FINAL.

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JONAS.


Estiro mi mano por segunda vez, dándome valor para golpear la puerta, pero vuelvo a bajarla y esconderla en la manga de mi chaqueta. Mi cuerpo entero está temblando, los latidos de mi corazón no han dejado de acelerarse desde que salí de mi apartamento.

Sé que debo hacerlo, sé que de alguna manera u otra tengo que hablar con él, pero estoy tan nervioso que no sé si seré capaz de hacerlo. Ayer por la noche, lloré hasta quedarme dormido pensando en esto y aun no sé si es lo que realmente quiero.

Tomo una gran bocanada de aire y muevo mis brazos tratando de relajarme. Toco la puerta dos veces y me quedo esperando. Lamo mis labios resecos y me pongo derecho al darme cuenta que está abriendo la puerta.

Las ojeras debajo de sus ojos pueden verse a metros de distancia. Su cabello esta todo enmarañado y solo está vestido con un short y un polerón a pesar del frío que hace.

─Jonas... ─susurra pestañeando rápidamente como si quisiera comprobar que no soy ninguna ilusión en su cabeza. Se mueve hacia un lado para dejarme entrar.

El leve olor a marihuana inunda mis fosas nasales y no sé cómo sentirme respecto a ello.

─ ¿Quieres algo para tomar? ─carraspea. Parece nervioso, incluso mucho más que yo.

Niego con mi cabeza y me siento en uno de los sillones. La tensión entre nosotros es abrumadora y el silencio sepulcral se mantiene por varios minutos hasta que me doy ánimo para hablar.

─Solo vine a hablar contigo ─trato parecer tranquilo. Él se sienta sobre la mesa de centro, quedando frente a mí. Apoya su mentón en la palma de su mano y me pone aún más nervioso que solo unos cuantos centímetros nos separe.

─Quiero que me cuentes todo lo de Travis ─dice en voz bajita, clavando sus ojos tristes en mí.

Asiento y junto mis manos para jugar con mis dedos.

─Fue en la carrera de los cinco fuegos. Él vino a mí y hablamos un poco y supe que te conocía ─me ahorro la parte de Justin porque lo que menos quiero es que discuta con él por mi culpa─. Al día siguiente me lo tope en una tienda y me invito a tomar desayuno. Le acepte porque quería saber porque te conocía y...

─ ¿No estabas con Justin? ─me interrumpe, frunciendo el ceño sin parecer enojado.

Trago en seco y trato de no juntar mis manos para no parecer nervioso.

─Justin había ido a buscar una cerveza. Él no tenía idea ─miento. Kyle asiente mirando el suelo y sé que debo seguir hablando─. Solo comimos y nada paso. Nada de lo que esté pasando por tu mente ocurrió.

─ ¿Lo juras? ─Sus ojos se tornan vidriosos y mi corazón se estruja ante su voz. Estoy seguro de que se torturó toda la noche pensando en sí nos habíamos besado o algo parecido.

─Lo juro, Kyle ─susurro.

Se lleva las manos a la cara y suelta un suspiro de alivio en ellas. Entonces noto la piel expuesta de sus nudillos y el recuerdo de sus manos ensangrentadas con la sangre de Travis me pone los pelos de punta. Cierro los ojos intentando dejar de pensar en eso para seguir hablando.

─Kyle ─lo llamo y aleja sus manos para dejarlas sobre sus rodillas─. Estuve pensando acerca de todo... ─suspiro tratando de buscar una manera más fácil de hacer esto─, y no tienes idea lo difícil que es esto para mí ─mi voz se quiebra y lucho para que las lágrimas no me traicionen─, pero tenemos que acabar con esto. Debemos terminar.

BROOKLYN.Onde histórias criam vida. Descubra agora