33

4K 253 72
                                    

•Levi•

Los primeros rayos de sol de aquella mañana irrumpieron en nuestro cuarto, dándome de lleno en la cara.

–Maldita sea, siempre igual –mascullé en un susurro.

Abrí los ojos con dificultad y la vi. Siempre ha sido lo primero que veo cuando me despierto desde que salimos juntos.

–Mocosa... –la abrazo contra mí– despierta –le arrasco la espalda lentamente.

Oigo como ronronea. Por un momento me da un vuelco el corazón, pero mantengo la compostura.

Subo las manos hasta su cara y le beso con cariño.

–Venga, arriba. –se queja– Nada de quejidos, hay que salir.

Seguramente haya olvidado que hoy había una expedición.

–Exactamente, ¿qué vamos a buscar fuera de los muros? –sus primeras palabras de la mañana suenan con voz ronca.

Es muy adorable y está más cariñosa que de costumbre por las mañanas.

–Vamos a buscar el modo por el que Petra se pudo transformar en titán. Al igual que Jack puede –le acaricio la cabeza.

Abre los ojos de golpe y me mira muy seriamente.

–¿Otra vez? Llevamos años buscando el motivo y todavía no sabemos nada. ¿Qué os hace pensar que esta vez encontraremos algo? –me mira molesta y se levanta de la cama apartando mis brazos de su cuerpo.

Maldigo para mis adentros. Pongo los ojos en blanco y chasqueo la lengua.

–¿Por qué no lo dejáis de una vez y ya está? –se sigue quejando.

Han pasado ya muchos años desde aquello, pero sigue mal cuando alguien habla de Petra. Yo estando en su lugar también lo estaría, pero necesitamos saber cómo lo hizo para convertirse en titán de la nada.

Me levanto de la cama y la abrazo por la espalda.

–Cuando acabe el misterio de dejaremos, pero mientras tanto seguiremos buscando la razón –se giró para verme y me sorprendí cuando la vi con el ceño fruncido.

–Pues buscadlo sin mí, paso –se alejó de mí y se metió en el baño cerrando de un portazo.

Se está comportando como una niña pequeña.

No digo nada. Me cambio y me voy de allí.

De verdad que entiendo que esté mal pero no me gusta como se comporta a su edad y tras tantos años.

Me fui a la oficina de Erwin sin pasar por la cafetería.

Toqué la puerta y tras recibir el pase de Erwin entré.

–Parece que no has tenido una buena mañana –dijo sonriendo, pero al ver que no sonreía ni nada por el estilo se puso serio.

–No podemos contar con ella para la expedición –comuniqué con molestia y me fui sin esperar respuesta de su parte. Básicamente porque seguramente me preguntaría por qué.

Que no me extrañaría, yo también lo hubiera hecho. Pero no estoy como para hablarlo.

Continué el camino para ir de nuevo a mi cuarto y coger el equipo tridimensional.

Al llegar ya no había nadie en la habitación. Suspiré.

–Y yo no sé cuando volveré... –me pone de un humor de perros saber que voy a estar mucho tiempo fuera y que ella siga enfadada para cuando regrese.

Bajo tu cuidado [LevixReader]Where stories live. Discover now