36- Rescate

2.7K 232 28
                                    

•(T/N)•

Partimos del cuartel a primera hora de la mañana, un tiempo después de que llegaran. La misión era importante, Levi es importante.

Una vez todo preparado, Erwin dio la orden de salir.

El camino hacia los muros fue bastante largo, había muchos titanes dentro de la muralla María, que había sido abandonada por todos los habitantes que pudieron salvarse.

Por suerte no tuve la necesidad de ponerme en acción, todavía. Había otras personas de diferentes escuadrones que se encargaron de defender la posición. Sin embargo, las bajas fueron incrementándose al paso del tiempo: había muchos titanes de tipo raro cerca y por eso los escuadrones fueron cayendo poco a poco y la posición se fue disipando.

No obstante, Erwin mandó continuar con la formación con los pocos que éramos. Vi que la gente ya no podía dar mucho más de sí y entonces fue cuando salté del caballo y empezamos a rebanar las nucas de todos los titanes que se opusieron en nuestro camino.

Seguimos teniendo alguna que otra baja, pero no tantas como antes...

Una vez llegamos donde antes estaba toda la población hace unos años, divisé varios titanes y poco a poco fuimos acabando con ellos. Sin embargo, vi uno en particular... que... ¿se estaba llevando algo a la boca? ¿cómo es posible? Ya no había nadie vivo...

Decidí acercarme a donde estaba y cuando vi a quien sostenía en sus sucias manazas, abrí los ojos como platos. Con una expresión de furia en mi rostro y con llamaradas en vez de mis característicos ojos verdes, me lancé hacia donde se encontraba él... mi querido azabache.

Erwin me vio y mandó una orden de que todos los que aún estaban en pie me siguieran para despejarme un poco el paso. Gracias a eso, no tuve problemas en cortar la mano del titán que le sostenía. Cayó en picado, pero lo agarré antes de que pudiera tocar el suelo. Lo abracé con fuerza contra mi cuerpo y con el equipo tridimensional me enganché a una casa. Después me subí al tejado.

-¿(T/N)? ¿cómo me has encontrado? -me miró sorprendido. No dije nada un junté mis labios con los suyos, haciendo un beso apasionado y, por su puesto, lleno de amor.

-No vuelvas a dejarme... -apoyé mi frente contra la suya y las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos.

Con una mano limpió las lágrimas y me sonrió levemente. El titán que lo había atrapado al final lo derrotaron con facilidad.

Erwin se acercó a nosotros y se alegró a verle conmigo.

-¿Cómo te encuentras? -preguntó mientras se acercaba a él y le sonrió. Levi se levantó con las fuerzas que le quedaban y le agarró la mano que le estaba ofreciendo Erwin.

-Bueno, las heridas tampoco son para tanto, lo que me jode es que he estado casi un día sin ducharme -hizo una mueca de asco que nos hizo reí tanto al rubio como a mí.

-Puedo suponer, entonces, que estás bien -dijo él con una sonrisa, a lo que Levi asintió- os dejo un rato a solas... para que habléis y eso -me guiñó un ojo y me sonrojé un poco.

Erwin se fue y nos dejó a los dos solos. Se sentó junto a mí, poniendo una mano en mi pierna.

-¿Hablar sobre qué? -preguntó el azabache con curiosidad y ladeando la cabeza. Seguro que no tiene ni puñetera idea sobre lo que hablaba Erwin- ¿Sobre como ayer por la mañana te comportaste de manera tan infantil? -puso los ojos en blanco, estaba molesto. Me equivocaba pensando que no sabría de qué quería que habláramos. Suspiré.

-Sobre eso... lo siento, de verdad, no pretendía que te molestaras conmigo ni mucho menos tener ese tono... -me disculpé antes de empezar a relatarle lo sucedido con "el hombre de negro".

Al acabar de contárselo todo, frunció el ceño, pero para mi sorpresa, me abrazó con fuerza.

-Dime que ese desgraciado no te ha hecho nada -en su tono tenía claros signos de preocupación. Correspondí a su abrazo con la misma intensidad que él.

-De haberlo hecho, me habría vuelto loca como lo estuvo Petra en su momento... -le dije- estoy bien, no me ha hecho nada. Pero quiero evitar a toda costa que os haga algo a vosotros... que te haga algo a ti -pausé un momento y se separó de mí para mirarme- eres mi prioridad número uno -le sonreí con ternura y me besó.

-Tú también lo eres para mí, por eso siempre te protegeré -acarició mi cabello con delicadeza- pero deberías habérmelo contado, estabas actuando muy raro y me preocupaste.

Asentí dándole la razón. Me arrepentía de como me había estado comportando en las últimas semanas, ya que poco a poco lo he estado separando de mi vida. Eso le ha tenido que doler mucho más de lo que me ha dolido a mí. Mirando el lado positivo, ya no tendré que volverme a preocupar por lo que me diga ese gran hijo de puta. Ahora lo que importa es curar a Levi e ir a investigar quien es ese titán cambiante.

Tras la charla, bajamos con ayuda de mi equipo y nos pusimos los dos encima de mi caballo. Él se puso delante, habiéndole dicho que es mi caballo y quería llevarlo yo. Me enfurruñé con él durante unos minutos, pero le rodeé la cintura con mis brazos y puse la cabeza pegada a su espalda, disfrutando de su presencia. Cerré los ojos para disfrutarlo mejor y sentir el viento frío sobre mi rostro.

Unas horas más tarde llegamos a Trost, donde Hanji nos recibió eufórica al ver a su querido enano de vuelta. Cuando éste se bajó del caballo, se tiró encima de él llorando a mares.

Puso los ojos en blanco mientras chasqueaba la lengua, pero no rechazó su abrazo. Lo que más me sorprendió fue que también lo correspondió. Me reí a carcajadas por su expresión de socorro, pero no le ayudamos para nada, hasta que la castaña se calmó por ella misma y le ayudó a levantarse.

-Te lo devuelvo -me dijo como si nada y me empecé a reír como una idiota, a carcajadas.

Le cogí de la mano a mi azabache todavía "traumatizado", según él, y le acompañé a la enfermería del cuartel, donde también estaban todos los lesionados.

Bajo tu cuidado [LevixReader]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt