SUNSHINE ☀️ 2JAE

☀️Promesas☀️

JaeBum se sobresaltó ante el fuerte sonido de la alarma del celular de YoungJae, abriendo de golpe los ojos. 

Luchando contra el fuerte agarre que YoungJae tenía sobre él, se estiró de un extremo a otro para apagar el molesto sonido. 

Lunes, 8:00 am. YoungJae debía ir a la escuela.

  — Jae, hora de despertar. — dijo JB moviendo suavemente el cuerpo que seguía aferrado al suyo, como un koala.

JaeBum sonrió enternecido ante la imagen de YoungJae acurrucado en su pecho, con sus manitas aferrándose a la tela de su sudadera y sus piernas enredadas con las suyas, apresándolo.

Extrañaba tanto despertar de esa forma, siendo el apacible rostro de YoungJae lo primero que viera al despertar.

  — Bebé ... eres tan precioso mientras duermes, pero tienes que despertar ya. — susurró contra la frente del menor. — Oh vaya, si ya estás despierto. — rió suavemente al ver que las mejillas del castaño se habían coloreado de rosa. 

  — Es trampa si dices esas cosas ... — reprochó YoungJae moviendo su rostro al cuello del mayor, frotándolo suavemente. 

  — Buenos días, mi Sol.

  — Buenos días, Bumie.

Una sonrisa mutua antes de un dulce beso les dio la bienvenida a un nuevo día en el que, pese a que el mayor debía irse de nuevo, el sentimiento de gozo de estar juntos de nuevo era lo único que llenaba sus corazones. 

  ☀️

  — Deberías aprender a cocinar para poder presumir que mi novio me hace el desayuno. — dijo BamBam llevándose un bocado de huevo frito y jamón a la boca, hecho por JaeBum.

  — Pero ni siquiera me dejas acercarme a la cocina, BamBam. — reprochó YuGyeom con un mohín, ganándose un beso en la mejilla del tailandés.

  — Tienes razón, había olvidado que eres radioactivo a la estufa. — YuGyeom volvió a quejarse haciendo reír a los presentes.

YoungJae le sonrió a JB, quien lo miraba dulcemente desde el otro lado de la mesa. 

  — ¿Qué tanto me ves, Bumie? — rió el castaño con timidez. 

  — Lo bonito que te ves. — respondió JaeBum haciendo sonrojar al menor.

  — Joder, que rima. — dijo BamBam con burla.

  — ¡BamBam! Tengo una para ti.

  — ¿Una qué? 

  — Como amigo te conocí, como amigo te miré y un día sin pensarlo de ti me enamoré.

Silencio.

  — BamBam ¿estás llorando?

  — ¡YuGyeomie! Ven a mis brazos, mi precioso gigante. — exclamó BamBam abriendo sus brazos, dándole espacio a YuGyeom quien, con una sonrisa, se había puesto de pie para rodear la mesa y abrazar a su novio.

  — ¿De qué página de Google la sacaste?

  — Cállate, anciano amargado. — intervino BamBam. — No lo escuches, Gyeomie. Fue tan lindo. — BamBam no dejaba se besar el rostro del menor. Había perdido la cabeza.

YoungJae sonreía con satisfacción al ver las sonrisas de sus mejores amigos juntos; habían sido tantos años de amor reprimido que en ocasiones éste se desbordaba.

El timbre del departamento sonó, JB se ofreció a abrir y así lo hizo, topándose con Mark.

  — Qué mierda.