Capítulo 20

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Cuando Harry abrió sus ojos, inmediatamente supo que no estaba ni en la mansión, ni en donde Zayn. Buscó con la mirada algo que le trajera recuerdos de la noche anterior, pero su cabeza solo palpitaba levemente en dolor. Cuando se dio cuenta que estaba desnudo completamente sobre el negro sofá de cuero le tomó dos segundos entender lo que realmente había pasado.

Bien, esto no le sorprendía, lo que sí, es que lo hubiese hecho ebrio. ¡Y MALDICIÓN! ¡RICHARD! Oh... Oh... él tomó su cabeza con ambas manos y apretó, gruñendo por el dolor. Había cometido uno de los errores más estúpidos de su vida y ésta vez verdaderamente sí podría estar en peligro por ello.

Sus manos temblaron un poco cuando se colocó su ropa, preocupado y dolorido también recordó que no había contactado a Zayn. Era probable que el hombre estuviese buscándolo, y lo último que quería era un interrogatorio al estilo policial.

Cuando estuvo listo casi corrió a la puerta y la abrió, saliendo rápidamente solo para chocar contra la dura espalda de Louis. Cuando él volteó y vio, sus cejas se juntaron como si estuviera molesto, y ni siquiera le dio tiempo para hablar o procesar de que no estaba solo cuando el hombre ya lo estaba empujando al interior nuevamente.

—¿Qué estás haciendo? —Al cerrar la puerta, la mirada de Louis brillaba intensamente.

—¿Qué crees? Me voy de aquí.

—Eso no va a pasar

—¿Por qué no?

—Porque no.

—¡Williams! —Al haber sido interrumpido, se calló. No quería estar allí, pero tampoco quería salir y encontrarse con quienes fueran que estuviesen afuera. —¡Halcón! ¡Ábrenos, Barnie ya llegó!

La mandíbula de Louis se tensó, tan dura como una roca, y su voz fue tosca cuando le ordenó: —Escóndete en el baño.

—Uh, ¿por qué?

—Porque yo lo digo —Cuando gruñó, no pudo evitar también gruñir en respuesta.

—¿Quiénes son ellos, Louis? ¿Y qué hacen aquí? Creí que eras sigiloso en tu vida.

Joder, se estaba pasando con eso, por lo que no fue una sorpresa cuando Louis lo empujó hacia el baño con hostilidad y le gruñó —No es tu maldita incumbencia lo que jodidos haga con mi vida, aprende a aceptar una orden, maldito niño desobediente.

La puerta de la pequeña habitación se cerró de un solo golpe y lo único que pudo hacer contra ello fue suspirar. Este tipo de cosas no eran las que tenía planeadas en su vida.

A lo largo de la habitación de todo el lugar podía escuchar las voces de otros hombres ingresando y la de Louis gruñendo. ¿Qué éste hombre no hacía algo aparte de gruñir e insultar? Si no tuviera un poco de sensibilidad por Louis, verdaderamente lo odiaría por tan hijo de puta. Pensándolo bien, eso ciertamente no estaba lejos de la realidad.

A pesar de querer gritar en frustración y no oír una mierda de lo que pasara afuera, su gato curioso se reveló en la superficie, por lo que trató de no hacer ningún ruido y tratar de escuchar hasta lo más sigiloso.

—Estás con un humor de hijos de puta Williams, urgentemente necesitas una follada.

—Mi vida sexual no te importa en lo absoluto Michael, ahora díganme lo que han hecho.

Una voz ronca dijo: —Costó un infierno, pero conseguimos las armas. Hubo problemas en la Aduana, ya sabes, no es noticia nueva que estás siendo buscado, aparte hubo algunos problemas con Bélgica, y tuvimos que dar dinero extra para que todo entrara en orden y silencio.

CRIMINALWhere stories live. Discover now