1- Sangre y dolor

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~Escritora~

–¡¡MAMÁ!! –gritaste mientras veías como una piedra caía en tu casa– ¡¡Tenemos que ayudarla!!

–(T/N)... –tartamudeó Amelia y puso una mano en tu hombro– ...no podemos hacer nada... –te dijo agachando la cabeza.

–Amelia tiene razón, (T/N)... –dice Liam.

–¡No! –dijiste con lágrimas en los ojos. Rápidamente te apartaste de tus amigos y fuiste corriendo a tu casa a ayudar a tu madre. –¡Mamá! ¿¡Dónde estás!?

–(T/N)... –dijo tu madre casi en un susurro que lograste escuchar y corriste hacia ella.

–M-mamá, te sacaré de ahí –dijiste intentando apartar un mueble muy pesado que había caído sobre ella, pero no lo conseguías levantar.

De pronto escuchaste un gran golpe de a fuera. Te asomaste y pudiste ver un gran titán de más de 50 metros asomado en la muralla y dando patadas en ésta.

Caíste de rodillas al lado de tu madre llorando en silencio y sucia por la cantidad de polvo que se había levantado.

Tu madre puso lentamente una mano sobre tu pierna, la miraste.

–Cariño..., vive –te dijo, débil y con lágrimas en los ojos–, cumple tus sueños y hazte la más fuerte. Explora el mundo que hay tras las murallas como lo hizo tu padre y... recuérdame.

–Mamá..., no, no... no te despidas, aún n-... –fuiste interrumpida por otro gran estruendo.

Muchos titanes habían pasado hacia el distrito, arrasando todo lo que veían y engullendo a todas las personas que lograban atrapar.

Abriste los ojos como platos al ver que un titán se acercaba a tu casa con velocidad. Tiraste del brazo de tu madre, nada; intentaste mover el mueble, nada.

–Huye pequeña... –te dijo ella con una sonrisa triste– vive por mí, ¡¡CORRE!!

Y eso hiciste, te levantaste a toda prisa y saliste a toda velocidad hacia donde estaban tus amigos, pero no sin antes mirar atrás. Pero lo que viste hizo que te arrepintieras: un titán de tres metros aproximadamente agarrando a tu madre desde cada extremo de su cuerpo y estirando hasta desgarrar completamente su cabeza y brazos. Dejó caer su cabeza y lo demás lo mordió y tragó hasta que no quedaba más que sangre de ella en aquel titán.

Desafortunadamente, todavía estabas a unos metros de tu casa y toda la sangre de tu madre te salpicó por completo dejando tu ropa teñida de rojo.

Ibas a dejarte caer y derrumbarte, cuando oíste gritos cerca de ti.

Un titán iba a comerse a tus amigos. Entreabriste la boca ante tal escena. La sangre volvió a caer sobre ti, esta vez de la única familia que te quedaba. Tapaste tus ojos con las manos y empezaste a llorar desconsolada.

Estabas sola, manchada de la sangre de las personas que amabas y rodeada de titanes hambrientos buscando desesperadamente la muerte de los humanos.

Recordaste lo que dijo tu madre.

Cariño..., vive, cumple tus sueños y hazte la más fuerte. Explora el mundo que hay tras las murallas como lo hizo tu padre y... recuérdame.

Alzaste la cabeza mirando al Muro Maria.

–Me voy allí... –dijiste y empezaste a correr hacia la casa más cercana, sin importarte si había titanes cerca.

Reconociste la casa de tu amigo Liam y entraste en ella. Con el corazón en el pecho te dirigiste a la cocina y miraste los cuchillos.

Flash Back

Querida, ten cuidado con ese cuchillo, la hoja corta mucho –te advirtió la madre de Liam.

–No se preocupe señora Schell, tendré mucho cuidado –le respondiste con una sonrisa, segura de ti misma.

Fin del Flash back

–Necesito ese cuchillo –dijiste para ti.

Revolviste todos los cajones hasta dar con él.

Saliste corriendo de la casa con el cuchillo en mano cuando escuchaste pisadas cerca de ti.
Efectivamente, había un titán yendo hacia la casa de tu difunto amigo Liam.

Seguiste con tu carrera sin mirar atrás. Divisaste el Muro María y sonreíste, estabas salvada.

Pero...

Un titán se puso en tu camino haciendo que te chocaras con su pierna. Con miedo miraste arriba.
En la boca del titán había una sonrisa espeluznante y al verte le empezó a caer saliva.

–E-estoy muerta... –susurraste apartando toda esperanza de sobrevivir. Pero un chispazo en tus brazos hizo que apuñalaras la pierna del titán una y otra vez. Éste te cogió con sus enormes manos, pero todavía no te habías rendido. Apuñalaste nuevamente la mano del titán.

Le cortaste un dedo... Pero de poco sirvió, su fuerza era quince veces o quizás mayor que la tuya.

Te diste por vencida al ver que te acercabas a la boca del titán. Cogiste el cuchillo con todas tus fuerzas, el recuerdo de que intentaste luchar estaría junto a tu cadáver toda la eternidad.

Hasta que algo o alguien voló hasta tu posición y cortó con unas cuchillas de medio metro la mano del titán.

La mano te soltó y sentiste como caías a cámara lenta, pero alguien te cogió justo unos metros antes de tocar el suelo.

El hombre te miraba con una expresión seria, pero percibiste algo de preocupación en sus ojos.

Seguías con el cuchillo en la mano, cuando empezaste a cerrar los ojos. Al desmayarte soltaste el cuchillo, que estaba lleno de sangre de aquel asqueroso titán.

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¡¡Holiiiis!! :3 ¿qué tal?
Aquí os dejo con el primer capítulo de esta historia.

Espero que os esté gustando ;3

Dadle estrellita si os ha gustado,  animáis a continuar n.n

¡Byeeees!~

Bajo tu cuidado [LevixReader]Where stories live. Discover now