30. La realidad y patines.

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El rostro inexpresivo de mi novio aparece en mi campo de visión, sin embargo, su mirada muestra dolor y culpa. Llega hasta mí, toma mi muñeca y me guía hasta estar fuera del salón. Es un balcón con varios sillones blancos. Se sienta en uno, mira al cielo nocturno y suspira. Lo miro y me muerdo los labios, ¿tan mal salió?. Creo que es muy shockeante que tu mejor amiga te diga que ha estado enamorada de tí desde hace años, pero cómo él estaba conciente de eso no pensé que la realidad lo golpearía tan fuerte. Me mira y me incita a acercarme, hago un ademán de sentarme a su lado, pero Josh no coincide conmigo. No, él me jala del brazo y para evitar golpearnos, separo mis piernas, quedando encima de él. Nos abrazamos.

-No pensé que me afectaría tanto...

-Es tu mejor amiga, incluso cuando lo sabías, no querías aceptarlo. A ambos los golpeo la realidad, ahora tienen un concepto distinto del otro.

-Ahora todo será diferente.

-Sí, pero vele el lado bueno.

-¿Cuál?.- pregunta mirándome a los ojos.

-Que esto sirve cómo una liberación para ella, acaba de quitarse un peso de encima que llevaba cargando durante años. Y no sé, tal vez consiga superarte y enamorarse de alguien más, ya que supongo, que se cerraba a conocer a otros chicos porque te estaba esperando a ti.

-Eres increíble.

-Dime algo que no sepa.- ambos reímos.

-No, me refiero a que tienes la capacidad de hacerme reir incluso en estos momentos y al mismo tiempo me das tranquilidad - me mira y sonríe.-. Bueno, ya escuchaste mi problema, ahora es mi turno.

-¿De qué?.

-No te hagas la loca, desde que empezó Octubre has estado algo desanimada. Dime que te pasa.

Me encanta qué me conozca tan bien. Es mi turno de suspirar y mirar el cielo. Que lindas estrellas...

-¿Recuerdas que dije qué mi hermana se había suicidado? - asiente, su mirada atenta me da ternura.- Bueno, hoy sería su cumpleaños número 14...

-¿Y?.- me incita a continuar, lo miro a los ojos.

-La extraño tanto Josh, mucho más de lo que pensé. Extraño su estúpidez, su amargura, sus gritos silenciosos en las madrugadas por estar viendo la muerte de Phillip...

-¿Cómo puede ser un grito silencioso?.

-Es cuando gritas pero con la boca cerrada.- aclaro, y rio al recordar que también se pusó así por un video Wigetta. Suelto un suspiro melancólico.

Josh pone su mano en mi mejilla, y me sobresalto al sentir sus dedos fríos contra mi piel. Nuestros ojos se encuentran y caigo en su encanto. Nos acercamos y nuestras bocas se encuentran por segunda vez en la noche. Me separo antes de que se torne más apasionado.

-¿Ya pensaste en el disfraz que usarás?.- pregunto refiriéndome a la fiesta de disfraces que habrá en la escuela, mientras juego con su cabello.

-No, el tema es disfraces de parejas. Me dijiste que tú lo escojerías - Ah verga, si es cierto. Una idea cruza por mi mente fugazmente, lo miro con duda y muerdo mis labios.-. ¿Qué piensa tu mundo?.

-Bueno, hace unos días estaba divagando sobre que ponerme; primero pensé en vestirme cómo Kitty Noir, pero me confundirían con Gatubela. Entonces me puse a pensar en cómo nos disfrazaríamos si fuéramos diafrazados de parejas.

-¿Y?, ¿cuál escogiste?.

-Bueno, comparé nuestras personalidades y nuestros aspectos físicos para evitar tener que hacer un gran cambio y llegué a la conclusión de que podríamos disfrazarnos de...- el grito de mi prima buscándome me interrumpe, veo a Josh bufar y suelto una risita. Me levanto justo al tiempo en el que Kika aparece por la puerta del balcón.

Sanando HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora