Insane |Joel Pimentel

Capítulo 21

Salió de la habitación dejándome completamente confundida, como sabía ella lo que estaba haciendo, ¿también estaba metida en ese lío?

Intente seguirla pero al salir de la habitación me di cuenta que había desaparecido, como pudo correr tan rápido. Tomé una chaqueta color rosa pastel y me la coloque dispuesta a ir a donde estaban todos.

Camine hacia mi grupo de amigos, sentía como el lodo se adhería a mis zapatos y en cada pasó que daba sentía que me hundía en la tierra.

–¡Cuidado! –grito alguien, un gran pedazo de tierra mojada impacto en mi rostro.

–¡Imbécil! –grite en dirección a Zabdiel, quien fue el que me lanzó la bola de tierra. Me dirigí a el molesta pero antes de llegar a su lado mi hermano me sujeto por la cintura, el también estaba lleno de tierra.

–¡¿Qué les pasa?!

–Sólo nos estamos divirtiendo –río, lo mire incrédula y me solté de su agarre, camine en dirección a Joel y me puse a su lado.

Ahora era cuando me sentía más que incómoda, pues quería abrazarlo pero estaba aquí frente a todos y estoy segura que no sería capas de pronunciar palabra alguna.

Estuvimos un rato más ahí, después de todo accedí a jugar su bobo juego. Quedé llena de lodo y ahora mismo era cuando me quede a pensar como nos han dejado entrar a todos, llenos de lodo. Creo que los chicos imaginaron que era nieve y se divirtieron pensando en que se quitaría fácilmente, error.

Camine hacia las duchas, había pocas chicas ahí, pues aún no llegaban al internado las suficientes. Me metí a la ducha sintiendo el agua caliente deslizarse sobre mi cuerpo, cerré los ojos dejando que cubriera mi rostro.
Estuve un rato así pues el agua caliente hacia que me diera un pequeño parálisis y que me quedará quieta en mi lugar.

Al abrir los ojos me he encontrado con que estoy completamente sola, nadie más estaba aquí, en que momento se habían ido todas.

–¿Hola? –nadie respondió. Seguí limpiando mi cuerpo, olvidando el que estoy completamente sola porque si, daba miedo.

De un momento a otro el agua dejo de salir caliente para en su lugar salir fría, solté un grito al instante, estaba congelada.

–Mierda –susurré, me aleje un poco y cerré la llave, me cambie a la ducha de la lado pero al abrirla no salió ni un rastro de agua, que pasaba ahora.

Me he quedado sin agua, tan sólo tenía un poco de jabón en mi cuerpo, podría lidiar con eso. Tome mi toalla y la amarre a mi cuerpo, camine hacia los espejos pero al intentar salir de las duchas la regadera que estaba a mi lado se abrió empapándome por completo, di un pasó en falso que provoco que terminará en el suelo dándome un fuerte golpe en la cabeza.

–Auch –me quejé. Me levanté como pude cerré la llave, había un pequeño rastro de sangre en el suelo, toqué la parte de atrás de mi cabeza dándome cuenta que me había lastimado un poco, lo que me faltaba.

Me coloque frente al espejo, mi piel parecía estar un poco más pálida que de costumbre. Tome otra toalla pero estaba más pequeña para enrollarla al rededor de mi cabello.

–Angie... –oí un susurró, pero al girar no había nadie, seguía estando sola.

Acomode bien mi cabello, me acerque al espejo quien parecía tener una pequeña grieta en la esquina, enfoqué mi mirada ahí, nunca lo había visto antes. Volví a oír un ruido, esta vez no voltee, mire más a fondo el espejo dándome cuenta de que alguien estaba atrás de mi, no lograba verle la cara, era un simple sombra.

Al intentar alejarme de ahí sentí como alguien me empujo por detrás provocando que mi cara chocara con el gran espejo, después de eso no sentí nada más y todo se volvió negro.