7- Vergüenza

8.7K 600 662
                                    

~Levi~

Puse los ojos como platos al ver un pequeño vulto en mis pantalones. Lo más rápido que pude, puse mis manos sobre éstos. ¿Por qué a mi...?

(T/N) me miró sonrojada y bajándose la camisa lo más que podía para que no se le viera nada. Alcé un poco la vista y vi como una pequeña gota de sangre salía de su naricita.

-¿Estás bien? -me levanté y me puse cerca de ella y eso hizo que sangrara un poco más.

Acto seguido se tapó la nariz y se metió en el baño dando un portazo intencionado.

Me miro... Al menos se ha calmado cuando he visto la sangre...

~(T/N)~

Estaba tan sexy... ese cuerpo de dios romano...
Malditos seamos seamos yo y mis pensamientos pervertidos.

Fui a la pila y me eché agua en la cara para quitarme la sangre de la nariz.

Pocos minutos después salí del baño, para encontrarme a un Levi ya vestido.

-Mmm... Mocosa -dijo algo sonrojado- te traeré la cena, ya vuelvo.

Antes de que pudiera replicar, salió del cuarto sin siquiera mirarme.

~Levi~

Maldita mocosa, ¿por qué tiene que ser tan jodidamente sexy? Tendrá doce años, pero tiene buen cuerpo.
Nota mental: no dejarle más camisas mías.

Fui a por su cena y en la cocina me encontré con cierta pelirroja.

-Hola, capitán -dijo sonriendo Petra.

-Hola -dije seco.

-¿Por qué estás sonrojado? -me pregunta algo curiosa.

No me jodas que estoy sonrojado... Maldita niña...

Dejé las cosas con brusquedad sobre la encimera, cosa que sobresaltó a Petra.

-Déjalo, ¿Sí? No tiene importancia -mi tono frío la asustó un poco.

-P-perdone... -se retiró.

Suspiré y continué con lo que estaba. La cuatro ojos se me acerca. ¿Qué pasa? Antes nadie se me acercaba y ahora todos vienen a por mí.

-¡Hola enano! -me dice sonriente- ¿Cómo está la pequeña? -así que sólo viene por ella, ¿eh?

-Pues está como siempre -digo.

Puso esa sonrisa pervertida que tiene.
La odio.

-¡Pues voy a verla! -salió corriendo hacia mi cuarto. Espera ella está...

-¡NO, ESPERA! ¡HANJI! -salí corriendo detrás de la loca.

Todos los que pasaban por el pasillo se nos quedaban viendo con cara de "¿Qué hacen esos corriendo?" No le tomé importancia y seguí corriendo para atrapar a la más idiota del cuartel.
Justo cuando estaba por pillarla, abrió la puerta de golpe y la cerró justo cuando iba a pasar. Lo que provocó que la puerta se rompiera por el impulso, que empezara a sangrar por la nariz y que Hanji quedara atrapada bajo mi peso.

(T/N) nos miró a los dos como si de un dinosaurio se tratara. Al verme la nariz salió corriendo hacia el baño.

-¡Joder enano, me aplastas! -se quejó la loca de mierda. Me levanté del suelo- para ser enano, pesas una tonelada -soltó y le di un zape.

(T/N) salió del baño con el botiquín y nos hizo sentarnos a los dos en la cama. No me creo que una niña nos esté curando heridas como si fuéramos unos niñatos. La verdad es que correr por los pasillos no es algo que se haga siendo adulto... Así que más bien nos hemos comportado como niñatos infantiles.

Bajo tu cuidado [LevixReader]Onde histórias criam vida. Descubra agora