Capítulo 31.

21.8K 1.6K 658
                                    

JONAS.

Termino de beber mi cerveza para luego limpiar cualquier rastro de suciedad con el dorso de mi mano. Dominic, mi compañero de trabajo. Me ha invitado a tomar unas cervezas después del trabajo y acepté porque es lo mismo que podía hacer después que se ha pasado dos semanas enseñándome mucho en el taller.

Mi celular vibra contra la mesa haciendo un ruido molesto. Lo tomo y veo que es un mensaje de Kyle: ¿Dónde estás?

Arrugo un poco el ceño confundido por su pregunta, pero no le doy tanta importancia. Estoy en mi apartamento ¿por qué?, le miento pues no quiero que arme un lió por esto. Dominic no le cae para nada bien porque según él, anda detrás de mí. Luego de apretar el botón de enviar, caigo en cuenta de lo que he hecho. Creo que las cervezas me han hecho el suficiente efecto como para no razonar del todo bien. Tal vez Kyle este fuera de mi apartamento golpeando una y otra vez y me llamo porque no le abría. ¡Y yo le acabo de mentir! Borro el mensaje pero ya es muy tarde, lo acaba de leer.

No es cierto. Dominic me invito por unas cervezas, ¿no te enojes, vale? escribo rápidamente tratando de arreglar la situación. ¡Dios, soy un imbécil!

─ ¿Problemas? ─alzo mi mirada del celular para toparme con los ojos preocupados de Dominic. Le dedico una sonrisa torcida.

─Lo siento, pero me tengo que ir ─me levanto y dejo el dinero de la cerveza en la mesa para despedirme de él.

Cuando me subo a la moto decido llamar a Kyle, pero no obtengo respuestas de su parte. Estoy seguro que está en mi apartamento de lo contrario no me hubiera preguntado eso.

Conduzco más rápido de lo normal y dejo estacionada la moto dentro del edificio. Noto el auto de Kyle y mis sospechas son confirmadas. Al bajarme del ascensor me sorprende no encontrármelo en el pasillo. No tiene llaves de aquí así que no tiene como entrar a menos que me haya roto la puerta o algo así. Me acerco asustado, pero me alivia ver la puerta y la manilla en perfectas condiciones.

Abro la puerta y ahogo un jadeo al ver a Kyle sentado en la orilla del sillón con los brazos cruzados y la mandibula apretada. Siento un nudo en la garganta formarse al ver el desastre que hay en mi comedor, el mantel blanco está tirado en el piso manchado de vino y cristales rotos. Un ramo de rosas rojas esta tirado en el piso con los pétalos por todas partes, como si lo hubieran golpeado contra el piso una y otra vez.

Miro nuevamente a Kyle y me detengo en sus nudillos rotos y en el hoyo que hay en pared.

Estoy en el limbo de enojarme y sentirme mal.

─ ¿Pero...qué...? ─murmuro acercándome un poco más sin despegar mí vista del desastre que hay.

De un golpe quedo atrapado entre su cuerpo y la fría pared. Suelto un chillido por el golpe que se ha dado mi espalda y trato de zafarme, pero sus brazos me empujan con fuerza.

─ ¿Qué hiciste con Dominic? ─Su voz me pone los pelos de punta. Esta tan enojado que llega a dar miedo.

─Solo tomamos unas cervezas ─sus manos se aprietan alrededor de mis brazos con mucha fuerza─. ¿Qué haces? —me quejo—, me estás lastimando.

─ ¿Realmente te estoy lastimando? ─se acerca hasta poder sentir su respiración pesada golpear contra mi mejilla─. ¡He quedado como un imbécil! ¡Te preparé toda esta mierda para que tú fueras a tomar con ese hijo de puta!

─ ¡Suéltame! ─grito tironeando de mis brazos. Me suelta y rápidamente comienzo a sobarme el ardor, sus manos están marcadas en mi piel─. Lo siento, pero no tenía como adivinar que ibas a prepararme esto, no es mi culpa.

BROOKLYN.Where stories live. Discover now