Reina del drama

5.7K 302 39
                                    

Cuando siento que Alex jala la banca contigua y se deja caer a mi lado no me atrevo a voltear

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Cuando siento que Alex jala la banca contigua y se deja caer a mi lado no me atrevo a voltear. Su figura es una mancha borrosa en la esquina de mi ojo y espero que así se quede por el resto de la clase. Siento el leve roce de su codo y me pongo muy tiesa. Luego estira las piernas por debajo de la banca invadiendo mi espacio personal. Subo los pies en la rejilla donde van los cuadernos.

―Rápido, rápido, Godínez a su equipo, fájese la camisa Rojas, Zavala, escupa ese chicle.

El salón es un revuelo de voces y sonidos metálicos. Pero yo lo escucho muy lejos. Me siento como en el primer día de clases cuando no conocía a nadie.Gracias a Dios que Clara y yo nos hicimos amigas muy rápido en aquel entonces ¿pero ahora?

―Bueno, ahora pongan atención y anoten porque no voy a repetir.

―¿Eh? ¿Qué dijo profe?―dice Rojas que estaba muy ocupado derritiendo un bolígrafo con un encendedor.

Sin esperar a Rojas, ni a nadie más, el profesor se pone a dictar las indicaciones para el trabajo. Y yo intento que no se me escape ni una palabra.

De pronto siento un leve tirón en uno de los mechones de mi cabello. Es Alex, que sólo hace un ademán alrededor de su lapiz para que le preste un sacapuntas. Esta todo despatarrado en el asiento. Me mira con sus ojos grandes, son casi bonitos, sin embargo sus cejas pobladas le dan el aspecto de un maníatico.

Con manos temblorosas rebusco en mi estuche de lápices y se lo dejo encima de la banca, luego me hundo en mi cuaderno. Suelta aire por la nariz cuando se ríe por lo bajo.

―Psst Ana ¿Qué dijo al principio?―dice dándome un suave codazo mientras mordisquea la goma gastada de su lapiz.

 ―Te lo paso a la salida―susurro.

 ―Callados ustedes dos―suelta el profesor y pronto los gritos de tono pícaro me ensordecen

Yo no quería esto.

Ser emparejada en la imaginación de mis compañeros con semajante troglodita es lo más humillante que ha podido pasarme. Mi amado Daniel ¿qué estará pensando de mí en este momento?

Sin embargo Alex sonríe de oreja a oreja. Voltea hacia sus amigos dispersos y guiña un ojo, lo que provoca las risas de los demás.

No comprendo cómo el profesor está siempre listo para hacer silencio, pero ahora parece no darse cuenta.

La bendición llega cuando suena el timbre de salida. Alex se levanta cuando el maestro da las últimas indicaciones y yo guardo mis libros con ganas de salir corriendo.

En el corredor está Alex recargado en la pared con su grupo de amigos. Lo quiera o no tengo que ponerme de acuerdo con él para hacer el trabajo.Saco mi celular dispuesta a pedir su número y hacer todo por mensaje de texto.

Conforme me aproximo los escucho hablar.

―Qué mala suerte, te tocó con una rara y sonsa―dice uno.

―Mejor una rara sonsa que una nerd―contestó.

Desearía haberme dado la vuelta y ahorrarme la vergüenza pero en lugar de eso me quedé parada un segundo más de la cuenta.

Siento cómo me hierve la sangre y quiero soltarme a llorar.Pero paso saliva y respiro.

―Ni que tu estuvieras tan guapo―le contesto sin un temblor en la voz, tanto que al principio me sorprende ser yo la que habla.

A Alex se le cae la cara y me doy la vuelta justo para oír cómo sus amigos se burlan.

¡Es el colmo! ¿Ese monstruo cree que soy una sonsa? ¡Cómo se atreve!

No me fijo por dónde voy, pero mi cara parece decirlo todo y por eso los demás se apartan a mi paso.

Aunque tenga que amenazar al profesor Miranda con tirarme del segundo piso, decido convencerlo de cambiarme de compañero de equipo. Sé que a él le da la misma que yo viva o muera. Aunque algo podrá que hacerse.

En cuanto el profesor aparece en mi camino lo intercepto.

―Los equipos así se quedan―me dice sin mirarme siquiera y va a pasarme de largo cuando se regresa―.El trabajo cuenta el 50% de la calificación final.Así que manos a la obra.

―Profesor, usted no entiende―chillo―.No puedo trabajar con él.Es un...

―En la vida real va a tener que trabajar con personas que le caen mal, incluso que odia y no va a poder hacer nada al respecto.

Enfatiza la palabra "odia" y un ligero tic en la comisura de sus labios se asoma. Da la impresión de que los alumnos y profesores pasando a su lado le producen una comezón en todo el cuerpo que no se puede rascar.

―Sé cómo es la vida real, muchas gracias―le respondo.

El profesor resuella como caballo.

―No, no sabes.

Cuando se va, corro al baño y me encierro en un cubículo. Bajo la tapa del excusado. Me desplomo y empiezo a llorar, tratando de sofocar el llanto con un montó de papel.

Quizá estoy siendo demasiado dramática pero no puedo evitarlo.Mi vida parece hacerse ruinas. Mientras recuerdo las horribles palabras de Alex.

¿Pero es su culpa realmente mi sufrimiento? Lo cierto es que me duele porque ha dicho exactamente lo que yo pienso de mi la mayor parte del tiempo. Y que otra persona la piense hace que se sienta real.

Encima de todo, se ve que reprobaré el año.

No tiene que ser así desde luego. Algo tendré que hacer. Y no voy a permitir que Alex lo arruine todo. Tengo que escaparme de trabajar con él, y además evitar que el profesor Miranda me repruebe.

Pero ¿Cómo?

*******


¡Gracias por leer! 

Voten y cuéntenme qué les parece esta historia.

Añadí otro dibujín, aunque no prometo que todos los capítulos vayan a tener un dibujo muy elaborado, aunque el cariño es el mismo.

Editado 25/may/2019: OOOhh mis primeros dibujitos con tabla digital, ahora ya dibujo mejorcito. Tengo que actualizar dibujos también XD

Si pudiera odiarteWhere stories live. Discover now