Sanando Heridas

6. Pijamadas y primas.

Al terminar de bañarnos y vestirnos, ambas bajamos a la cocina, pasando por la sala. Supongo que los chicos están en al cuarto de Ethan.

-¿Qué vas a cocinar?.- pregunto mientras me siento encima de la mesa.

-Mjm... se me antoja una pizza de jamòn y queso con peperoni.

-¿Vas a cocinar una pizza?- pregunto con las cejas alzadas-, eres muy floja para hacer eso Salma.

-No tonta- dice negando con la cabeza-¿Por quién me tomas?.-pregunta sarcástica con los ojos en blanco-. La voy a pedir.

Es mi turno de poner los ojos en blanco antes de reir.

Ella toma el teléfono de la casa y llama a una pizzeria.

-Listo, estarán aquí dentro de 30 minutos.

-¿No deberías cocinar?.

Ella niega con la cabeza antes de contestar-Sólo se cocinar lo justo y necesario para no morir de hambre, Ethan es quien más cocina de la familia-levanta sus hombros a la vez que dice-. A mí no me dieron el don de cocinar, sólo el de comer.

Suelto una risa a la cual Salma se une.

Ella me mira con curiosidad-¿Cómo es nadar con una cola?.

La miro sorprendida a lo que ella se encoje de hombros.

-Ethan es mi mellizo, nos contamos todo.- dice con simplicidad.

Debí suponerlo...

Aclaro mi garganta antes de contestar-La verdad es maravilloso, una sensación tan increíble que no puedo explicarlo con palabras.

-Me dijó lo mismo cuando se lo pregunté a él. Pero... ¿Cómo funciona en tú familia? ¿Nacen con cola o qué?.

-La cola nos sale a la edad de 7 años, es por herencia. O al menos en mi familia lo es.-

Se que se preguntan, ¿Por qué le cuentas esto a una extraña?.

La verdad es que no le conviene delatarme, ya que su hermano se vería implicado en esto. Pero más allá de eso...

Confio en ella. Se que no le dirá a nadie lo que le estoy contando.

-¿Y cómo son tus poderes? Ethan nunca ha querido mostrasmelos..- dice esto último más para ella que para mi.

Rio antes de contestar-¿Alguna vez haz visto H2o Sirenas del mar?- ella asiente-Bueno, es casi como eso. Puedo manipular el agua, congelarla, calentarla y otras cosas que no se explicar, pero si te puedo mostrar.

Salma me mira con confusión pero también emocionada.

Agua sale del grifo, a lo que ella da un grito ahogado por sus manos. Me concentro en visualizar la forma que quiero que tenga y cuando esta claro, le ordeno que se materialize en algo parecido al cristal y vidrio.

Agarro la pequeña escultura con mis manos y se la doy; es un delfín.

-Es precioso, ¡Gracias!.- grita antes de lanzarse a mi.

Casi me caigo pero logré estabilizarme.

-Es mucho mejor que el vidrio o el crital, ya que si se te llega a caer no se va a romper.- digo al separarnos.

-Justo lo que necesito.

Escuho pasos y voces que provienen de la sala y en menos de un segundo alguien toca el timbre.

-Debe ser la pizza.

Pero Salma se equivoco, ya que no era un repartidor el que tocaba el timbre, sino, 2 niños castaños.