Capítulo 18

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–Yo... No se sí estoy lista Joe... –abrió sus ojos a tope y soltó la carcajada–. ¿Qué te es tan gracioso?

–No me refería a eso –río–. Tienes una mente muy pervertida.

Sentí mis mejillas calientes al escuchar decir aquello. Qué tonta soy, pensé que...

–Te sonrojaste –afirmó. Negué con la cabeza y me encamine de nuevo a la cama–. Pero claro, si quieres podemos...

–¡Joel! –me quejé.

–¿Qué? Sólo decía –se cruzó de brazos. Se sentó junto a mi dándome un brazo, recargó su cabeza en el hueco de mi cuello, sentía su respiración chocar con mi piel–. Te quiero...

–Y yo a ti –susurré. No me iba apresurar a pensar cosas que no son, porque ese te quiero puede ser de cariño, no de otra cosa.

Mire sus ojos, sus hermosos ojos café acompañados de sus largas pestañas. ¿Cómo no iba a amarlo?

–Una foto dura más –comentó. Ignore lo que dijo, acomode un mechón de cabello que caía por su frente hacia atrás.

–Mi mechón –se quejó. Hizo un puchero con sus labios y no pude evitar reír. Me acerque más a el y volví a juntar nuestros labios. Con una mano me agarraba de la cintura mientras que con la otra me sujetaba de la mejilla acercándome más a el. No sabía si hacia lo correcto, lo único que sabía era que lo necesitaba.

–Uhm... –susurró entre el besó–. ¿Qué ha sido eso?

Reí y tape mi rostro con mis manos. Ahora estaba muerta de la vergüenza, fui yo la que inició.

–Me gus... –Joel guardó silencio cuando la puerta de la habitación fue abierta y por ahí entró mi hermano.

–Angie porque... ¡SUELTA A MI HERMANA PIMENTEL! –se acercó a pasó rápido. Joel fue más rápido que el y se levanto en la cama saltando hacia el lado contrarió, Christopher cayó en la cama pues no alcanzo a atraparlo, Joel corrió hacia la puerta y estando ahí me lanzó un besó.

–Después nos vemos nena –asentí sonriendo en mis dentros.

–¿Me puedes explicar que fue eso? No estabas convencida de que era un idiota –dijo enojado.

–No se que decir –susurré sintiendo vergüenza.

–Olvidalo, ya no digas nada –se paró de la cama y salió de la habitación dejándome sola de nuevo.

[...]

Salí de la habitación intentando no hacer ruido. Ya estaban todos dormidos más no podía ni cerrar los ojos. No me sentía segura.

Camine por el largo pasillo tarareando una canción en voz baja. Iba tan distraída cantando hasta que escuche un ruido proveniente de la oficina del director. Me acerque para poder ver que era lo que pasaba, me asome por la pequeña ventana intentando ver hacia dentro.

Había alguien ahí, alguien vestido completamente de negro. Rebuscaba entre los papeles en busca de algo, me moví un poco hacia delante para ver mejor pero por accidente mi pie golpeó con la puerta. La persona que estaba ahí volteó rápidamente apuntandome con la lámpara. Corrí hacia atrás alejándome de la puerta, pensé que vendría hacia mi pero fuero todo lo contrario al ver como por debajo de la puerta pasaba una hoja de papel.

Asustada e indecisa me acerque hacia el papel. Lo tome entre mis manos, era un sobré o eso parecía. Lo abrí sin preocupaciones, al leer el título sentí mi pecho doler y las lágrimas se aproximaban.

Inicio de la autopsia

Nicolás Martín Baker O'Brien

Insane |Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora