29- Un nuevo comienzo

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~Escritora~

Los años fueron pasando y aquella pesadilla por la que se estrellaron durante tantos días desapareció por completo tras la muerte de Petra.

Nuestra protagonista ya tenía dieciocho años y justo hoy era su cumpleaños, 12 de febrero; también era su ascenso a la legión de reconocimiento con su amado capitán.

Ese mismo día, ingresó unn nuevo escuadrón, el nº 104.

~(T/N)~

Toqué la puerta de la oficina de Levi con ansias y tantas que veces que pude escuchar un soplido de molestia al otro lado.

–Pasa mujer, deja de molestar que ya eres mayorcita –abrí la puerta y corrí hasta su escritorio.

–Leeeeviiiiii~ ¿podemos ir a ver a los nuevos reclutas, porfiiiiiiiii~? –le supliqué con ojos de corderito.

Hoy es mi dieciocho cumpleaños y esta mañana me ascendieron a la Legión... Que genial...

Antes de responderme, me miró a los ojos y resopló.

–Está bien, pero antes... –se levantó de su asiento, rodeó el escritorio y me sentó encima de éste. Me miró a los ojos poniendo las manos sobre mis muslos– hoy, como regalo a tu dieciocho cumpleaños, ¿querrías salir conmigo?

Le miré con los ojos abiertos como platos sin saber que decir.
Intentó esbozar una sonrisa sincera que salió ahí ahí, me reí.

–¿Salir en qué sentido? –me hice la tonta, quería que me lo pidiera directamente y me hacía la que no sabía nada, como los profesores en un examen.

–Tsk, si quieres ser mi novia... –bajó un poco la voz, sonrojándose.

Sin decir nada, me acerqué a sus labios para dejar un beso suave y pasional.

De tener las manos en mis piernas, las pasó a tener en mi cintura, apretando mi cuerpo contra el suyo y acercándose mucho más.

Después de un tiempo, me separé de él un poco. Sonreí.

–Sí quiero –le abracé con fuerza.

Suspiró con alivio en mi cuello, lo que provocó que se me erizara la piel y me sonrojara.

Levantó un poco la cabeza y me miró a los ojos. Bajó un poco la vista, travieso, hacia mis pechos, que habían crecido en los últimos años.

Apartó la vista de mí y la puso en mis ojos verdes, que brillaban con ilusión y algo de vergüenza.

–¿V-vamos... A que me den mi acceso a las tropas...? –digo en un pequeño susurro y trabándome con las palabras.

–Sí... –parece un poco decepcionado...

Se apartó de mí y al hacerlo, sentí un frío apoderarse de mi cuerpo. Era febrero y cuando entré en la oficina estaba nevando fuera.

Bajé de la mesa y me acerqué a él, buscando ese calor que me había dado. Lo abrazo por la espalda.

–Te amo... –le sonrío, apoyando la cara en su ancha espalda.

Puso su mano derecha sobre las mías y las estrechó con fuerza.

–Y yo a ti –dijo con dulzura.

Me puse delante de él y lo miré sonriendo.

•Aquella mañana•

Caminamos hacia el patio, donde estaban todos los que iban a mi escuadrón. Algunos irían a la policía militar, a la legión o a la guardia estacionaria; yo sé cual es mi destino, la Legión de Reconocimiento.

Erwin se puso sobre unos tamblones de madera altos y nos habló a todos en general, hicimos el saludo.

–¡Reclutas de la guardia nº100, hoy es el gran día que todos estabais esperando; hoy decidireis qué camino tomar! –todos se tensaron un poco– ¡quién quiera arriesgar su vida fuera de los muros y servir a la legión de reconocimiento, dad un paso adelante, los demás, podéis retiraros! –Danny, Terry y yo dimos un paso adelante, seguros de nosotros mismos. Un par de personas más hicieron lo mismo, los demás se retiraron.

–¿No somos muy pocos? –me susurró Danny un poco confundido. Alcé los hombros ligeramente sin saber que decir.

–¡Vosotros que os habéis quedado merecéis que os sirvan con lealtad hasta la muerte, que así sea! –nos hizo el saludo militar. Los capitanes de cada escuadrón dieron un paso al frente e hicieron lo mismo.

Éstos procedieron a hacer la elección. Éramos pocos, pero sólo había cuatro capitanes.

En principio tres años elegían a dos y uno elegía a sólo una persona. Obviamente la de una persona sería Levi, no quería muchos integrantes más en su tropa.

Todos los capitanes asignaron a un recluta, hasta quedar sólo yo.

–Pequeña, sólo quedas tú así que no dudes en acercarte –el azabache me sonrió levemente y me hizo el saludo militar. Me acerqué e hice lo mismo, mostrando respeto hacia mi capitán y ahora novio.

Me entregó la chaqueta con las alas de la libertad y me la coloqué.

–Preciosa, como siempre –susurró en mi oído y me sonrojé un poco.

No se mencionó, pero poco después de escoger a cada tropa, un titán colosal arrasó el muro de shingashina destruyendo así el Muro Maria.

Levi se tuvo que ir una temporada para poder rescatar al máximo número de supervivientes posible. Yo también tuve que ir a ayudar, pero no fue nada agradable; toda esa gente muerta me recordaba a mi gente... Y eso me daba náuseas.

Tras volver de rescatar a todos los posibles supervivientes, darles hogar, comida y asistemcias médicas, nos retiramos al distrito trost, dónde estábamos siempre.

Habrá que intentar planear algo para poder salir de las murallas y perder el mínimo de soldados posibles, sino estaremos acabados. Cada vez se une menos reclutas a la legión...

Varios años después, en el escuadrón número 104 hubo personas que por suerte nos cambió las tornas a todo.

–Soy Eren Jaeger, del distrito Shingashina y vengo a matar a todos los titanes.

Bajo tu cuidado [LevixReader]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن