Capítulo 20.

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Astrid no quito la vista del arma de Hiccup. Escucho como quitaba el seguro y sabía que si ahora intentaba dispararle, la bala le atravesaría el cráneo.

- Hipo, baja eso por favor.

- ¿Por qué? Tú eres la que creo mis desgracias, ¿Por qué tendría que perdonarte la vida?

- Porque nada de lo que dices es cierto. Yo jamás intentaría alejarte de las personas, tu eres el que se aleja y las odias.

- ¡Cállate! Cierra la maldita boca -sus ojos estaban cristalizados por las lágrimas que querían salir-. Hiciste que mis padres perdieran el interés en mí. ¿Sabes lo que me dolió que ninguno de ellos me felicitara por graduarme? ¡Era el día más importante de mi vida y no tuve a nadie de mi familia con quién compartirlo!

Astrid sintió una punzada en el corazón. Aquello no era cierto, los padres de él si querian felicitarlo pero desde que él los trataba de mala manera, haciéndolos discutir casi todos los días por su comportamiento... ellos simplemente pensaron de que él ya no deseaba estar más con ellos. Después de todo, la tía de Astrid le confesó que Valka le había dicho una vez que Hiccup le grito en la cara que ella y su padre eran unos malos padres y que sería mejor vivir sin ellos.

Él rechazo a sus propios padres... los despreció. Y él no puede darse cuenta de eso.

- Luego mis mejores amigos... mi primo me detesta, no puede siquiera verme cuando tiempo atrás íbamos juntos a los partidos y nos divertíamos. ¿Sabes cómo me duele? ¿Sabes lo que es sentirse rechazado por tu propia familia, por tus primos y amigos?

Astrid queria hablar, pero el tener delante de ella una pistola apuntándole... no era una buena opción. Había sido Hiccup quien odiaba juntarse con su primo.

Él siempre quería salir con su primo pero Hiccup siempre lo rechazo... lo detesto.
Él siempre se preocupo por él pero en ningún momento Hiccup se preocupaba por él, ya
había dejado de importarle y por ello decidió no hablarle más. Después de todo el decía que había cambiado mucho desde que andaba con Elsa, cosa que sí era cierta pero en la cabeza de Hiccup, él seguía siendo el mismo.

- Mis amigos ya no me hablan... lo cual para esta altura ya no mucho no me importa porque el que más me dolió fue Jack. Él era como un hermano para mí pero cuando tú empezaste a juntarte más con él, lo pusiste en mi contra -se limpio las lágrimas-. ¡Tú hiciste que me odiara! Hiciste que fuera a golpearme, diciendo que lo hacía en tu defensa cuando en realidad lo hacía porque quería verme sufrir!

- Eso no es verdad -Astrid sintió como las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas.

- Me quitaste todo... me quitaste todo lo que en algún momento me hizo sentir vivo. Pero tanto yo sé como tú que aun no terminaste... todo comenzó porque Elsa llegó. Te sentiste celosa de que yo la amara a ella en vez de amarte a ti. No superaste todo ese odio y rencor y por eso estas vengándote ahora. Y tú última jugada es quitarme a Elsa para así hacerme la vida miserable, dejándome solo. Todo porque yo no te correspondí.

- Eso no es verdad. Yo jamás intentaría arruinarte la vida alejándote de los que más quieres. Eres tú él que hace esas cosas, ¡tú alejas a las personas! ¿Qué no te das cuenta? Elsa te quiere solo para ella y vio que yo era una amenaza y aprovecho eso para hacerte creer todo esas mentiras. Pero nada de todo eso es verdad... por favor, créeme. Sé que es difícil de entender pero te lo suplico, abre los ojos.

- Mis ojos ya están bien abiertos como para no caer en una de tus trampas. Sé que eres una maldita mentirosa... yo mismo viví en una mentira cuando éramos amigos. ¡Ni siquiera puedo creer que haya sido tu amigo! Tú no te mereces mi amistad y mucho menos mi amor. Tú solo te mereces la muerte.

- Lo que vivimos juntos no fueron solo ilusiones. Que yo lo único que hacía era ganarme la confianza y amistad de tus amigos y familia para así después poder quedarme contigo. Pero no es verdad. Yo estaba contigo porque te quería... y no supe que te amaba hasta los 13 años... pero jamás te lo dije porque tuve miedo de que eso pudiera arruinar nuestra amistad. ¡Nuestra amistad valía más que el que tú me amaras! -se pasa su mano por su mejilla, quitándole el maquillaje que había sobre su pómulo. El moretón era casi invisible pero aun así se notaba una sombra color violeta-. ¡Y mira lo que tú me hiciste! ¡Mira lo que me hiciste por dejarte llevar por lo que te dice una cualquiera! -le enseña sus manos y brazos dónde se podían apreciar las cicatrices de su accidente en skate.

Las lágrimas le corrían por las mejillas y su respiración se había acelerado. Ya no le importaba que la estuviera apuntando con la pistola... solo quería decirle la verdad-. ¡Esa maldita te llenó la cabeza de mentiras sobre mi y tú te las creíste!... pensé que éramos los mejores amigos... pensé que tú jamás te dejarías llevar por lo que te dicen los demás. Pero me equivoque. Mi mejor amigo término siendo mi enemigo... la persona que me ha hecho sufrir más de lo que se imagina cuando en realidad él piensa que es al revés... pero ya nada importa. Tú jamás volverás a ser el Hiccup de antes.

- Y lo seré. Seré el mismo Hiccup de antes cuando acabe con tu vida. Por fin volveré a estar con mi familia y amigos, Elsa estará conmigo y tú te pudrirás en el infierno.

Ya no había más nada que hacer.

La manipulación que Elsa le había hecho a Hiccup era demasiado grande, tanto así que él piensa que fue su idea matar a Astrid. Que si logra asesinarla todo volverá a la normalidad. La verdad que Elsa había hecho un muy buen trabajo. Y si Astrid tenía que morir para que Hiccup se sintiera feliz... ella lo haría.

- Solo quiero decirte que... si por alguna razón algún día tú vuelves a recuperar la conciencia... quiero que sepas que yo en ningún momento te odie. Nunca pude hacerlo. Sí sufrí, y mucho... pero en ningún momento pude sentir algún tipo de odio hacia ti. Sé que esto no lo haces por ti sino porque alguien más te lo dijo -las lágrimas caía una tras de otra. El dolor en su pecho había aumentado. Le dolía en el alma saber que la persona que amaba estaba a punto de quitarle la vida-. Y sé que ahora esto no te importará pero... te amo. Te amo con toda mi alma y quiero que sepas que nunca dejaré de hacerlo.

- ¡Basta! -grito el joven mientras las lagrimas corrían por sus mejillas. La mano le temblaba, no entendía el porqué.

Las palabras que Astrid le decía lo estaban afectando y mucho.

Un nudo en su estómago se formo y en su cabeza sentía como una voz le decía que no accionara el gatillo, pero aquella voz era demasiado débil y no se comparaba con la voz que le decía que si ella no moría, jamás podría ser feliz-. Púdrete, maldita.

Fue en ese entonces que Hiccup estaba a punto de dispararle cuando de pronto, de la nada apareció Jack y lo empujo al piso, haciendo que cayeran muy rápido al suelo y que sin querer la pistola se disparara. Lo último que se pudo escuchar fue un grito desgarrador de Astrid.

Manipulado » Hiccstrid [Adap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora