BROOKLYN.

Capítulo 34.

JONAS.

Habrá otro juicio debido a que Alisson pago la fianza para salir libre, ella y Zac salieron libres y no puedo sentirme más molesto por eso. No dejo de pensar que el padre de Kyle está detrás de todo esto..., que él le ha dado dinero a Zac para salir, de hecho, tal vez también se lo dio cuando Alisson lo denuncio. Es irónico y retorcido como de alguna forma, sin saberlo, Kyle y yo teníamos algo en común sin siquiera conocernos.

El juicio será acerca de la custodia definitiva de Seth. Mi abogado me dijo que el tribunal hacia esto por la formalidad, y que no había ninguna chance en que le devuelvan el niño a Alisson, no al menos hasta que ella cumpla las peticiones que el juez le ponga y compruebe que está dentro de sus cabales para hacerse cargo de Seth. A pesar de eso no puedo dejar de sentirme nervioso.

Sé que es su madre y que Seth la extraña, pero espero que nunca vuelva a tener la custodia completa. No me importa pasar a ser una especie de papá de un día para el otro, de todas formas, siempre he actuado como uno para él.

─ ¡Hey, Jonas! ─me sacan de mis cavilaciones y alzo la mirada para saber quién me está llamando─. ¿Te encuentras bien?

Me detengo unos segundos en lo que parece un nuevo tatuaje en su cuello, frunzo el ceño sorprendido y hablo: ─ ¿Te has tatuado? ─me levanto del suelo, y dejo las herramientas que tengo en la mano a un lado.

─Sí ─contesta con una risa y ladea su cabeza para que pueda ver mejor su tatuaje. Es un ave con las alas abiertas pintada a blanco y negro─. ¿Te gusta? ─pregunta, mirándome a los ojos.

─Sí, esta genial Dom ─le sonrío y paso mis dedos por su piel─. ¿Te dolió?

─Solo un poco ─se ríe y alejo mi mano.

─Sí, claro ─rodeo los ojos y miro la hora en mi celular─. Ya son las cinco, me iré a duchar.

─Yo también me iré ─dice─, no tengo ganas de hacer hora extra.

Caminamos juntos hasta el camarín donde hay cuatro duchas. Son pequeñas, pero algo es algo. Me quito el overol quedando en calzoncillos, me pongo la toalla para quitármelo y lo dejo dentro de mi bolso. Corro la cortina y doy el agua para que comience a templarse.

─Jonas ─me llama y me doy vuelta. Dominic junta sus labios con los míos y me empuja hacia la fría y delgada pared que separa una ducha de otra. Coloco mis manos en su pecho y lo empujo sujetándome la toalla.

─ ¿Qué haces? ─alzo la voz, frunciendo el ceño─. Sabes que...

─Ya sé que tienes novio, Jonas ─masculla, rodeando sus ojos negros─, pero me gustas mucho... ¿cómo no te das cuenta?

Me quedó atónito ante su confesión. Sabía que era gay, pero nunca pensé que yo podría gustarle. De hecho, hace solo dos semanas me estaba contando que salía con alguien y ahora hace esto. Creo que Kyle tenía razón después de todo.

—Lo siento —digo, frunciendo los labios—, pero nada va a pasar entre nosotros. Yo amo a mi novio y tú lo sabes.

—Lo sé —suspira. Puedo ver la melancolía en sus ojos y siento pena por él—. No te enojes conmigo, por favor —se pasa las manos por la nuca con desesperación—. Lo siento..., arruine todo.

—Está bien, no estoy molesto —trato de calmarlo—. Solo no vuelvas a hacerlo ¿vale?

—Vale —asiente con la cabeza y se mete a la ducha más lejana.

Me baño lo más rápido que puedo realmente incomodo por lo que paso, salgo y me visto antes de que él salga de la ducha. Creo que se ha quedado más tiempo solo para no toparse conmigo.