31. Misma rutina

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Al día siguiente, después de despertar. Estaríamos saliendo rumbo a otro motel, todo gracias a Zabdiel.

–¿Te ayudo, amor? –pregunté al ver como baja los escalones con dificultad, junto a un par de mochilas.

–Por favor –pidió. Solté una risa y tome las mochilas con facilidad.

Las acomode en la parte trasera del auto. Pude escuchar las quejas de los chicos, incluidos los reclamos hacia Zabdiel.

–¡Que ya! Lo siento. ¿Bien? –dijo Zabdiel más que fastidiado. Se lo merecía, nosotros tratando de ser discretos y el hacia todo lo contrarió.

–Ya déjenlo, fue sólo un accidente –ahora fue Angie quien salió a su defensa.

–¿Ven? Ella si me entiende –hizo un puchero y corrió a abrazarla.

La risa de Christopher fue más que escandalosa. ¿Se estaba burlando de mi?

–Bueno, basta, suban todos –regresó la cordura a Christopher. Nos acomodamos de la misma forma, unos arriba de otros.

–¿Y si vamos a lo de Erick? –susurró Angie en dirección a su hermano.
Esa podría ser buena idea, el chico tenía una casa en el bosque, una demasiado oculta, sólo la usaba en vacaciones, era un lugar seguro.

–¿Tu amigo? Ja, no gracias –soltó una risa demasiado falsa a mi parecer–. Sabes que no me agradan tus amiguitos.

Me miro por el retrovisor del auto, con una sonrisa en su rostro.

–¿Y Jaz que? También es mi amiga, bobo –comentó.

–Si pero... P-pero... –tartamudeo y todos soltamos una carcajada–. ¡Bien! Iremos a lo de Erick.

Teníamos que avisar antes, tan siquiera para ver si podíamos quedarnos pero nadie tenía su número. Lo único que sabía con exactitud, era el lugar donde escondía la llave, justo en la esquina de la ventana.

–¿Está algo lejos de aquí? ¿No? –pregunto Rich.

–Si. Ustedes sólo descansen, cuando lleguemos los despertamos –aviso Jaz a lo que todos estuvimos de acuerdo.

Angie estiró sus brazos, los pasó detrás de mi nuca dándome un abrazo, recargó su cabeza en el hueco de mi cuello.

–Te amo –susurré en su oído.

–Y yo a ti –sentía su respiración en mi cuello, causando que me estremeciera.

Recargue mi cabeza sobre la suya, tratando de no lastimarla. Así poco a poco fui cerrando los ojos.

[...]

Angie Vélez

Abrí los ojos al sentir como me sacudían.

–Ya llegamos, nena –su voz sonaba más ronca de lo que ya era.

–Un minuto más Joel –me aferre más a su cuerpo. Su colonia inundo mis fosas nasales con rapidez.

–Anda, vamos. Nos están esperando –hizo un leve movimiento, haciendo que despertara por completo–. Ya te deje dormir diez minutos más. ¿No es suficiente?

–Bien –alargué la 'e'.

Baje del auto seguida de Joel. Hace mucho que no venía acá, Erick sólo me había traído al rededor de tres veces.

–¿Crees que estaremos bien acá? –pregunté.

–No lo se amor, sólo espero que esto acabe de una vez por todas.

–¿Y si no lo hace?

–Angie, estaremos bien. ¿De acuerdo?

Sólo asentí, creyendo en las palabras de Joel. Aunque para ser honestos, sabía que nada estaría bien.

*******

Capítulo corto y aburrido.
Perdón pero hoy no tuve nada de ideas.

🌸NUEVA PORTADA🌸
¿Qué les parece?

Hasta el miercoleeeeees✌️

Insane |Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora