Capítulo 34.

862 73 18
                                    

El joven se quedó esperando a que Astrid siguiera hablando pero vio que ésta no tenía intenciones de hacerlo o simplemente no sabía que decir.

- ¿Si supiera qué?

'Que todo lo que me hiciste fue porque Elsa te manipuló' pensó Astrid.

- Nada... es solo que ciento que si todo hubiese sucedido al revés... tú me hubieses perdonado.

- Yo no puedo odiarte.

'Eso es lo que dices ahora' pensó Astrid.

- Pues es lo mismo que yo siento.

Hiccup sonrió.

- Mi disculpa fue sincera. No lo dije por decirlo... lo dije porque es lo que siento.

- No recuerdo mucho de lo que hablamos la última vez debido a los narcóticos... pero sí recuerdo una cosa.

- ¿Cuál?

- Que me debes un beso.

Astrid sonrió y sin pensarlo se acercó para besar al joven cuando de pronto la puerta se abrió.

- Lo... —Valka observó la situación—. ¡Oh, lo lamento! —dijo apenada.

Astrid sintió su rostro completamente rojo mientras que Hiccup sentía que quería matar a alguien.

¿Cuántas veces más los interrumpirían?

- ¿Qué sucedió?

- Solo quería decirte que en un par de días vendrá una psicóloga a visitarte —dijo su madre.

- ¿Psicóloga? ¿Qué no era un hombre? —pregunto Astrid.

- Sí, pero decidimos cambiarlo.

- Esperen un minuto... ¿para qué necesito un psicólogo? —hablo esta vez Hiccup.

- Es solo para saber si tienes algún daño mental o emocional debido a todo lo que pasó.

Qué buena mentira. Nadie podía decirle que era para saber si él había sufrido algún tipo de manipulación por parte de Elsa, lo cual era verdad pero él no lo aceptaría.

- Pero estoy bien.

- Sí pero los médicos lo sugirieron —dijo Astrid.

El que Astrid dijera aquello hizo que Hiccup sintiera confianza.

- Esta bien.

Valka iba a abandonar la habitación cuando de pronto un medico apareció y dijo que el horario de visita había terminado. Hiccup sentía como si quisiera golpear a alguien.

¡Quería besar a Astrid y no podía!

Decidió intentarlo el día después, con la esperanza de que ya no hubiera más interrupciones. Astrid se despidió dándole un beso muy cerca de sus labios. Fue lo más próximo a un beso que pudo sentir. Hiccup sonrió y vio como Astrid abandonaba la habitación.

Dos días pasaron después de eso. Hiccup aún estaba deseando poder besar a Astrid ya que en todo aquel tiempo no pudo hacerlo. Si no eran sus amigos, era su familia, era Jack o los médicos. Siempre había algo que se le interponía pero Asrrid le había hecho sentir que no se molestara tanto. El beso llegaría cuando tenga que llegar, no había que buscarlo. Aquel día, por el mediodía, llegó Valka al hospital y se encontró con Astrid saliendo de la habitación de Hiccup.

- Valka —dijo sorprendida.

- Cariño, ¿Cómo estás?

- Bien, ¿ y usted?

- Muy bien, gracias. ¿Ya te vas?

- Sí, ya me voy. Iré a casa a comer algo y a darme un baño.

- Bueno que te vaya bien.

Ambas se despidieron y Astrid se fue de allí. Cuando Valka se quedó sola se adentró en la habitación de Hiccup.

- ¡Mamá! —dijo sorprendido.

- ¿Cómo estas amor?

- Mucho mejor. ¿Qué haces aquí?

- Vine porque quiero presentarte a alguien especial.

- ¿Quién? —pregunto intrigado.

Valka se acercó a la puerta—. Ya puedes pasar.

Fue entonces cuando Hiccup pudo ver a un hombre —no más de treinta—. De cabello corto y rojizo con increíbles ojos verdes. Traía una sonrisa en su rostro cuando entro. Vestía una camisa blanca, un pantalón de vestir y un saco de tela muy fina. Se veía muy elegante. Hiccup quedo completamente intrigado. ¿Quién era aquel hombre? ¿Tenía que conocerlo desde antes?

- Hiccup, él es Hans, tu nuevo psicólogo —dijo Valka sonriente.

- Un gusto, Hiccup.

- ¿Hans? —No entendía absolutamente nada—. Mamá, creí que habías dicho que me atendería una mujer.

- A decir verdad tu madre me había contratado a mi primero pero luego cancelo porque pensó que sería mejor contratar a alguien un poco más cercano pero al final volvió conmigo.

- Hans y yo tuvimos una conversación él otro día y en verdad siento que es un muy buen psicólogo para ti.

Hiccup se mostró un tanto desconfiado hacia la actitud rara de aquel hombre y sobre la forma en que su madre hablaba. Algo andaba mal pero posiblemente era su imaginación. No tenía razones para desconfiar de su madre; así que acepto a que Hans fuese su psicólogo.

- ¡Perfecto! —Se volteo para ver a Valka—. Si quieres puedes retirarte, ya vamos a comenzar.

- ¿Ahora? —pregunto Hiccup.

- Sí, sí. Cuanto más temprano mejor.

Hans le sonrió y Valka abandono la situación. En ningún momento Hiccup dejo de observar a aquel hombre. Hans traía un maletín negro consigo el cual lo dejo a los pies de la cama de Hiccup. Inmediatamente se desabrocho un botón de su saco para poder sentarse en un banquito más cómodamente.

- Hiccup... ¿sabes por qué estoy aquí?

- ¿Para saber si estoy bien emocionalmente?

Hans rió por lo bajo—. Frío. Estoy aquí para saber si tú sufriste un caso de manipulación.

- ¿Qué? —dijo sorprendido.

- Así es. La policía piensa que alguien te estuvo manipulando por mucho tiempo y es mi deber averiguar si eso es verdad.

- Es ridículo. Yo no fui manipulado por nadie.

- Eso dicen todos.

- ¿Qué acaso no tengo oportunidad de decir nada? ¿No tienen mi opinión en cuenta?

- Claro que sí que Hiccup. El problema es que la manipulación es algo que se archiva a un nivel subconsciente y por más que quieras no te das cuenta. Además, eso no es lo único que vengo a averiguar.

- ¿Hay más?

- Lo sabrás a su tiempo —saco de su maletín una ficha y un bolígrafo y comenzó a escribir algo en ella.

- Exijo que me lo diga ahora —dijo algo molesto.

- ¡Wow! Tranquilo... —dijo sorprendido—. Eso es algo de lo que tendremos que hablar. Tu temperamento no es nada agradable.

- Lo sería si me dijera todo de una vez.

- Sí tu insistes... lo haré.

Hiccup se cruzó de brazos para escuchar lo que Hans tenía para decirle. Cuando comenzó a hablar no podía creer lo que estaba escuchando. Se rehusó a creerle pero él le decía que eso era exactamente lo que le habían dicho que hiciera. Hiccup trato con todas sus fuerzas de no creerle ni una sola palabra a Hans pero al final le fue imposible. La duda comenzó a invadirlo por dentro hasta el punto en que empezó a desconfiar por completo.

'Dame un par de semanas más Hiccup y saldrás de este lugar directo a una psiquiátrico' pensó Hans.



Reprobé tres materias, jajajaj:v alv aiudaaa :c

Manipulado » Hiccstrid [Adap]Where stories live. Discover now