30- Celos

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~Levi~

(T/N) ya tenía veintidós años cuando los reclutas del escuadrón 104 se unieron para que cuatro años después de duros entrenamientos puedan ir al camino que deseen o puedan escoger. Todavía tenemos esperanzas de que alguien se una a la legión, cada vez somos menos los que llevamos las alas a nuestra espalda y más los que llevan un unicornio por la protección del rey de las murallas.

-Leviiiiiii vamos a ver a los nuevos reclutas andaaaaaaa -me suplicó con voz de niña pequeña. está muy obsesionada con los del escuadrón 104, en especial de un niño de Shingashina... ¿Jaeguer? Sí, creo que era así.

-(T/N), ya lo hemos hablado, si vamos interrumpiremos en sus entrenamientos y si quieren venir con nosotros tienen que ser los mejores -soy un poco firme con ella sobre esto, pero tiene que entnderlo. Frunce el ceño molesta e infla los mofletes.

-Pero si interactuamos con ellos verán que somos los que tienen que elegir... venga... -se acercó a mí con pasos lentos y apoyó las manos sobre mi pecho. Me sonrojo levemente chasqueando la lengua y miro hacia otro lado.

Puso los brazos alrededor de mi cuello y acercó mi rostro al suyo. Tenía una sonrisa maliciosa y sus ojos estaban cargados de lujuria. Sus labios rozaron los míos. A estas alturas estaría pegándola contra la pared y besándola con fuerza... pero mi cuerpo no reaccionaba a mis pensamientos. Ella está al mando de todo mi ser.

-¿Por favor? -susurró contra mis labios, haciendo que soltara un leve gemido- eso pensé oír la primera vez... -sonrió contenta y me besó con pasión. La cogí de la cintura, pegándola totalmente a mi cuerpo. Me separé de ella un tiempo después.

-Esta vez ganas tú, pero la próxima no será tan fácil -sonreí ligeramente y le acaricié la cabeza.

-Bieeeeeeeeeeen -chilló contenta y me cogió de la mano para salir de mi oficina e ir con los reclutas.

Unos minutos después nos encontramos a mi querido calvito entrenando duramente, como siempre, a los pobres reclutas. ¿No se cansa de esto? Vaya...

-¿Rivaille?... ¿(T/N)? Cuanto tiempo, pequeñaja -sonrió al ver a mi mocosa. No dije nada.

-¿Cómo va todo? ¿los reclutas se portan bien? -dio una ojeada a los chavales que hacían lucha cuerpo a cuerpo.

-Todo muy bien, pero por desgracia no hay nadie como tú... una pena, daría lo que fuera por más reclutas así.

-Siento decírtelo Shadis, pero soy única e inigualable -dijo sonriendo con superioridad.

-Tienes mucha razón -puso una mano en su hombro.

Mientras esos dos seguían hablando, observé a un niño de unos quince años de ojos verdes, pelo castaño y tez un poco bronceada que observaba a (T/N) con algo de vergüenza; tenía las mejillas levemente sonrojadas.

No me gusta cómo la mira, frunzo el ceño y ella se percata.

-¿Qué pasa, Ackerman? -rodeó mi cuello por detrás, abrazándome.

-No me gusta como te mira ese... Jaeguer... -gruñí entre dientes.

-Vamos sólo es un niño, no te preocupes, te quiero a ti -me besó en la mejilla, haciendo que me sonrojara levemente.

-Te quiero -susurré de manera casi inaudible, pero creo que me ha oído porque me ha sonreído con cariño antes de alejarse hasta donde está Eren.

~(T/N)~

Caminé hacia Eren con una sonrisa amable. Levi exagera, sólo está nervioso porque soy su superior y la mejor de su escuadrón... ¿verdad? Bueno o eso me planteo.

El pequeño Jaeguer está, como siempre, acompañado por su hermanastra Mikasa, que me mira con una mirada severa.

-Hey, ¿cómo va todo? -sonrío amablemente. El castaño me devuelve la sonrisa, pero la azabache me mira mal.

-V-va todo bien, estábamos entrenando pelea cuerpo a cuerpo -me sonríe con algo de vergüenza y el corazón se me enterneció.

-Bien -me responde Mikasa, seca.

-¿Necesitáis ayuda con algo?

-N- -Mikasa fue cortada por la voz alegre de Eren.

-¡Sí, por favor, cadete (T/N)! -se acerca a mí y me da la mano, entusiasmado y me lleva consigo algo lejos de la chica de ojos llenos de furia.

Es bastante más alto que yo y probablemente que Levi a pesar de la diferencia que hay entre él, Levi y yo.

Mientras me agarra de la muñeca para llevarme con él, giro la cabeza para ver a un Levi con la mirada clavada en nosotros. Está pensando en venir en cuanto Shadis le deje de hablar, lo sé.

-Eren, ¿no nos estamos alejando mucho...? -le miré de nuevo y paró en seco.

Cuando se giró para mirarme, sentí un poco de miedo interior; su mirada observaba cada parte de mi cuerpo con mucha atención.

-Es para que Mikasa no nos molesta, siempre me está cuidando como si fuera un niño pequeño... -sentí un gran alivio en el pecho. Casi me da un infarto...- aquí por lo menos no nos molestará.

-De acuerdo -le sonreí-, dime, ¿en qué tienes problemas?

-Pues las patadas, ¿dónde tengo que dar, exactamente, para aturdir a mi adversario?

Me puse frente a él. Lo cogí de los hombros y le acerqué la rodilla a sus partes nobles.

-Tanto si es chico, como si es chica, aquí siempre va a doler -me separé un poco de él, pero me cogió de la pierna antes de bajarla- ¿Q-qué haces...?

Lo miré a sus grandes ojos esmeralda para diferenciar un brillo especial y un sonrojo en sus mejillas.

-¿Eren...? -levantó la vista hacia mí y me soltó la pierna lentamente, haciendo roce contra ésta.

A continuación y sin previo aviso se pegó contra mi cuerpo, haciendo que me asustara.

Estaba muy muy cerca de mí, por no decir que estaba pegado.

La diferencia de altura era notable.

Me quedé atónita el suficiente tiempo como para no notar que me agarraba fuerte de la cintura y agachaba un poco el cuerpo para acercarse a mi rostro.

-¿Qué estás haciendo...? -susurré con las manos en su pecho, empujándolo a penas sin fuerza por la sorpresa.

Si Levi me ve... estoy perdida.

¡Levi!

Bajo tu cuidado [LevixReader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora