SUNSHINE ☀️ 2JAE

☀️ Choi ☀️

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  — Esa es la primaria donde estudié, ahí conocí a Bamie y a YuGyeomie. — dijo YoungJae señalando la colorida institución. JaeBum se inclinó para poder mirar mejor por la ventanilla de la camioneta de los padres de YoungJae, sonriendo ligeramente ante el entusiasmo de su pequeño.

  — Oh, por cierto, Jae. ¿Cómo están esos traviesos, eh? — preguntó YoungSoo, viendo a su hijo por el espejo retrovisor. Sonrió al ver que JB le besó la frente a YoungJae antes de que éste se acurrucara en él.

  — ¡Muy bien! Bamie se fue a Tailandia hace dos días y YuGyeom se iría hoy a Namyangju, ya debe haber llegado.

  — ¿Y Mark? — preguntó de nuevo la madre de YoungJae.

  — Markie hyung se fue ayer a L.A. — respondió. 

Después de un largo trayecto de la central de autobuses al vecindario de YoungJae, por fin llegaron a casa. Tenía un lindo jardín que captó la atención de JB, un fanático de la jardinería.

  — Wow, su jardín es muy bonito, noona. — dijo JaeBum al mismo tiempo que bajaba del auto detrás de YoungJae.

  — Gracias, JaeBum-ssi. Me esfuerzo mucho por mantenerlo.

  — Se nota. — musitó viendo el césped natural de un verde brillante, podía aspirar la frescura de éste. Además de un gigantesco árbol del cual colgaban columpios y una escalerilla que conducía a una casita. — ¿Esa es la casa del árbol de la cual me hablaste? 

YoungJae asintió. — Pero ya no quepo. — dijo haciendo reír a JB y a sus padres.

JaeBum se apresuró a ayudarle a JaeHyun con su maleta y la de YoungJae, recibiendo una leve sonrisa por su parte. Al entrar a la casa de los Choi, el aroma que en ésta habitaba desestabilizó los sentidos de JaeBum.

El aroma natural de YoungJae fue lo primero que logró percibir en el pasillo recibidor de la cálida vivienda. Tan dulce. Ese olor que tanto le gustaba aspirar al abrazar a su novio, al besar su cabeza o al acurrucarse en él a dormir. Estaba en todas partes; al llegar al salón, al pasar a la cocina para recibir un vaso de agua, al entrar al baño a lavar sus manos y remojar un poco su rostro, pero ... joder, la habitación de YoungJae era el paraíso.

El aroma de la habitación de YoungJae en su departamento de Seúl, no tenía comparación a en donde se encontraba parado. 

  — ¿Por qué te quedas ahí, Bumie? — rió el menor, viendo a JB sosteniéndose de su escritorio.

  — ¿Puedo vivir aquí para siempre? — dijo haciendo reír un poco más a YoungJae. Se acercó a la cama de éste, atrapándolo entre sus brazos. YoungJae tomó de las mejillas a JB, dándole un beso en la nariz.

  — ¿Te gusta mi habitación, Bumie? — JaeBum asintió, recostándose junto al menor. — Eres el primero que entra, además de BamBam, YuGyeom y Mark hyung.

  — ¿En serio?

  — Sip. — respondió. — Nunca me ha gustado tener personas aquí, salvo a ellos ya que pues ...

  — Son especiales.

  — Exacto.

JB acarició la mejilla de YoungJae, haciendo que éste lo mirara.

  — ¿Soy especial?

  — Muchísimo, Bumie. — dijo YoungJae, acercándose al rostro de JaeBum. Justo cuando estaba por besarlo, la puerta de la habitación se abrió.