Bajo tu cuidado [LevixReader]

34- Un misterio sin resolver

•(T/N)•

Salí de la habitación unos minutos más tarde de haber escuchado a Levi cerrar la puerta, marchándose a su vez.

El tema de Petra había quedado totalmente olvidad para mí y que quisieran descubrir cosas nuevas me emocionaba, cabe decir que también quería participar.

Pero había algo, o más bien alguien, que me encadenaba y hacía que poco a poco me alejara de Levi.

-Lo siento... -susurré al aire, tomando mi caballo de las cuadras y saliendo de Trost.

Las murallas se habían quedado atrás a mi paso, encontrándome con los bosques de fuera de las murallas.
¿Por qué fui allí? Aquella persona me esperaba. Si quería que mis compañeros pertenecieran con vida el mayor tiempo posible tenía que hacerle "favores" a esa persona.

Directamente no tengo ni idea de quién es ni de qué quiere hacer con la vida de la humanidad. Sólo sé aquello que Erwin, Levi y los demás andaban buscando: el motivo por el que Petra se había convertido en titán.

La razón principal fue porque le inyectaron un suero con la sangre de Jack, que es un titán.

Pero hubo una segunda razón por el cual su poder se potenció: se vio obligada a comerse a otro titán.

Ella en verdad era buena chica y nunca quiso hacerme lo que me hizo. Pero su locura por Levi mezclado con las miles de amenazas que recibía día sí y día también la llevaron a torturarme e intentar matarme en diversas ocasiones.

También he sido amenazada por aquel sujeto que había hecho lo mismo con Petra.

Llegué a aquella cabaña donde la pelirroja me metió. Recordar aquello hizo que me diera un escalofrío por toda la columna vertebral.

Entré en la casa y justo en frente de la amplia entrada había una chimenea con el fuego encendido y un sillón de cuero desgastado. Sobre éste había una silueta que no era capaz de diferenciar por el cambio de luz constante y porque lo cubría una capa de pies a cabeza.

-He hecho lo que me pediste -le dije a aquel sujeto- ahora te reclamo lo que prometiste.

Se levantó de su asiento sin decir ni una palabra y se acercó a mí. Sus pasos hacían crujir la madera del suelo, que estaba hecha polvo.

Estaba a menos de medio metro de mí cuando frenó su paso.

Entre las capas, conseguí distinguir unos ojos. Pero no unos ojos normales, sino unos ojos muy abiertos con las pupilas contraídas y el iris de un intenso color rojo.

Su mirada (de probablemente psicópata) me intimidó.

-¿Reclamar lo que te prometí? ¡Pues claro, la libertad de la Legión a cambio de tu rechazo de investigación junto con tu querido novio y tus amigos en la Legión! -exclamó- Espero que no te enfades conmigo cuando te diga que eso no es lo que buscaba y que, por lo tanto, has fallado en lo que te pedí -abrí los ojos como platos y fui a replicar, pero levantó el dedo índice- por eso, serán ellos los que sufran las consecuencias.

-¡No, no lo hagas, por favor! Por favor... -se me formó un nudo en la garganta que poco a poco me detenía la capacidad de hablar.

-¿O qué? Fui claro cuando te dije que NO QUERÍA QUE VINERAN A INVESTIGAR. Mi negocio está en juego por tu culpa y eso no puedo permitirlo. Además... Todavía tengo cuentas que saldar con tu noviete y la legión en general -en su tono pude notar una leve sonrisa.

Tras decir esto, se retiró apagando el fuego de la chimenea con agua. Oscuridad.

Una luz amarilla surgió poco después, se había convertido en titán.

Salí de aquel lugar a toda prisa, montándome en el caballo de vuelta al interior de las murallas.

No puedo permitir que nadie muera por mi culpa. Ahora que sé todo, puedo contárselo a Erwin y a Levi y... A todos. Y que todo salga bien...

Tiempo después, llegué al interior de Trost, pero no había nadie.

Me puse a rebuscar entre los rincones del lugar, pero no había ni rastro de nadie. Lo cual hizo que me alarmara.

«Eso significa que han salido... ¿Cómo no he podido darme cuenta?»

Salí de allí a toda prisa para volver a coger mi caballo, pero las campanas de Trost empezaron a sonar escandalosamente. Habían vuelto.

Me acerqué a las puertas, mirando uno a uno para ver si encontraba a Levi... Pero no estaba.

En un caballo vi a Erwin con Hanji a su espalda. Ésta tenía una expresión apagada y traumática...

Los dos bajaron del caballo.
Me acerqué.

-¿Dónde está Levi? -la morena me miró y en ese momento, lágrimas empezaron a acumularse en sus ojos. Intentó reteneras pero no pudo y acabó llorando desesperadamente.

-¡Él..., él..., un titán...! -solloza intentando articular palabra, pero no consiguió ir mucho. Pero la palabra titán hizo que mi corazón se contrajera y se rompiera en mil pedazos.

La de gafas se tiró a mis brazos a llorar y mientras la abrazaba, observé a Erwin con mi expresión de horror, dolor y rabia al mismo tiempo. Mi rostro había perdido el color y las lágrimas también querían salir.

-Un titán de más de 50 metros agarró al Capitán Rivaille con fuerza y lo arrojó al bosque de fuera de las murallas... -agachó levemente la cabeza, arrepentido.

No pude soportarlo, las lágrimas empezaron a salir de mis ojos de manera exagerada.
Pero aún tenía esperanza de poder hallarlo, siento que todavía está vivo... Lo sé.

Erwin nos intentó calmar a las dos y cuando yo ya estaba menos abatida le ayudé a calmar a Hanji.

Con el ambiente pesado y con el dolor todavía presente en nuestras miradas, decidí hablar con Erwin.

-Tengo que contarte algo... Verás, hace un tiempo, tras la muerte de Petra, una persona me cogió y me llevó fuera de las murallas. Entonces, cuando desperté del efecto de lo que me había dado, me explicó que me había secuestrado temporalmente para poder sacarme información de la Legión y qué ibais a hacer respecto a Petra -hice una pausa- este sujeto me contó que él había sido quien había hecho lo mismo que ha estado haciendo conmigo a Petra, sólo que ella con el paso del tiempo estaba mal de la cabeza y le costó mucho menos que aceptara su propuesta de hacer de topo para él en la legión. Yo, obviamente, no acepté. Por eso, me amenazó diciendo que si no lo hacía y os retenía en la investigación de Petra, os mataría a todos...
La razón por la que quería que os deteniera era porque fue él quien hizo el suero que la convirtió en titán y su comercio negro corría peligro.
Mencionó que tenía cosas pendientes con la Legión. Entonces dijo esto y se transformó en un titán, que probablemente sea el que le haya hecho eso a Levi, ya que es igual a como lo había descrito...

Erwin se quedó en silencio unos momentos.

-¿Lograste ver quién era?

-No, sino te hubiera descrito su rostro... Lo único que conseguí distinguir fueron sus ojos... Rojos.

Al oír aquello, el rubio me miró.

-Alguien que dice tener cosas pendientes con la Legión, un mercado negro de suero de titán... Ojos rojos... Ya sé quien puede haber sido... -lo miré con interés.

Sé que Levi está vivo y voy a hacerle cobrar su merecido al cabrón que le ha hecho esto. Aunque pueda transformarse en titán, no tendrá nada que hacer contra todas y cada una de las fuerzas militares de los muros. Eso haremos, los reuniremos a todos.