BROOKLYN.

Capítulo 35.

JONAS.

─ ¿Y tú piensas que emborracharte servirá de algo? ─me burlo─, ¿crees que ayudarás en algo? ¿Crees que...?

─ ¡Sé que no! ─me grita, sentándose en la cama.

─ ¿Por qué lo haces, entonces? ─grito de vuelta─. ¡¿Por qué te comportas como un imbécil?!

─ ¡No te importa! ¡No te importa una mierda! ─gruñe, para luego arrasar con todo lo que hay sobre la mesita de luz. El estruendo de los vidrios estallar en el suelo me asustan y me hago para atrás observando como pierde el sentido común.

─ ¡Estás loco, joder! ─mis ojos se cristalizan, pero rápidamente me limpio las lágrimas. Estoy harto, sumamente harto de este maldito ciclo vicioso que se repite una y otra vez.

─Lárgate ─dice entre dientes. Su pecho sube y baja rápidamente, sus puños están apretados y sus mejillas están rojas de la cólera.

─ ¿Quieres que me largué? ─levanto los brazos a mis costados, desafiándolo.─ ¿De verdad lo quieres?

─Es lo que más quiero.

─Bien ─mascullo y me doy vuelta para irme, pero entonces me giro otra vez porque necesito sacar esto de mi pecho─. ¿Sabes qué? ¡Estoy harto de esta mierda! ¡Estoy harto de ti!

─ ¿Crees que eres el único? ─dice con sarcasmo─. ¡Tú también me tienes harto!

─ ¿Ah sí? ─me rio sin aires de broma─. ¿Y de qué? ¿Estas harto de qué te aguante todas tus mierdas? ¿De qué este a tu lado a pesar de que me hayas golpeado cuando te pedí explicaciones por lo que pasó en el baño? ¿¡De esas mierdas estas harto?!

─ ¡Vete a la mierda, Jonas! ─me grita y se levanta de la cama para abrir la puerta de su habitación─. ¡Lárgate de una puta vez!

─Jódete entonces ─farfullo mirándolo a los ojos, a la vez que choco mi hombro con el suyo al salir.

Escucho como cierra la puerta de un golpe y camino por el pasillo hasta recoger mi bolso y largarme. Tomo el ascensor para poder calmarme un poco y no salir llorando a la calle. No quiero llorar por él, no seré yo el que vuelva detrás de él, se puede ir muy a la mierda.

Miro mi reflejo en el espejo y no soy capaz de reconocerme. Desde que lo conozco, todo se ha vuelto tan complicado, todo mi mundo se ha puesto patas arriba una y otra vez.

Solía defenderme y no dejarme pasar a llevar por nadie y no sé qué mierda me ocurre cuando se trata de Kyle, es como si quedara indefenso, sin ninguna arma para pelear. Como si él me consumiera por completo.

Kyle es la única persona con la capacidad de romperme en mil pedazos y hacerme sentir mierda, pero a la misma vez es capaz de juntar los pedazos, repararlos, y hacerme sentir como si estuviera tocando el cielo.

Cierro los ojos antes de llegar al primer piso, inhalo y exhalo para calmar la rabia que siento. Al salir del edificio me quedo un par de minutos sintiendo el aire frio golpear mi cara, de alguna forma es como si el viento pudiera llevarse mis pensamientos negativos.

Miro el reloj y Seth va a salir pronto del colegio, me voy caminando para matar el tiempo que queda. Le aviso a la señora Miller que yo iré a buscar a Seth al colegio para que no lo espere. Luego comienzo a textear con Justin para preguntarle cómo le fue con Draco, me dice que salió bien, pero que está un poco cansado y que pronto llegaran a casa. Me pregunta acerca de Kyle y me limito a decir que está bien y que se quedó en el apartamento, para mi suerte, no me sigue preguntando nada más, pues estoy seguro que ya debe suponer que discutimos.