Kika se adelanta y nos escondemos detrás de una columna. Escucho a Kika hablar y luego unos pasos. Asomo mi cabeza y al no ver a nadie procedo a entrar. Saco mi Iphone y abro la cámara.

Menos mal que no le dió tiempo de bloquear la computadora.

Pongo en nombre de Barbie, me aparece su constancia de inscripción junto con otras cosas. Tomo la foto y me apresuro a borrar mi rastro digital.

-¡Muévelo!.- grita en un susurro Salma.

Salgo y justo nos encontramos con Kika y la recepcionista.

-Justo te estabamos buscando.- decimos al unísonio.

-Estaba diciéndome que encontró vomito y sangre en el baño. Pero no encontramos al alumno, fuimos a la enfermería y no había nadie. De todos modos, gracias por avisarme.- dice viendo a Kika.

-No se preocupe, avíseme si podemos ayudar en algo.

-Gracias, ahora vayan a comer.

Asentimos, cuando estamos lo suficientemente lejos, suspiramos y sonreímos algo tensas.

-¿De donde sacaste la sangre?.

-Me sobró un poco de Hallowen, planeaba usarla con tus hermanos, pero esto era más importante - admite y me mira. -. Dime por favor que lo conseguiste.

-Ahora podemos llamar a su madre y obtener respuestas - digo mostrándoles la foto.-. Por cierto, ¿de dónde sacaste el vómito?.

Se encoje de hombros.

-Eso si no sé, ya estaba allí cuando llegué con la tipa. Simplemente fue un objeto de oportunidad.

-Perfecto, ahora vamos que me muero del hambre.

Barbie P.O.V

Lo admito, el amor me cegó. Me cegué de tal punto de ver cómo me la jugaba en mi propia cara y yo no hacia nada; mis amigas me lo advirtieron, en especial Isabella, me lo dijeron un montón de veces, pero yo siempre lo defendía, pensando que nunca me haría daño, que no me fallaría. Que nuestras promesas se cumplirían, pero simplemente era la ilusión de que él fuera mi primer amor y que nunca me fallaría. Fui tan ilusa, fui tan estúpida...

Lo suficientemente estúpida como para estar en un hospital por su culpa.

Mi "madre" no deja de juzgarme desde que llegamos al hospital. Bueno, ella nunca deja de juzgarme. Mi padre no le dice nada, creo que por miedo a que ella le diga algo. Patéticos.

Sanando HeridasWhere stories live. Discover now