Capítulo 5.

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KYLE.

Observo las escasas luces que hay en la enorme casa de color celeste, un horrible color para la fachada de una casa tan lujosa como esa. Justin y yo no hacíamos esto hace tiempo y espero que no hayamos perdido la práctica, a pesar de que tenemos todo a nuestro favor.

─Ronnie me dio la llave de la puerta trasera, ha desactivado las cámaras y la clave de la caja es 141950. ¡Es la fecha de su nacimiento, menudo estúpido! ─Justin se ríe a mi lado.

Parece que la gente aún no sabe que no debe poner fechas de cumpleaños o esas mierdas, pero agradezco que aun sigan existiendo esa clase de personas.

─Es un viejo, ¿qué esperas? ─me rio colocándome los guantes negros. Se encoge de hombros con una pequeña sonrisa y hace lo mismo que yo.

─Draco quiere que lo vayas a buscar al colegio mañana ─dice y sonrío inconscientemente. Ese enano.

─Vale, ahí estaré.

Draco es el hijo de Justin y básicamente estamos haciendo todo esto por él y por su nuevo corazón. Necesitamos dinero para sobornar la lista de trasplantes, y digamos que la manera más fácil de conseguir la pasta es robándole a un viejo de 60 y picos años.

─No le compres comida chatarra, por favor.

─Eres un puto aburrido ─me pongo el pasamontaña, ─ ¿qué quieres? ¿Qué le dé una puta ensalada?

─Dale una hamburguesa que al menos tenga una lechuga.

Me rio y me bajo el pasamontaña para luego abrir la puerta. Justin y yo llevamos haciendo esto desde que salimos del orfanato. Un hombre nos enseñó a como ser precavidos a la hora de robar. Aunque últimamente hemos dejado de hacerlo ya que no tenemos necesidad, Justin tiene un trabajo estable y yo gano bastante pasta en las carreras.

Agarro el bolso de la maleta y tanteo la pistola que está situada entre mi pantalón y el bóxer. Justin me tira la llave de cobre y caminamos hacia la casa asegurándonos que nadie nos esté mirando.

Hay un patio delantero bastante espacioso decorado con un frondoso árbol y césped en toda la extensión del lugar. Hay un pequeño pasillo que nos dirige hacia la puerta trasera. Introduzco la llave y nos metemos dentro de la casa.

La oscuridad nos inunda por completo hasta que mi mejor amigo prende la linterna de su celular. Me fijo en los lujosos adornos del lugar, hay una estatua mediana de un perro hecho con mármol y hay dos sillones largos de color beige en medio de la sala.

Si que tiene dinero este cabrón.

Paro en seco cuando escucho movimientos en el segundo piso.

─ ¿No que no había nadie, joder?

─Ronnie dijo que no, me dijo que no regresaba hasta mañana.

Entonces sentimos como unas patas suenan a lo largo de la escalera y un perro blanco y peludo aparece frente nosotros.

Joder, que susto.

Entonces, me doy cuenta de que la estatua es de ese preciso animal.

Hey, amigo ─Justin se acerca lentamente estirando su brazo. El perro nos mira para luego trotar hacia mi amigo y restregarse contra él.

─Menudo cuidador ─me rio y subo las escaleras.

Entro a la habitación que esta con la puerta abierta. Una cama gigante decora el centro del lugar junto a un gran ventanal. Busco la caja fuerte y doy con ella dentro del closet. Digito la clave y se abre de inmediato. Suelto una pequeña risa al ver el dinero escondido allí.

BROOKLYN.Where stories live. Discover now