Bajo tu cuidado [LevixReader]

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~(T/N)~

Me aparté de golpe cuando Jack me cogió del mentón y le miré con una mezcla de odio, asco y todo lo malo que se le pueda desear a una persona.

–Tranquilo rubio, primero voy yo... –Petra apartó al de ojos castaños y puso el final del látigo en mi estómago, tocando la herida hecha con el cuchillo.

Grité por el dolor que producía eso. A consecuencia de mis alaridos iniciales, a la pelirroja se le dibujó una amplia sonrisa y aumentó la presión, haciendo que la sangre saliera de nuevo y las lágrimas se formaran en mis ojos.

Prefiero morir a sufrir.

Intenté calmarme un poco cuando aparto el látigo de mí, pero no sirvió de nada porque me empezó a golpear el cuerpo con él.

–¡¡Para por favor!! –grité desesperada cuando ya llevaba diez minutos igual, aumentando la fuerza a cada golpe.

–Tienes razón, solo te he golpeado por delante... –dijo pensativa y me desató de la cintura y me tiró sobre un escritorio que había, boca abajo.

Empezó a golpear mi espalda con fuerza. Lo que más me llamó la atención es que no le importaba que gritara, como si... Estuviéramos muy lejos del cuartel de la Legión.

Mis gritos aumentaron, cuando a parte de los látigos sentía algo muy fino, pero frío pasaba por mi piel.

¿Una navaja?

Cuando ya llevaban un rato así, no pude soportarlo más y me desmayé.

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Abrí los ojos lentamente para ver el cielo azul. A mi derecha estaba Levi, con los ojos cerrados. Su pelo se mecía con la brisa de ¿verano? Se supone que estamos en noviembre...

–Al fin despiertas, pensé que dormirías todo el día –dijo con tono serio. Sonreí.

Lo abracé con fuerza y el correspondió algo sorprendido.

–¿Estás bien? Te noto muy cariñosa de repente... –se intentó separar de mí, pero lo abracé más fuerte.

–He tenido un sueño muy tétrico, ha sido horrible... –cerré los ojos, sintiendo como su calor se adueñaba de todo mi ser.

–Puedes contármelo si quieres –se ofreció a escucharme y asentí.

–Verás, primero que estábamos entrenando con todo el escuadrón en el bosque. Después, alguien me da con una cuchilla en la mejilla; ese alguien era Petra... –me separó de él y me miró.