Capitulo 13.

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JONAS.

Suelto un gruñido al sentir el sol golpear mis parpados, me giro abriendo los ojos y me encuentro con la pequeña sonrisa de Kyle.

─ ¿Qué miras? ─ digo, restregándome los ojos.

─Nada ─responde haciendo un mohín con sus labios─, ¿te sientes mejor?

─Sí, gracias ─le sonrío, recordando lo que me dijo en la noche.

─Tu celular sonó a las seis de la mañana por las alarmas y ni siquiera despertaste...

Le escucho decir y no evitar preguntarme si Alisson le habrá preparado el desayuno de los lunes que consisten en waffles llenos de chocolate, me pregunto si él habrá preguntado por mí. Puede que Seth sea un poco tímido y retraído, pero entiende muchas cosas y sé que él se dará cuenta que hay un gran problema.

─ ¡Jonas! ─su grito me saca de mis cavilaciones haciéndome saltar un poco—, ¿en qué estabas pensando?

─Nada, no importa ─le resto importancia porque en verdad no quiero hablar de lo que pasó anoche con Alisson, debo pensar en otras cosas, como, por ejemplo, rentar un apartamento─. ¿Y qué haces durante el día? —pregunto, tratando de cambiar el tema.

─A veces voy a un taller mecánico, pero la mayoría del tiempo estoy aquí.

─Entonces... ¿cómo te mantienes? —me doy cuenta de lo inapropiado que ha sonado eso y trato de disculparme.

─No te preocupes, creo que es normal preguntarse eso ─ dice, restándole importancia y se lo agradezco mentalmente porque no tenía intenciones de comenzar una discusión—. Tengo dinero guardado y gano bastante en las carreras.

─Oh, ya veo —asiento—, míster millonario.

Bufa con una sonrisa y niega con la cabeza.

—No lo soy —me mira por unos segundos como si estuviera recordando algo—. Cuando salí del orfanato, aprendí a robar casas lujosas para mantenerme —su semblante cambia a uno serio y me trago mis expresiones de asombro—, sé que no suena bien, pero es lo que tuve que hacer. Así es como gané pasta, junto con boxeo que también me daba buen dinero.

No creo ser capaz de juzgar lo que hizo para sobrevivir, era solo un niño cuando se escapó del orfanato y a pesar de que hay otras maneras de conseguir el dinero..., no puedo culparlo porque no puedo llegar a entender lo que él tuvo que pasar.

─ ¿Eras bueno boxeando? ─pregunto, intrigado. Quiero saber más sobre su vida y que esté hablando sin ser presionado me da confianza de preguntar un poco más allá.

─Sí, gané muchísimas peleas.

─ ¿Por qué lo dejaste, entonces?

─Tuve unos problemas.

— ¿Qué clase de problemas?

─Nada importante, Jonas ─ladea la cabeza, alzando las cejas. Sabe que quiero más información─. No te diré nada más.

Resoplo decepcionado y dejo caer mi cabeza sobre la almohada. Trago en seco al verlo acercarse a mí con una sonrisa de superioridad en su cara, él sabe exactamente lo que causa en mí. Sus ojos están tan cerca de los míos que me cuesta trabajo no mirarlos y perderme en ellos.

—Pídemelo si lo quieres —susurra haciéndome temblar por completo. Nuestros labios se rozan suavemente y su cercanía me pone aún más nervioso─. Dilo, Jonas.

─Bésame ─susurro, sintiendo como mis mejillas se tornen rojas.

Un sonido agudo sale de mi garganta al sentir sus labios sobre los míos, agarro su cara entre mis manos y lo acerco más tratando de obtener cada parte de él. Su mano derecha acaricia mi cuello y oreja con delicadeza, mientras mis dedos se cuelan por su cabello.

BROOKLYN.Where stories live. Discover now