BROOKLYN.

Capítulo 24.

JONAS.

─Ni creas que iremos en moto ─me quita el casco de mis manos y lo tira a uno de los sillones.

─ ¿Y en qué pretendes ir? Vamos a una carrera de motos ─respondo con sarcasmo.

─ ¿En serio quieres subirte a una moto después de lo que pasó? ─puedo notar que está molesto. Hace unos días atrás tuvimos la misma discusión. ─ ¿No escuchaste al doctor o quedaste sordo?

Ruedo mis ojos y suelto un bufido.

─Si lo escuché ─digo entre dientes.

─Iremos en mi auto. Justin ya vino a buscar mi moto en su camioneta ─responde, como si supiera lo que iba a preguntar —. Podrás elegir el que tú quieras.

─ ¿Elegir? —frunzo el ceño. — ¿Cómo elegir?

—Tengo dos autos en el estacionamiento —aclara. ¿Cómo es que tiene dos autos y una moto, joder?

—¿Es broma? —alzo las cejas.

—Que no —rodea los ojos. Toma mi mano y me jala hacia la puerta de entrada. —¿Llevas tus cosas?

Solo asiento y continuamos el camino hacia los estacionamientos bajando por el ascensor.

—Son esos ─indica el azul y un Mercedes Benz negro.

Lo había visto antes, pero jamás pensé que fuera de él. Es bellísimo y solo aumenta mi fanatismo por los autos y las motos.

—Vamos, elige.

—El negro —respondo con una sonrisa.

—Lo sabía —se ríe y abre el auto con la llave que ha sacado de su bolsillo. Entramos y me aguanto las ganas de chillar de la emoción—. Te ves muy tierno así de emocionado.

Mis mejillas se tornan calientes y solo me encojo de hombros.

—Es precioso ─digo.

—Me lo gané en una apuesta.

─Joder, que suerte ─me rio y me pongo el cinturón de seguridad.

Salimos del estacionamiento y me quedo mirando los arboles pasar. A mi mente viene un pensamiento que no me deja tranquilo hace días: conozco muy poco de Kyle. Solo sé un par de cosas, pero no a detalle y sería muy valioso para mi que él me hablara sobre su pasado. Me gustaría ser esa persona en la que puedes decirle cualquier cosa, aunque sea una estupidez.

Pero por alguna razón me da un poco de miedo preguntar. Tal vez él no quiere que yo indague en su pasado, y es sorprendente como eso me inquieta aun más.

¿Por qué estamos en esta parte de la carretera de todas formas?

─ ¿Dónde vamos Kyle? ─pregunto. Definitivamente este no es el camino.

─Vamos a una carrera muy importante y es en la carretera 70, por eso estamos aquí ─me cuenta sin despegar su mirada del camino. ─He sido el ganador por tres años seguidos.

─No me sorprende ─me rio y levanto mi mano para dejarla en su nuca. Últimamente este ha sido nuestro gesto favorito. Siento como sus músculos se relajan y me dirige una mirada rápida con una sonrisa ─. Me encantaría correr ─digo probando suerte.

─Pero no lo harás ─niega con la cabeza ─. Ni siquiera lo pienses.

─Solo decía ─me encojo de hombros y lamo mis labios. ─ Mañana necesito ir al trabajo a presentar un papel, ni siquiera he llamado. De seguro me despiden por ser un irresponsable.