Capítulo 27.

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JONAS.

Firmo el papel sin titubear y se lo entrego. Ella me sonríe y me tiende las llaves de mí, ahora, departamento. Le agradezco por su tiempo y ella se retira del lugar. El apartamento es pequeño, pero acogedor. Mi parte favorita es el balcón en mi habitación, que me da una linda vista de la ciudad.

Mañana iré a buscar mis cosas donde Alisson y debo confesar que estoy nervioso por eso. Ya no quiero seguir discutiendo. Estoy cansado de pelear, con ella y con Kyle.

Se supone que él debería estar acompañándome, pero tras el lío de esta mañana no se apareció en toda la tarde por el apartamento y ni siquiera me ha llamado o dejado un mensaje.

Recuerdo sus movimientos bruscos y secos, sus ojos perdidos y oscuros. Sé que recordó algo y solo puedo preguntarme si habrá estado con otro hombre antes.

Mi teléfono vibra bajo la tela de mis pantalones y lo saco. Es él. Vacilo un rato en contestar, pero finalmente lo hago.

— ¿Qué quieres? —respondo con pesadez.

— ¿Cómo estás? —pregunta con suavidad.

—Confundido —suspiro y apoyo mi cuerpo en la pared de concreto, para luego deslizarme hasta tocar el piso—, y enojado.

—Sé que la cagué...

Rodeo los ojos.

—Siempre la cagas —interrumpo.

—Lo sé y lo siento.

— ¿Dónde estás? —pregunto al escuchar una voz llamando a un doctor, ignorando sus últimas palabras.

—En la clínica —me muerdo la lengua para no gritarle si se encuentra bien—. Draco ha conseguido su trasplante y aquí estamos.

Mi rostro se ilumina y me olvidó de nosotros.

— ¡Oh por Dios, eso es genial! —digo. —Justin debe estar feliz, ¿puedo ir a verlo?

—Claro que sí —dice rápidamente —. Ven, por favor —puedo sentir el ruego detrás de su voz.

— ¿Dónde es?

—En la clínica Thompson Memorial —dice.

Le digo que voy en camino y le cuelgo.

Me levanto de mi sitio y me limpio los pantalones. Salgo de ahí y tomo un taxi ya que Kyle ha tenido escondida mi llave de la moto desde el accidente. Miro por la ventana la ciudad y como poco a poco el sol va desapareciendo del cielo. Me toma unos quince minutos llegar hasta allí, le tiendo los billetes al chófer y entro a la clínica.

En recepción pregunto dónde está la sala de espera de operaciones y me dicen que en el segundo piso. Subo por las escaleras y trato de calmar mis nervios y decirle a mi mente que solo vengo por Draco y Justin, no por Kyle.

BROOKLYN.Where stories live. Discover now