Capítulo 11

2.6K 213 20
                                    


–Bien. Ahora tienen que tomar de la mano a su pareja y el cordón que próximamente se les será entregado tendrán que amarrarlo juntando sus dos piernas y así la carrera comienza...

El entrenador daba las instrucciones. Miraba con atención a Joel, nunca había hecho este tipo de juegos. Jaz quien estaba con mi hermano sólo reía por su expresión y las pocas chicas que había ahí intentaban ligarse a sus parejas. Si está semana fue larga y poco a poco fueron entrando chicas, raro asunto...

–¿Listos? –estaba distraída y ni cuenta me había dado cuando Joel había amarrado la cinta. Sólo escuche el silbato y tomé la mano de Joel con fuerza. Con tan sólo dar un pasó mis rodillas dolían por la presión. Ni correr podíamos.

–Tranquila, izquierda, derecha, izquierda. Es fácil –intentaba darme las instrucciones y que siguiera sus pasos. Obedecí a Joel y eso me facilito más la caminada.

–¡Si! Lo estoy logrando –chille emocionada pero fue poco ya que pronto caí al suelo golpeándome la cabeza.

–Lo siento, ¿te dolió? –el chico quien me había puesto el pie a propósito río falsamente.

–¡Qué te pasa imbécil –habló enojado mientras se arrodillaba a mi lado quitándonos la cinta y chequeando mi tobillo. Creó que no se había dado cuenta que aquel chico lo hizo con malas intenciones, el tan sólo se encogió de hombros.

–Tranquilo Joel, estoy bien –intente calmarlo, pues sabía como se ponía. Pronto llegaron Jaz y mi hermano preguntando por mi.

–Está bien –hablo Joel por mi-. Pero creo que su tobillo no lo está. Tienes que ir a checar eso, anda vamos –extendió sus brazos para que pudiera abrazarme a el.

–Puedo caminar sola –intente soltarme de su agarré pero aún así me levanto del suelo, apoye mi brazo al rededor de su cuello y como pude camine junto a el. El entrenador no se limitó a preguntar por mi estado sólo asintió y salimos de ahí.

La enfermería está cerca, lo cual agradecí. Empujo con su mano libre la puerta, entramos a la no tan pequeña habitación, ahí estaba la enfermera.

–Chicos...

–Se ha lastimado el tobillo –hablo Joel sin dejar terminar a la enfermera. Ella sólo se acercó a mi y reviso mi estado.

[...]

–Jodido problema en el que me he metido –me queje intentando mover mi pie.

–No hagas eso –se quejó Pimentel. La enfermera había vendado más que bien mi tobillo y literalmente no podía moverlo para nada, apretaba.

–Siempre es así, no te lo tomes personal –habló uno de los compañeros de Joel.

–¿De que hablas? –pregunté.

–El chico que te ha puesto el pie. He visto todo. No te lo tomes personal pues Nick es un idiota, supongo que ya te diste cuenta de eso –sólo asentí-. No eres a la única persona que le ha hecho algo así, supongo que lo hace sentir más, ¿hombre?

–Pues eso a mí no me importa. No le pondrá la mano encima de nuevo –soltó mi hermano enojado.

–Primera vez que estoy de acuerdo contigo, Vélez –río Joel y mi hermano lo ignoro por completo.

–Ya basta –volvió a hablar el compañero de Joel.

–Cállate Zabdiel –se quejó. Ahora el chico tenía nombre, Zabdiel.

Ya cada quien había partido a su habitación, tan sólo estábamos nosotros tres aquí. Decidí dormir en una cama propia pues Christopher parecía remolino.

[...]

–¡AHH! –me levanté de golpe mirando a la persona que había gritado. Encontrándome con una chica de cabello rubio, mire hacia mis compañeros y estaban de igual forma-. Es hora de tomar la ducha...

Los tres asentimos sin comprender y nos levantamos de la cama y nos sacudimos.

–Me bañe ayer por la noche, no tomare la ducha matutina –hablé, ambos rieron mirándome.

–Ni yo –hablaron al mismo tiempo.

Nos cambiamos, Christopher salió de la habitación a esperar a que nosotras terminemos para entrar el. Una vez listas salimos y el pudo entrar a cambiarse.

–Iré al baño, antes de que se infeste de personas –ella asintió y se quedo a esperar a mi hermano.

Llegué al lavabo y me encontré con algunas chicas entre ellas la rubia que entro a despertarnos. Se estaban maquillando, rodé los ojos y pasé por detrás de ellas.

–Mira tenemos a una puta aquí dentro –¿Disculpa? ¿He oído bien? ¿Pero que le he hecho yo?

–¿Perdona que has dicho? -sonreí hipócritamente.

–Aparté de puta sorda –rieron todas.

–Te pegaría un bien puñetazo para partirte esa nariz de silicona que tienes –empecé a hablar-. Pero no puedo. Verás que estoy en contra del maltrato animal por lo tanto no puedo pegar a una zorra como tú.

–Pero tu de que vas chica, ¿me estas retando?

–Si –dije colocándome al lado suyo.

–Te voy a hacer la vida imposible, vámonos de aquí chicas –dicho esto sus clones y ella desaparecieron de mi vista.

–La zorra y su ejército se van –festejé en mi interior.

Después de todo eso hice mis necesidades y me lavé las manos y la cara. Fui hacia la puerta pero me encontré con que estaba atrancada. Suspire enfadada.

–Rubia –hablé tranquila pero no hubo respuesta-. Se que has sido tu zorra. Si es una broma no tiene ni puta gracia –chillé.

No obtuve respuesta juro que le voy a pegar un puñetazo que le voy a reventar esa nariz de silicona. Sólo me quedaba sentarme a esperar que alguien solidario me abriese la puerta.

Llevaba dos minutos y para mí parecían horas.

Un sonido dentro del lavabo me hizo desconectar de mis pensamientos, notaba como si hubiera alguien que me observaba, notaba una presencia.

–¿Quién está ahí? –como era de esperarse no obtuve respuesta.

Estoy empezando a pensar que este sitio me está volviendo loca.

Luego se escucharon ruidos y eran cada vez más fuertes, eran como pisadas que se acercaban.
Definitivamente me estoy volviendo loca.

En un momento me doy cuenta de algo,  el lavabo se estaba llenando de gas, así es de gas.

El tubo estaba roto y estaba saliendo todo el gas. Pero esa era imposible que se hubiera roto, alguien lo había forzado.

Levanté un poco mi blusa tapandome con ella la boca y nariz. Si respiró mucho de eso no viviré para contarlo. Me cansé y empecé a patalear la puerta y a chillar que me ayudarán pero no obtuve respuesta.

El tiempo pasaba y ya todo, prácticamente se había llenado de gas. Los párpados de los ojos se me cerraron haciendo que lo viera todo negro.

Insane |Joel PimentelHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin