Insane |Joel Pimentel

Capítulo 17

El no saber nada hacia que estuviera más nerviosa de lo común.
Zabdiel caminaba de un lado a otro por la habitación, estaba igual o más preocupado que yo. Tan sólo nos han dicho que fuéramos a nuestras habitaciones pero ¿Y si el asesino estaba suelto? Quien iba a cuidar de nosotros...

-Qué estoy bien, Zabdi -hace rato que se había ido, más volvió a la habitación corriendo, pues dijo que si pasaba algo y el no estaba ahí no se lo perdonaría.

-¿No irás con Mila? -dije refiriéndome a su hermana. El pareció pensárselo un momento pero siguió acá-. Mira, se que piensas que estando allá está segura, a salvó. Pero eso es mentira, aquel instituto guarda algo oscuro, sácala de ahí, podría pasar lo mismo que...

Me quede callada, el sólo me miro confuso y con preocupación.

-¿De que hablas?

-Hazme caso -el asintió y se levanto. Salió de la habitación dejándome sola de nuevo.

Me miré en el gran espejo que estaba dentro de la habitación. Nunca me consideré una chica linda, o con buen cuerpo. Era... era normal. No tenía cuerpo de modelo, tampoco mi rostro era hecho por los dioses. Tal vez y esa fue la razón por la cual Joel se alejaba de mi, era tan poca cosa para el, y quizá siempre fue así...

Necesitaba el apoyo de alguien, necesitaba de mi hermano ahora...

Caminé hacia la puerta intentando abrirla pero estaba atrancada. Exactamente igual que cuando el accidente del baño.
Mis piernas comenzaron a debilitar se como gelatina. Un ruido a mis espaldas hizo girara rápidamente. Alguien más estaba aquí.

-¿Hola? -hablé hacia la nada. Nadie respondió.

Algo dentro del armario provoco un gran ruido. Corrí hacia la puerta y comencé a golpearla con desesperación.

Pronto sentí como alguien me tapa la boca y me alejaba de la puerta. Estando lejos de la puerta me soltó y me gire para poder verle el rostro.

-Tranquila, sólo soy yo -susurró acariciando mi mejilla-. Lo siento tanto...

Ni siquiera le pregunte el que hacia aquí, o como había entrado, tan sólo me lance a sus brazos, apoyé mi cabeza en su pecho mientras el me acariciaba la espalda.

-Lamento no haber estado ahí -habló en mi oído logrando que me estremeciera.

-Fue mi culpa, no debí -no quería volver al tema. Me ponía muy mal aquello-. Entiendo que no me quieras de esa forma, tranquilo.

El no dijo palabra alguna, camino conmigo hacia la cama y nos acostamos. Mi corazón latía al mil, aunque se que no significa más que una amiga para el, al estar cerca, causaba muchas emociones.

-¿Quieres hablar sobre lo de...?

Negué rápidamente.

-Tan sólo necesito estar así, contigo -no se porque mierda dije aquello, estaría más que extraño conmigo. No era normal-. Perdón...

Soltó una risita, se levanto un poco y depósito un pequeño beso en mis labios.

-Jo...

-No digas nada -le sonreí. Miles de emociones se apoderaban de mi ahora. Me había besado, Joel me había besado.

[...]

-Despierta -oí como alguien hablaba. Abrí poco a poco mis ojos, encontrándome con Joel. Tenía mi pierna encima de las suyas y lo tenía abrazado. Rápidamente me separe de el al darme cuenta de como estaba, mis mejillas se tornaron rojizas.

-¿Nerviosa? -lo fulmine con la mirada y el sólo río aún más fuerte.

-Eres un pesado -rodeé los ojos y me levanté de la cama.

-Pero así me quieres -me abrazo por detrás. Pasó sus brazos por mi cuello y me intente alejar de el pero me abrazaba más haciéndome imposible la huida.

-¡Hey! -grité. El me soltó de una vez y corrí hacia la puerta riendo, pero está seguía sin abrirse-. ¿También has hecho eso?

-¿Qué? -pregunto. Señale la puerta y el se acercó a intentar abrirla-. No he sido yo, lo juro.

-¡Ay! No puede ser -me quejé.

-Mírale el lado bueno, estarás aquí, conmigo, solos, por un largo rato...

-¿Qué tratas de decirme Pimentel?

-Depende de como te lo quieras tomar nena...