d o c e

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—Si, dos pizzas tamaño familiar. Pepperoni. Gracias.— Fruncio el ceño después de escuchar la orden de Jungkook, ¿dos pizzas familiares? Taehyung estaba sacando sus cosas cuando se dio cuenta de que el menor estaba realizando aquella llamada.

No sabía el porque dos pizzas, sinplemente eran ellos dos, a menos que sus hyungs llegaran aquella tarde, lo cual era un tanto imposible tomando en cuenta los horarios de los chicos en la universidad. Continuó con su trabajo y empezó a buscar los papeles necesarios para hacer aquel cronograma. Sus manos comenzaron a temblar al sentir la mirada de Jungkook sobre él, sentía algo provenir de ella y no podía descifrar de que se trataba.

Todo parecía ser un remolino de sentimientos, y no podía hablar de esto con la persona que él sabía que le ayudaría, él no podía decirle a Bogum que le gustaba, además de que para el mayor, Taehyung solamente era su hermano pequeño, entonces, ¿era momento de olvidar sus sentimientos? ¿Pero al menos sabía de que se trataban en realidad?

Quiso darse de golpes en la pared al no entender en absoluto lo que estaba sucediendo con él.

—Hyung.— lo llamó Jungkook sacandolo de sus pensamientos, el menor ya se encontraba incluso revisando los papeles de las actividades y horarios.— Bogum hyung, él te gusta, ¿verdad?

¿Podía ser menos directo? Taehyung se atragantó con su propia saliva al escuchar la pregunta y más sorprendido aún cuando la voz de Jungkook había sonado con un poco de tristeza.

—¿Por qué preguntas eso Jungkook-ah? Él es amigo mío.

—Pero tu mirada parece echar fuegos artificiales cuando hablas de él e inclusive cuando lo miras, hyung, ¿estoy equivocado? ¿Él no te gusta?

Por favor, di que no, que ese chico no te gusta. Jungkook imploraba en sus pensamientos mientras cerraba un momento los ojos temeroso por la respuesta que Tae le daría.

—Él...me gusta, mucho, pero...

—Deberías de decirle.— le interrumpió Jungkook de un susurro, cuando sus ojos conectaron los de Jungkook estaban vidriosos, como si en cualquier momento fuera a comenzar a llorar, y quiso tomar su rostro entre sus manos, pidiendole que no lo hiciera, que no sabía que pasaba pero que todo iba a estar bien, y besar sus labios, esos labios en los que no había dejado de pensar desde el cumpleaños de Jisoo, no debería de tener esa clase se pensamientos sobre Jungkook, no, se sentía avergonzado de él mismo, y apartó la mirada de él para evitar cometer una estupidez.— Parece que él...siente lo mismo.

—Si es que siente algo por mi, no es más que fraternal, crecí como su hermanito pequeño, aquel que debía proteger y cuidar. No creo que sea algo más.

¿Por qué Taehyung sonaba tan...resignado? Antes de incluso poder responder aquello, (que no quería), porque estaba seguro, de que él tenía esa mirada cuando incluso escuchaba el nombre del mayor ser pronunciado. Bogum, miraba a Tae lanzando corazoncitos.

Pagó ambas pizzas y fue hasta donde se encontraba el mayor, quien ya estaba haciendo notas y leyendo todos y cada uno de los papeles que estaban en la mesilla de centro. Tomó un banco que su madre utilizaba para limpiar las partes altas de algunos muebles, y puso ahí las pizzas.

¿Por qué Taehyung no podía ser un insolente molesto chico? Su belleza no era normal, ¿era al menos normal que un chico de dieciocho años luciera de esa manera? Imposible, y Dios, su personalidad de los ángeles no lo hacía más que encontrar prácticamente imposible la tarea de superar sus sentimientos por el chico. Ni siquiera hacía el esfuerzo de encontrar esa voluntad para hacerlo.

¿Masoquista? Probablemente. Porque Kim Taehyung, con ese aspecto de angel, y esa divertida personalidad, solo hacía que Jungkook, quisiera hundirse más y más, en ese amor unilateral que sentía.

c h e r r y    l i p s  [kth + jjk] Where stories live. Discover now