Casamenteras

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Conforme bajamos del autobús nos reunimos en el lobby del hotel. Valeria, Daniel, Vanesa y yo formamos un semicírculo dentro de la muchedumbre de mi escuela. Otros autobuses se van estacionando y paulatinamente el lobby está hasta el tope de alumnos de diferentes escuelas. Maestros y administrativos se aseguran de mantener a sus grupos reunidos en el mismo sitio. Hay tal entusiasmo, que me hace creer que venimos de vacaciones, no a un evento escolar.

―¿Por qué no me despertaste?―me dice Alex amodorrado cuando logra llegar hasta nosotros.

―Lo intenté, pero estabas muy dormido.

No es cierto. Y me pica la culpa por haberlo dejado allí, pero todo lo que quería era escapar. Aunque me siento doblemente en deuda, no sólo por "abandonarlo" sino por guardar el secreto respecto a que pudimos tocarnos sin sufrir una descarga eléctrica. De todos modos, nada garantiza que no vuelva ocurrir.

―Pasen en grupos de tres, chicos y chicas―dice el profesor―.Y en forma ordenada―enfatiza―.Vayan a sus respectivas habitaciones.

Por supuesto, que una vez que los grupos reciben sus llaves salen corriendo hacia las escaleras.

Vanesa y Daniel se acercan por las llaves de nuestra habitación.

―Nos vemos al rato―dice Alex cuando Vanesa me llama para que vaya con ella y Valeria.

Agito la mano en señal de despedida, y Alex hace todo por mirarme por encima de los demás.

Conforme subimos las escaleras pienso en lo estúpida que soy. Siempre muriendo por tener las atenciones de un chico agradable que me guste y ahora que tengo un pretendiente tan estupendo como Alex hago lo posible por escapar.

―Bueno muchachas―dice Vanesa con entusiasmo―. Aquí empiezan nuestras aventuras como compañeras de habitación.

Hay una cama grande y una más pequeña a la que Valeria me relega de inmediato.

―¡Apartados los jabones y botecitos de shampoo que sobren!―les digo.

―Ugh, no seas tonta, van a reponerlos todos los días, hasta puedes pedir más.

―¿En serio?―digo mirando con ojos codiciosos la gorra de baño y el lustrador de zapatos.

―¿Qué te pasa? ¿Nunca habías estado en un hotel?

―Como dos veces, pero era muy chica, así que no me acuerdo bien.

―No le hagas caso a Val―me dice Vanesa―.Yo me los llevo todo el tiempo.

―Y todo el tiempo te digo que es de muy mal gusto―le responde.

Acomodamos nuestra ropa en el closet, designando un espacio para las cosas de cada una. Luego de tomar el respectivo turno para bañarnos, quedamos botadas en nuestras camas y vemos televisión por cable. Ha sido un viaje largo y de lo más cansado.

Una hora después Vanesa nos avisa que es hora de ir a cenar.

Tomamos el elevador hacia el tercer piso y llegamos al restaurante del hotel. En la parte de la terraza está el profesor Miranda departiendo con otros profesores y en otra mesa están Alex, Daniel y otros compañeros.

Yo daba por hecho que Alex estaría callado y con cara de pocos amigos en presencia de otras personas, por el contrario platica como si ese círculo de personas le fuera familiar. Cuando me ve, se levanta y pide a los demás que se recorran un asiento, dejando el que tiene al lado libre. Me quedo de piedra, pero Valeria me empuja con el hombro.

Si pudiera odiarteWhere stories live. Discover now