Capítulo dos

4.3K 300 6
                                    


Entré a pasó rápido, la puerta estaba cerrada como siempre.

–Otra vez usted señorita Vélez –habló un algo sorprendido, pues era mi segunda vez y jure no volver aquí.

–Lo siento –tome asiento junto un chico que al parecer estaba dormido. No era de meterme en problemas pero quería de alguna forma impresionar a Joel aunque esto creo que en ves de impresionar me ridiculicé.

La puerta volvió a abrirse, no me importaba quien había entrando, sólo quería que las horas pasarán rápido.

–Pss... –susurro alguien, volteé disimuladamente encontrándome con Joel a unos cuantos metros ¿que?

–¿Qué haces aquí? –hablé de igual manera, por su lado sólo hizo algunas señas que rápidamente entendí, quería que me sentara con el.

Me levanté con cuidado de no hacer ruido, para no captar la atención del maestro. Camine de puntitas, una vez llegado mi destino me senté al lado de el.

–Respondiendo a tu pregunta –río bajito y volteó a verme–. Le tiré digamos que... Un poco de perfume de hombre a Clary, fue un alboroto, pero tenía que estar acá.

No pude aguantar la risa, como quisiera a ver visto esto, se lo merecía aunque sólo fuera para que lo regañarán.

–No necesitaba que vinieras –le sonreí y el negó con la cabeza.

–Mira las personas de aquí y dime si acaso prefieres estar sola –mire a cada una de las personas que se encontraban aquí y para mi sorpresa era la única chica, pero eso no era una cosa que me preocupara, digo, aquí está el maestro ¿que podría pasar?

–Un poco, tal vez tengas un poco de razón –hablé sin interés.

[...]

–Bien, pueden irse –se levanto del asiento y salió el salón dejando a todos sus alumnos solos.

–¿Nos vamos? –Joel me miro esperando mi respuesta, tome mi mochila y mi libreta en mano.

–No lo creo, lo más probable es que me valla con Chris, después de lo de ayer... –abrió sus ojos con sorpresa, supongo que no se esperaba el que mi hermano se enterará de que salí sin permiso.

–Lo siento Angie, de verdad –negué, después de todo no me regaño tan gravemente, fue un pequeño castigo que sabré afrontar.

–Bueno, iré a buscar a mi hermano, adiós Joe –me despedí de un abrazo mientras que el beso mi mejilla.

Salí de la odiosa habitación, cuarto, salón o como quieran llamarlo. No había nadie en los pasillos, supongo que era porque hace más de treinta minutos que sonó el timbre, fui directo hacia la salida esperando por milagro que mi hermano siguiera aquí.

Mientras más caminaba, lograba ver que aún había personas aquí, sólo que en la calle de enfrente y entre ellas estaba mi hermano, abrazando a una rubia.

–¿Nos vamos? –pregunté, Amelia la "rubia" rodó los ojos, no le tome importancia alguna pues después de todo, si lo hacia significaría que me importaba y la verdad que dejo de importarme hace mucho tiempo.

Ella era mi mejor amiga, claro, antes de enterarme que se acostó con mi hermano, que sólo se acercó a mi por el. Chris no sabe nada, pues si le decía seguramente la dejaría, claro que quería que la dejara pero era su novia y ese primer amor nunca se olvida tan fácil, espero que Alison logré hacer que este tonto reaccione.

–Tardaste mucho –se quejó, giró hacia la rubia–. Bueno, nos vemos amor.

Voltee hacia otro lado, no quería presenciar eso. Habían pasado ya dos minutos eternos y aún no los escuchaba separase, que asco me dan.

–Si quieres me voy con Joel –hablé aún sin mirarle.

–¡No! –oí sus pasos hacia mi y sonreí, era un celoso.

Al momento en que pasó por mi lado comenzamos a caminar en dirección a casa.

–Detención, de nuevo –rodé los ojos, sabía lo que se aproximaba.

–No empieces, no ahora.

–Sabes que todo es culpa de el pero no lo quieres aceptar, desde que te juntas con ellos cambiaste demasiado, ya no te reconozco Angie.

Sólo ignore su comentario y me dispuse a seguir caminando, tal vez tenía razón pero tal vez no. Aparté es mi hermano, no tiene nada de derecho sobre mi, no se que papel quiera hacer.

Espere a que Christopher sacara las llaves y abriera la puerta, cuando por fin lo hizo subí corriendo para poder llegar a mi habitación, maldito chris, era un metiche.

–¿No comerás? –oí su grito desde acá.

–¡No! –hablé de la misma forma, no escuche más ruidos o gritos así que supuse había entrado a comer, el sólo.

Abrí mi mochila para sacar mi celu... ¡Mierda! Mi celular, donde me lo abre dejado.
Me levanté de la cama y salí de mi habitación.

–Chris de casualidad no has visto mi celular? –grité pero al decir lo último lo dije un poco más despacio pues Christopher estaba frente a mi habitación con mi celular en mano.

–¿Dónde estaba?

–Alison me lo dio, lo dejaste en el salón antes de ir a detención –le guiñe un ojo, el soltó una risita.

–¿Quieres ir al cine más de noche? –preguntó.

–¡Si! Quiero ver la nueva película.

–Irá Amelia, me gustaría que se llevarán bien.

–¿Qué? Sabes olvídalo, tengo cosas más importantes que hacer –volví a mi habitación dejándolo con la palabra en la boca. Como se atrevía a tan siquiera invitarme al cine sabiendo que iría esa... Esta hueca, pues le aplicare una peor, si iré al cine, sólo que con Joel.

Insane |Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora